El nuestro es un país muy chiquito y muy mojigato... es una lástima que aquí no existan las opciones que uno se encuentra en otras partes.
Estuve en un parque público en Frankfurt, en la pura ciudad, cerca de una universidad, que tiene una zona nudista. Una experiencia rica y muy relajada. Interesante estar uno allí, tomando el sol desnudo mientras montones de hombres y mujeres pasan caminando o en bici mientras van a sus clases o a sus trabajos.
También me encantó la libertad de la (única) playa nudista de Miami, donde no me puedo olvidar de haber visto a un tipo de cuerpo impresionante, sin un solo cabello en todo el cuerpo, poniéndose aceite despacito... todo un espectáculo para los ojos. O un par de clubes nudistas que visité en California, donde se puede disfrutar de la naturaleza y de la gente desnuda, familias completas y gente compartiendo con desconocidos, todos sin ropa y sin nada de morbo. ¡De lo más relajante!
Los saunas gay de España son de lo mejor que he visto. Limpios, seguros, grandes, con zonas húmedas muy bien acondicionadas. Algunos enfocados en gente grande, otros para más jóvenes. Siempre con suficiente gente dispuesta a ligar a cualquier hora de cualquier día.
Pero quizá lo más loco que he visto fue en Hedo, un resort swinger en Jamaica. Todo el sitio es nudista, pero además uno ve gente cogiendo en los jardines, en la playa, en la piscina, en todo lado y a cualquier hora del día. Allí vi por primera vez un trío (MHM) en plena acción, en una piscina a las 7 de la noche, dándole sin freno frente a todo el que pasara por ahí.
En República Dominicana estuve en un resort nudista que era como estar entre amigos a pesar de que no conocía a nadie. Una atención excelente y un ambiente genial. Lástima que solo estuve un par de días, y ya luego el resort lo compraron unos gringos y lo echaron a perder.
En Ecuador estuve en un sauna bien raro... tres pisos completos de áreas de TV, bar, duchas, saunas y de todo, pero en ninguna parte pasaba nada: solo gente por ahí, y si acaso un par de mamadas en público. Ni siquiera había cuartos privados. Hasta que descubrí un laberinto húmedo y en oscuridad total... ¡allí si que había acción! El laberinto estaba a reventar y uno tenía que avanzar entre un mar de manos que agarraban todo lo que les pasara cerca... ¡nunca me habían tocado tanto y de forma tan completa! Ahí si había besos, caricias, manoseadas, mamadas, y en un extremo estaba la zona de las cogidas. Estaba tan caliente que había que salir a refrescarse a cada rato, pero estuve entrando y saliendo de ese laberinto como por tres horas.
Tengo pendiente ir a Sodome, en México DF, por Chapultepec. Siempre que he pasado por la ciudad voy en carreras, pero dicen que el lugar vale la pena por lo enorme, bien ambientado, limpio e iluminado... habrá que ir a ver cuando ya sea seguro.
