¡Ay, Dios mío! Esta noticia te deja helao, comadres y compañeros. Una enfermera nuestra, Kiara Díaz, se mandó una caída terrible mientras estaba de vacaciones en Jacó. Parece que el destino le tenía preparada una sorpresa bien fea.
Según nos cuentan, Kiara, que trabaja en Worcester, Massachusetts, venía con un grupito de amigas, todas enfermeras, haciendo su tradicional escapada anual. Imagínate, buscando relajarse un tantito después de tanto brete en el hospital… y ahora esto. El viaje debía haber sido un respiro, pero se convirtió en una pesadilla.
Lo que pasó fue que estaban visitando El Miro, esa estructura medio abandonada ahí en Jacó, con esas vistas impresionantes al Pacífico. Parece que Kiara resbaló en un paso, se fue pa’ atrás y ¡zas!, directo al vacío. Un golpe tremendo contra su espalda, dicen los informes médicos. Qué barbaridad, ¿verdad?
Y aquí viene lo peor, mis panas. La familia dice que la atención médica ha sido bien lenta, un verdadero despache. Kiara estuvo tirada en un pasillo del hospital esperando a que la operaran. Al final, sí le hicieron la cirugía para estabilizar la columna, pero ya hay mucha preocupación por el tiempo que tardaron en atenderla. Deberían estar más rápido con estas cosas, ¡es urgente!
Además, resulta que Kiara había cancelado su seguro médico justo antes del viaje, ¡qué mala vara! Ahora la familia está batallando para conseguir un vuelo médico chárter que la traiga de regreso a Boston. Pero los doctores dicen que todavía no está en condiciones de volar, eso añade más presión a la situación. Imagínate tener que lidiar con esto estando lejos de casa…
Su hermano, Gindember Díaz, anda quejándose a diestra y siniestra. Dice que se siente impotente, enfrentando costos altísimos por la hospitalización y el posible traslado. Y encima, la angustia de ver a su hermana en esa situación. Uno se pone en los zapatos de ellos y le da pena, sinceramente.
Ahora mismo, la familia está tratando de juntar la plata para pagar la operación y el traslado. Han recurrido a donaciones y a la solidaridad de la comunidad latina en Estados Unidos. Han logrado contactar a varios especialistas para evaluar la posibilidad de regresarla a su país, pero todos coinciden en que su estado es delicado. Esperemos que puedan solucionar este problema pronto y que Kiara recupere la salud, porque estos accidentes nunca son fáciles de superar, ni para ella ni para su familia.
Esta situación nos hace reflexionar sobre la importancia de tener un buen seguro médico, incluso cuando estamos de vacaciones. ¿Ustedes qué opinan, compas? ¿Creen que las autoridades deberían implementar medidas de seguridad más estrictas en lugares turísticos como El Miro, para evitar tragedias como esta?
Según nos cuentan, Kiara, que trabaja en Worcester, Massachusetts, venía con un grupito de amigas, todas enfermeras, haciendo su tradicional escapada anual. Imagínate, buscando relajarse un tantito después de tanto brete en el hospital… y ahora esto. El viaje debía haber sido un respiro, pero se convirtió en una pesadilla.
Lo que pasó fue que estaban visitando El Miro, esa estructura medio abandonada ahí en Jacó, con esas vistas impresionantes al Pacífico. Parece que Kiara resbaló en un paso, se fue pa’ atrás y ¡zas!, directo al vacío. Un golpe tremendo contra su espalda, dicen los informes médicos. Qué barbaridad, ¿verdad?
Y aquí viene lo peor, mis panas. La familia dice que la atención médica ha sido bien lenta, un verdadero despache. Kiara estuvo tirada en un pasillo del hospital esperando a que la operaran. Al final, sí le hicieron la cirugía para estabilizar la columna, pero ya hay mucha preocupación por el tiempo que tardaron en atenderla. Deberían estar más rápido con estas cosas, ¡es urgente!
Además, resulta que Kiara había cancelado su seguro médico justo antes del viaje, ¡qué mala vara! Ahora la familia está batallando para conseguir un vuelo médico chárter que la traiga de regreso a Boston. Pero los doctores dicen que todavía no está en condiciones de volar, eso añade más presión a la situación. Imagínate tener que lidiar con esto estando lejos de casa…
Su hermano, Gindember Díaz, anda quejándose a diestra y siniestra. Dice que se siente impotente, enfrentando costos altísimos por la hospitalización y el posible traslado. Y encima, la angustia de ver a su hermana en esa situación. Uno se pone en los zapatos de ellos y le da pena, sinceramente.
Ahora mismo, la familia está tratando de juntar la plata para pagar la operación y el traslado. Han recurrido a donaciones y a la solidaridad de la comunidad latina en Estados Unidos. Han logrado contactar a varios especialistas para evaluar la posibilidad de regresarla a su país, pero todos coinciden en que su estado es delicado. Esperemos que puedan solucionar este problema pronto y que Kiara recupere la salud, porque estos accidentes nunca son fáciles de superar, ni para ella ni para su familia.
Esta situación nos hace reflexionar sobre la importancia de tener un buen seguro médico, incluso cuando estamos de vacaciones. ¿Ustedes qué opinan, compas? ¿Creen que las autoridades deberían implementar medidas de seguridad más estrictas en lugares turísticos como El Miro, para evitar tragedias como esta?
