¡Ay, Dios mío, qué bronca! Aquí seguimos con el circo del caso Chaves y el desafuero. Resulta que la embajadora Catalina Crespo soltó unas frases que parecían sacadas de una novela de misterio, hablando de intentos de 'derrocar' al Presidente, y ahora el canciller Arnolfo André Tinoco tuvo que salir a poner paños fríos a la cosa.
Como ya todos saben, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) quiere investigar al Presidente por esas quince denuncias de beligerancia política. Ahí empezó el relajo, con la ambajadora Crespo metiéndose en un lío gordo al hablar con un medio afín al gobierno y sugerir que un congresista de Estados Unidos le había expresado 'preocupaciones' sobre un posible intento de destituirlo. ¡Imagínate la escena!
Pero el canciller Tinoco, compareciendo ante la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Legislativa, le bajó el volumen al asunto. Con toda la calma del mundo, le dijo a un diputado del PLN que no, que no hay ninguna posibilidad de derrocamiento del Presidente. Un simple "no", directo al grano, pa’ que no haya más confusiones. Parece que alguien se jaló una torta con esas declaraciones, porque andaban inventándose cosas.
Ahora bien, ¿qué está pasando realmente con el proceso en el Congreso? Según explicó el canciller, ahí simplemente se está evaluando si se le levanta la inmunidad al Presidente para que el TSE pueda seguir con su investigación. No es más ni menos que eso, y parece que la embajadora Crespo se confundió un poquito al hacer creer que se trataba de una audiencia formal con todo el Congreso de Estados Unidos.
Pues resulta que la embajadora fue citada únicamente por el congresista Mario Díaz-Balart, un tipo que visitó Casa Presidencial hace unos meses para reunirse con el mismísimo Presidente Chaves. Díaz-Balart es solo uno de los tantos congresistas que hay allá, así que la cosa se infló más de lo que realmente era. Qué pena ajena tener que aclarar estas cosillas… ¡parece telenovela!
Y esto no queda en un detalle menor. Las declaraciones de Crespo causaron revuelo, incluso preocupación en algunos sectores. Habló de “amenazas a la democracia costarricense” y de “posibilidad de destituir al presidente”, generando incertidumbre y especulación. Después tuvo que echarse para atrás y reconocer que sí, que solo habló con Díaz-Balart. ¡Qué situación más comprometedora!
Actualmente, la Asamblea Legislativa está tramitando la solicitud de desafuero del Presidente, y la votación final será el próximo martes 16 de diciembre. Se necesitan 38 votos para levantarle la inmunidad, y la tensión está a tope. Los debates están que arden, los ánimos calientes... ¡esto promete!
Con todo este panorama, me pregunto: ¿Crees que las declaraciones de la embajadora Crespo fueron un error genuino o una estrategia deliberada para influir en la opinión pública y proteger al Presidente Chaves? Déjanos tus comentarios abajo, ¡queremos saber tu punto de vista!
Como ya todos saben, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) quiere investigar al Presidente por esas quince denuncias de beligerancia política. Ahí empezó el relajo, con la ambajadora Crespo metiéndose en un lío gordo al hablar con un medio afín al gobierno y sugerir que un congresista de Estados Unidos le había expresado 'preocupaciones' sobre un posible intento de destituirlo. ¡Imagínate la escena!
Pero el canciller Tinoco, compareciendo ante la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Legislativa, le bajó el volumen al asunto. Con toda la calma del mundo, le dijo a un diputado del PLN que no, que no hay ninguna posibilidad de derrocamiento del Presidente. Un simple "no", directo al grano, pa’ que no haya más confusiones. Parece que alguien se jaló una torta con esas declaraciones, porque andaban inventándose cosas.
Ahora bien, ¿qué está pasando realmente con el proceso en el Congreso? Según explicó el canciller, ahí simplemente se está evaluando si se le levanta la inmunidad al Presidente para que el TSE pueda seguir con su investigación. No es más ni menos que eso, y parece que la embajadora Crespo se confundió un poquito al hacer creer que se trataba de una audiencia formal con todo el Congreso de Estados Unidos.
Pues resulta que la embajadora fue citada únicamente por el congresista Mario Díaz-Balart, un tipo que visitó Casa Presidencial hace unos meses para reunirse con el mismísimo Presidente Chaves. Díaz-Balart es solo uno de los tantos congresistas que hay allá, así que la cosa se infló más de lo que realmente era. Qué pena ajena tener que aclarar estas cosillas… ¡parece telenovela!
Y esto no queda en un detalle menor. Las declaraciones de Crespo causaron revuelo, incluso preocupación en algunos sectores. Habló de “amenazas a la democracia costarricense” y de “posibilidad de destituir al presidente”, generando incertidumbre y especulación. Después tuvo que echarse para atrás y reconocer que sí, que solo habló con Díaz-Balart. ¡Qué situación más comprometedora!
Actualmente, la Asamblea Legislativa está tramitando la solicitud de desafuero del Presidente, y la votación final será el próximo martes 16 de diciembre. Se necesitan 38 votos para levantarle la inmunidad, y la tensión está a tope. Los debates están que arden, los ánimos calientes... ¡esto promete!
Con todo este panorama, me pregunto: ¿Crees que las declaraciones de la embajadora Crespo fueron un error genuino o una estrategia deliberada para influir en la opinión pública y proteger al Presidente Chaves? Déjanos tus comentarios abajo, ¡queremos saber tu punto de vista!