¡Ay, Dios mío! Parece que el MOPT anda con más problemas que gallinas en noche de tormenta. Ahora resulta que Francisco Molina, el director de la División Administrativa, está metido en un buen brete. Lo han denunciado por presunto abuso sexual, y esto ya va generando tremenda polémica, máxime considerando que no es el único jerarca del MOPT con pinta de meter la pata.
Según la denunciante, una exfuncionaria del ministerio, los hechos ocurrieron el pasado 2 de junio dentro de la propia oficina de Molina. La señora asegura que, mientras buscaba opciones de reubicación tras sufrir acoso laboral y cero chambea, Molina se aprovechó de su vulnerabilidad, lamentablemente. Dice haber sufrido tocamientos y contactos físicos no consentidos, una verdadera torta, vamos.
Lo peor de todo es que, después de denunciarlo, la señora fue cesada de su puesto con la excusa barata de que la persona a quien estaba supliendo había regresado. ¡Cómo si eso fuera suficiente pa' taparle la boca! Además, sempas semanas después de los hechos, la denunciante tuvo que ir al hospital luego de intentar quitarse la vida, algo que quedó registrado en una epicrisis médica. Claramente, esta historia dejó a la dama bien salada.
Molina, por supuesto, niega todo rotundamente, jurando y perjurando su inocencia y diciendo que cuenta con el apoyo de toda su familia. Dice estar preparado para enfrentar el proceso legal y administrativo, alegando que tiene pruebas contundentes de su inocencia. Pero bueno, todos dicen eso cuando están en aprietos, ¿no creen?
Y ni hablar del antecedente turbio de Molina: en 2018 ya lo habían detenido por un presunto delito de peculado relacionado con pagos irregulares de facturas de reparación de motos del MOPT. ¡Un historial largo, amigos! Además, figura como imputado en el Caso Cochinilla, así que parece que este señor tiene un don especial para meterse en líos.
Pero la cosa no termina ahí. Recordemos que hace poco salió a luz otra denuncia de abuso sexual contra Verny Jiménez, director de la División Marítimo-Portuaria, quien ahora irá a juicio. Y sumemos a eso al exministro Mauricio Batalla, quien también enfrenta varias causas por supuesto abuso sexual contra empleadas y hasta una agente de la Policía de Tránsito. ¡Parece que el ambiente en el MOPT está cargado de malas vibras!
Ante esta ola de escándalos, el MOPT anunció una charla sobre hostigamiento sexual para sus funcionarios, pero tuvieron que cancelarla a último momento. Qué manera de echarle aguacate al sol, ¿verdad? Uno se queda pensando si estas charlas son realmente efectivas o si son solo medidas cosméticas para aparentar que están haciendo algo.
Todo esto nos lleva a preguntarnos: ¿Hasta dónde llegarán los alcances de estos casos en el MOPT? ¿Será que hay una cultura de impunidad que permite que figuras poderosas abusen de su posición y salgan impunes? ¿Creen que el Ministerio tomará medidas drásticas para limpiar la casa o seguirá siendo un circo de promesas incumplidas?
Según la denunciante, una exfuncionaria del ministerio, los hechos ocurrieron el pasado 2 de junio dentro de la propia oficina de Molina. La señora asegura que, mientras buscaba opciones de reubicación tras sufrir acoso laboral y cero chambea, Molina se aprovechó de su vulnerabilidad, lamentablemente. Dice haber sufrido tocamientos y contactos físicos no consentidos, una verdadera torta, vamos.
Lo peor de todo es que, después de denunciarlo, la señora fue cesada de su puesto con la excusa barata de que la persona a quien estaba supliendo había regresado. ¡Cómo si eso fuera suficiente pa' taparle la boca! Además, sempas semanas después de los hechos, la denunciante tuvo que ir al hospital luego de intentar quitarse la vida, algo que quedó registrado en una epicrisis médica. Claramente, esta historia dejó a la dama bien salada.
Molina, por supuesto, niega todo rotundamente, jurando y perjurando su inocencia y diciendo que cuenta con el apoyo de toda su familia. Dice estar preparado para enfrentar el proceso legal y administrativo, alegando que tiene pruebas contundentes de su inocencia. Pero bueno, todos dicen eso cuando están en aprietos, ¿no creen?
Y ni hablar del antecedente turbio de Molina: en 2018 ya lo habían detenido por un presunto delito de peculado relacionado con pagos irregulares de facturas de reparación de motos del MOPT. ¡Un historial largo, amigos! Además, figura como imputado en el Caso Cochinilla, así que parece que este señor tiene un don especial para meterse en líos.
Pero la cosa no termina ahí. Recordemos que hace poco salió a luz otra denuncia de abuso sexual contra Verny Jiménez, director de la División Marítimo-Portuaria, quien ahora irá a juicio. Y sumemos a eso al exministro Mauricio Batalla, quien también enfrenta varias causas por supuesto abuso sexual contra empleadas y hasta una agente de la Policía de Tránsito. ¡Parece que el ambiente en el MOPT está cargado de malas vibras!
Ante esta ola de escándalos, el MOPT anunció una charla sobre hostigamiento sexual para sus funcionarios, pero tuvieron que cancelarla a último momento. Qué manera de echarle aguacate al sol, ¿verdad? Uno se queda pensando si estas charlas son realmente efectivas o si son solo medidas cosméticas para aparentar que están haciendo algo.
Todo esto nos lleva a preguntarnos: ¿Hasta dónde llegarán los alcances de estos casos en el MOPT? ¿Será que hay una cultura de impunidad que permite que figuras poderosas abusen de su posición y salgan impunes? ¿Creen que el Ministerio tomará medidas drásticas para limpiar la casa o seguirá siendo un circo de promesas incumplidas?
