¡Ay, Dios mío! ¿Se imaginan esto, raza? Una ex-empleada del ICE, doña Núnez Esquivel, se ha declarado culpable de robar 13 iPhones de una bodega de GRM Apple en San Sebastián. Trece celulares, diay... Eso sí que es un brete. Resulta que la señora le echó ganas a sacar unos equipos, acumulando una deuda considerable con el ICE, y ahora tendrá que enfrentar las consecuencias.
La movida se remonta a finales del 2021 y principios del 2022, cuando la doña trabajaba como miscelánea en el centro de servicios GRM Apple dentro del ICE. Según los fiscales, la señora planeó un robo “progresivo y rutinario”, aprovechándose de su acceso a la bodega para irse llevando los celulares poco a poco. Imagínense la calma con la que debió estar sacando esos equipos, ¡qué carga!
Y no eran celulares chinos, eh. Hablamos de modelos como el iPhone 11, 12 y 12 Pro Max, algunos pertenecían al inventario del ICE y otros estaban en reparación, esperando sus dueños. El total del botín, amigos míos, suma $8.876, ¡más de cuatro millones de colones! Una verdadera torta, especialmente considerando la crisis económica que estamos viviendo. Uno se queda pensando si la desesperación pudo haberla llevado a hacer eso.
Ahora, aquí viene lo interesante: el abogado defensor de la doña va con toda buscando la pena mínima, que son 40 días de cárcel, aumentada en un tercio. Argumenta que la señora no tiene antecedentes penales, es mamá de una niña pequeña y está pasando por una situación económica bastante delicada. Incluso presentaron informes de Trabajo Social que avalan esa “vulnerabilidad”. ¿Será suficiente para convencer al juez?
Legalmente hablando, se le acusa de hurto simple en modalidad de delito continuado. El ICE ya puso una demanda civil para intentar recuperar el dinero, claro. Pero la defensa espera que el juez tenga compasión y le dé una oportunidad, tomando en cuenta esas circunstancias especiales. Es como decir, 'el mae está apremiado, señor juez, ¡no le tire toda la carne al asador!'
El tema me hace pensar en cómo la pobreza y la falta de oportunidades pueden llevar a la gente a tomar decisiones erróneas. No estoy justificando el hecho, obviamente, pero entiendo que a veces uno se desespera y piensa que no hay otra salida. Este caso nos invita a reflexionar sobre las políticas sociales y el apoyo que se le da a las familias más necesitadas. Se necesita una mano amiga, compa, para evitar estas situaciones.
Muchos se preguntan si el hecho de que la señora haya confesado pronto debería jugar a su favor. Después de todo, colaborar con la justicia es siempre una señal positiva. Sin embargo, el daño ya está hecho, tanto al ICE como a los clientes cuyos celulares desaparecieron. ¿Es justo que reciba una condena leve solo porque reconoció su culpa, o debería pagar por completo su delito?
En fin, el futuro de la doña Núnez Esquivel está en manos del Juzgado Penal de Pavas. La sentencia se definirá este viernes. Pero me pregunto, ¿cree usted que las circunstancias personales deberían influir significativamente en la severidad de la pena, o la ley debe aplicarse de manera igualitaria para todos, sin importar su situación? ¿Debería el juez tener más indulgencia dado el contexto socioeconómico o prevalecer la necesidad de disuadir este tipo de actos?
La movida se remonta a finales del 2021 y principios del 2022, cuando la doña trabajaba como miscelánea en el centro de servicios GRM Apple dentro del ICE. Según los fiscales, la señora planeó un robo “progresivo y rutinario”, aprovechándose de su acceso a la bodega para irse llevando los celulares poco a poco. Imagínense la calma con la que debió estar sacando esos equipos, ¡qué carga!
Y no eran celulares chinos, eh. Hablamos de modelos como el iPhone 11, 12 y 12 Pro Max, algunos pertenecían al inventario del ICE y otros estaban en reparación, esperando sus dueños. El total del botín, amigos míos, suma $8.876, ¡más de cuatro millones de colones! Una verdadera torta, especialmente considerando la crisis económica que estamos viviendo. Uno se queda pensando si la desesperación pudo haberla llevado a hacer eso.
Ahora, aquí viene lo interesante: el abogado defensor de la doña va con toda buscando la pena mínima, que son 40 días de cárcel, aumentada en un tercio. Argumenta que la señora no tiene antecedentes penales, es mamá de una niña pequeña y está pasando por una situación económica bastante delicada. Incluso presentaron informes de Trabajo Social que avalan esa “vulnerabilidad”. ¿Será suficiente para convencer al juez?
Legalmente hablando, se le acusa de hurto simple en modalidad de delito continuado. El ICE ya puso una demanda civil para intentar recuperar el dinero, claro. Pero la defensa espera que el juez tenga compasión y le dé una oportunidad, tomando en cuenta esas circunstancias especiales. Es como decir, 'el mae está apremiado, señor juez, ¡no le tire toda la carne al asador!'
El tema me hace pensar en cómo la pobreza y la falta de oportunidades pueden llevar a la gente a tomar decisiones erróneas. No estoy justificando el hecho, obviamente, pero entiendo que a veces uno se desespera y piensa que no hay otra salida. Este caso nos invita a reflexionar sobre las políticas sociales y el apoyo que se le da a las familias más necesitadas. Se necesita una mano amiga, compa, para evitar estas situaciones.
Muchos se preguntan si el hecho de que la señora haya confesado pronto debería jugar a su favor. Después de todo, colaborar con la justicia es siempre una señal positiva. Sin embargo, el daño ya está hecho, tanto al ICE como a los clientes cuyos celulares desaparecieron. ¿Es justo que reciba una condena leve solo porque reconoció su culpa, o debería pagar por completo su delito?
En fin, el futuro de la doña Núnez Esquivel está en manos del Juzgado Penal de Pavas. La sentencia se definirá este viernes. Pero me pregunto, ¿cree usted que las circunstancias personales deberían influir significativamente en la severidad de la pena, o la ley debe aplicarse de manera igualitaria para todos, sin importar su situación? ¿Debería el juez tener más indulgencia dado el contexto socioeconómico o prevalecer la necesidad de disuadir este tipo de actos?