¡Ay, ay, ay! Esto del voto evangélico se ha puesto más caliente que gallina pochada. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, parece que todos los partidos están buscando activamente congraciarse con este importante sector del electorado. Esta vez, le toca el turno a Nueva República, que este fin de semana andaba haciendo cortejos a los líderes religiosos, asegurando que son los más cercanos a ellos – ¡y vaya cortejo!
Fabricio Alvarado, el candidato, no se anduvo con rodeos. Después de reunirse con pastores y líderes de diversas iglesias, soltó unas cuantas frases contundentes. Dijo que algunos políticos solo recuerdan los “principios” cuando llega la campaña electoral, pero ellos, según él, los viven y defienden a diario. Agregó que el apoyo de los pastores es clave porque ellos “tienen claro que nosotros nunca hemos andado con tibiezas”. ¡Pa’ que conste, esto lo dijo con toda la solemnidad del mundo!
En la reunión, Nueva República reiteró su postura de ser el único partido verdaderamente conservador del país. Insistieron en que están comprometidos con defender los valores tradicionales costarricenses. Según Alvarado, sus acciones hablan más fuerte que cualquier promesa escrita. Claro, la palabrita vale poco estos días, ¿verdad?
Alvarado enfatizó que la reciente reunión no fue un simple acto de apariencia. Afirmó que han demostrado con hechos su compromiso con la defensa de esos principios y valores. “Este es un compromiso con Dios, con nuestras familias y con Costa Rica,” concluyó con un discurso cargado de emotividad. Uno se queda pensando si todo esto es genuino o pura estrategia de campaña. ¡Qué brete se han metido!
Pero ojo, no son los únicos que buscan ese voto. Pueblo Soberano también anda moviéndose con fuerza en ese terreno. Recordaremos que hace unas semanas ya hubo acercamientos entre el partido liderado por Rodrigo Chavarría y varias iglesias. Incluso, un sector de las iglesias evangélicas fue incluido en las papeletas de diputados, lo cual generó bastante polémica.
Y para rematar, recientemente un grupo de cristianos evangélicos conservadores dio públicamente su apoyo a Laura Fernández, la candidata chavista. Reinaldo Salazar, fundador del grupo, declaró que sus valores son sagrados e intransables y que se sienten ilusionados con la posibilidad de verlos protegidos por Fernández. Eso sí, el chavismo sacando tajada donde puede, ¿eh?
Ante esta competencia creciente por el voto religioso, Nueva República sintió la necesidad de reforzar su imagen como la opción más conservadora. De hecho, se han visto reacciones rápidas ante los movimientos de Pueblo Soberano, incluyendo ajustes en temas sensibles como la Norma Técnica del Aborto Terápeutico (Cortesía). Esto demuestra que el juego político está cambiando a pasos agigantados, y que el voto religioso se ha convertido en un premio codiciado.
En fin, el panorama está servido. Los partidos se pelean por el voto evangélico, prometen cielos azules y afirman defender los principios más sagrados. Pero al final, ¿quién estará dispuesto a hacer lo que promete? ¿Ustedes creen que esta búsqueda desenfrenada por el voto religioso terminará beneficiando a Costa Rica o simplemente será otro episodio más de oportunismo político? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
Fabricio Alvarado, el candidato, no se anduvo con rodeos. Después de reunirse con pastores y líderes de diversas iglesias, soltó unas cuantas frases contundentes. Dijo que algunos políticos solo recuerdan los “principios” cuando llega la campaña electoral, pero ellos, según él, los viven y defienden a diario. Agregó que el apoyo de los pastores es clave porque ellos “tienen claro que nosotros nunca hemos andado con tibiezas”. ¡Pa’ que conste, esto lo dijo con toda la solemnidad del mundo!
En la reunión, Nueva República reiteró su postura de ser el único partido verdaderamente conservador del país. Insistieron en que están comprometidos con defender los valores tradicionales costarricenses. Según Alvarado, sus acciones hablan más fuerte que cualquier promesa escrita. Claro, la palabrita vale poco estos días, ¿verdad?
Alvarado enfatizó que la reciente reunión no fue un simple acto de apariencia. Afirmó que han demostrado con hechos su compromiso con la defensa de esos principios y valores. “Este es un compromiso con Dios, con nuestras familias y con Costa Rica,” concluyó con un discurso cargado de emotividad. Uno se queda pensando si todo esto es genuino o pura estrategia de campaña. ¡Qué brete se han metido!
Pero ojo, no son los únicos que buscan ese voto. Pueblo Soberano también anda moviéndose con fuerza en ese terreno. Recordaremos que hace unas semanas ya hubo acercamientos entre el partido liderado por Rodrigo Chavarría y varias iglesias. Incluso, un sector de las iglesias evangélicas fue incluido en las papeletas de diputados, lo cual generó bastante polémica.
Y para rematar, recientemente un grupo de cristianos evangélicos conservadores dio públicamente su apoyo a Laura Fernández, la candidata chavista. Reinaldo Salazar, fundador del grupo, declaró que sus valores son sagrados e intransables y que se sienten ilusionados con la posibilidad de verlos protegidos por Fernández. Eso sí, el chavismo sacando tajada donde puede, ¿eh?
Ante esta competencia creciente por el voto religioso, Nueva República sintió la necesidad de reforzar su imagen como la opción más conservadora. De hecho, se han visto reacciones rápidas ante los movimientos de Pueblo Soberano, incluyendo ajustes en temas sensibles como la Norma Técnica del Aborto Terápeutico (Cortesía). Esto demuestra que el juego político está cambiando a pasos agigantados, y que el voto religioso se ha convertido en un premio codiciado.
En fin, el panorama está servido. Los partidos se pelean por el voto evangélico, prometen cielos azules y afirman defender los principios más sagrados. Pero al final, ¿quién estará dispuesto a hacer lo que promete? ¿Ustedes creen que esta búsqueda desenfrenada por el voto religioso terminará beneficiando a Costa Rica o simplemente será otro episodio más de oportunismo político? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!