¡Ay, Dios mío! Se armó un chinchorreo en la Asamblea Legislativa, pura crema. Después de tanto rodeo y promesas, parece que el asunto de los eurobonos se fue al traste, mándale duro. El gobierno quería moverle la fecha de colocación para aliviar un poquito la tesorería, pero los diputados dijeron '¡No, gracias!' y le cerraron la puerta en la cara.
Miren, pa' ponerles en contexto rápido, estos eurobonos son unos papeles que el gobierno vende a inversionistas extranjeros para conseguir billetes frescos. La idea era colocar la tercera emisión este año y la cuarta el otro, pero eso requería la aprobación del Congreso en dos debates. Ya pasó el primero, pero en el segundo, ¡boom!, no alcanzaron los votos necesarios, quedando pendiente una deuda importante. ¡Qué despiche!
La bancada del PLN, liderada por aquellos que siempre van a remar contracorriente, fue clave en esto. Doce diputados ya habían dicho que iban en contra en el primer debate, y ayer reafirmaron su postura. Pero no solamente ellos, también se sumaron algunas diputadas independientes y hasta gente del PUSC que, bueno, a veces cambian de opinión más rápido que el clima en Monteverde. Parece que la plata no cae del cielo, aunque algunos políticos a veces piensen diferente.
El FMI, esos señores que siempre andan dando palmaditas en la espalda al gobierno, tampoco ayudaron mucho. Estuvieron ahí, pidiendo a gritos que aprobaran el proyecto, argumentando que si no, íbamos a tener que buscar el dinero en el mercado local con intereses altísimos, lo cual significa que al final, la factura la vamos a pagar to’s los costarricenses, díganlo otra vez. Pilar Cisneros, jefa del oficialismo, no paró de soltararecuerdos sobre la advertencia del Fondo, intentando convencer a los indecisos, pero pareció que fue en vano.
Y hablando de culpar a otros, Cisneros tiró la bola a la Contraloría, diciendo que ellos no habían dejado instalar los escáneres en los puertos y fronteras, que eran una condición para poder vender los bonos con mejores términos. Hasta fue a inaugurar los de Caldera la semana pasada, ¡y ni siquiera funcionan bien! Esto me huele raro, a que alguien anda buscando excusas baratas para taparle el ojo de la patria.
Pero miren la bronca: si ahora tienen que buscar el dinero en el mercado local, como dice Cisneros, los intereses serán más altos. Esto significa que tendremos que apretarnos el cinturón todavía más, entre impuestos y recortes. Y todo porque algunos diputados decidieron jugarse el rollo de “oposición” sin pensar en las consecuencias reales para la billetera del tico promedio. ¡Una torta!
Ahora, algunos expertos dicen que esta decisión podría afectar la confianza de los inversionistas en Costa Rica, haciendo que sea más difícil conseguir financiamiento en el futuro. Otros aseguran que no es tan grave y que el gobierno tendrá otras opciones, pero la verdad es que nadie sabe qué va a pasar realmente. Lo cierto es que esto es una señal preocupante de la inestabilidad económica que estamos viviendo. Todos sabemos que la situación financiera no está precisamente fácil, y estas decisiones complican aun más la cosa.
En fin, el caso de los eurobonos dejó claro que la política a veces juega sucio con el futuro económico del país. Ahora, pregunto yo: ¿Creen ustedes que los diputados actuaron correctamente al frenar este proyecto, pensando en el bienestar del país, o simplemente estaban buscando figurar como opositores sin considerar las posibles consecuencias negativas para la economía nacional? ¡Den su opinión, mándale duro, quiero saber qué piensa la gente!
Miren, pa' ponerles en contexto rápido, estos eurobonos son unos papeles que el gobierno vende a inversionistas extranjeros para conseguir billetes frescos. La idea era colocar la tercera emisión este año y la cuarta el otro, pero eso requería la aprobación del Congreso en dos debates. Ya pasó el primero, pero en el segundo, ¡boom!, no alcanzaron los votos necesarios, quedando pendiente una deuda importante. ¡Qué despiche!
La bancada del PLN, liderada por aquellos que siempre van a remar contracorriente, fue clave en esto. Doce diputados ya habían dicho que iban en contra en el primer debate, y ayer reafirmaron su postura. Pero no solamente ellos, también se sumaron algunas diputadas independientes y hasta gente del PUSC que, bueno, a veces cambian de opinión más rápido que el clima en Monteverde. Parece que la plata no cae del cielo, aunque algunos políticos a veces piensen diferente.
El FMI, esos señores que siempre andan dando palmaditas en la espalda al gobierno, tampoco ayudaron mucho. Estuvieron ahí, pidiendo a gritos que aprobaran el proyecto, argumentando que si no, íbamos a tener que buscar el dinero en el mercado local con intereses altísimos, lo cual significa que al final, la factura la vamos a pagar to’s los costarricenses, díganlo otra vez. Pilar Cisneros, jefa del oficialismo, no paró de soltararecuerdos sobre la advertencia del Fondo, intentando convencer a los indecisos, pero pareció que fue en vano.
Y hablando de culpar a otros, Cisneros tiró la bola a la Contraloría, diciendo que ellos no habían dejado instalar los escáneres en los puertos y fronteras, que eran una condición para poder vender los bonos con mejores términos. Hasta fue a inaugurar los de Caldera la semana pasada, ¡y ni siquiera funcionan bien! Esto me huele raro, a que alguien anda buscando excusas baratas para taparle el ojo de la patria.
Pero miren la bronca: si ahora tienen que buscar el dinero en el mercado local, como dice Cisneros, los intereses serán más altos. Esto significa que tendremos que apretarnos el cinturón todavía más, entre impuestos y recortes. Y todo porque algunos diputados decidieron jugarse el rollo de “oposición” sin pensar en las consecuencias reales para la billetera del tico promedio. ¡Una torta!
Ahora, algunos expertos dicen que esta decisión podría afectar la confianza de los inversionistas en Costa Rica, haciendo que sea más difícil conseguir financiamiento en el futuro. Otros aseguran que no es tan grave y que el gobierno tendrá otras opciones, pero la verdad es que nadie sabe qué va a pasar realmente. Lo cierto es que esto es una señal preocupante de la inestabilidad económica que estamos viviendo. Todos sabemos que la situación financiera no está precisamente fácil, y estas decisiones complican aun más la cosa.
En fin, el caso de los eurobonos dejó claro que la política a veces juega sucio con el futuro económico del país. Ahora, pregunto yo: ¿Creen ustedes que los diputados actuaron correctamente al frenar este proyecto, pensando en el bienestar del país, o simplemente estaban buscando figurar como opositores sin considerar las posibles consecuencias negativas para la economía nacional? ¡Den su opinión, mándale duro, quiero saber qué piensa la gente!
