¡Ay, mi clave! Aquí vamos con la jugada más reciente en el panorama político nacional. Fabricio Alvarado, directo al grano, le está echando leña a Laura Fernández y a Pueblo Soberano, asegurando que Nueva República es la única opción seria para los conservadores de Costa Rica. Esto se puso interesante, mándale, ¿eh?
Todo empezó con el respaldo de varios pastores a Laura Fernández, quienes firmaron un compromiso para defender la familia, la vida y la fe. Un movimiento que, según Alvarado, es pura estrategia electoral y no refleja el sentir genuino del sector conservador del país. Él dice que es un intento de meterle goles donde duelen.
“Es totalmente falso decir que el sector conservador apoya a Laura Fernández,” declaró Alvarado con vehemencia. “Decir eso es una falta de respeto tremenda hacia todos esos conservadores que saben lo que vale y no se dejan llevar por promesas vacías. Ese compromiso que firmó Laura es con un grupito de pastores, ni siquiera la mayoría, y mucho menos a la mayoría de nosotros.” Claramente, Alvarado no andaba jugando con bromitas.
El candidato de Nueva República enfatizó que su partido lleva años siendo el pilar fundamental del sector conservador. “Gente buena, hay que ponerle pausa. Nueva República siempre ha sido fiel a sus valores, sin medias tintas ni andar con rodeos. Ya sean evangélicos, católicos o de cualquier credo, los conservadores sabemos que podemos confiar en Nueva República. Nuestra lista de diputados es un ejemplo, 100% conservadora, sin excepciones.” Se nota que quiere reafirmar su posición y mostrar músculo político.
Para ilustrar su punto, Alvarado sacó a relucir algunos nombres que aparecen en la lista de diputados de Pueblo Soberano. Citó a Marta Esquivel, exmagistrada de la Sala IV que votó a favor del matrimonio igualitario, y a Nayuri Guadamuz, exministra de Cultura que promovió la marcha LGTBIQ+. “¿De verdad ustedes, conservadores de corazón, quieren ver esto representado en el Congreso?” preguntó retóricamente, buscando conectar con su base de apoyo.
Alvarado también resaltó las acciones que Nueva República ha tomado consistentemente en temas de importancia para el sector conservador, como la derogación de la norma técnica del aborto y su oposición a la agenda progresista en organizaciones internacionales como la ONU, la OEA y la OMS. “No esperamos campañas electorales para defender nuestros principios. Lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo,” afirmó con convicción, dejando claro cuál es su postura.
Y hablando de Pueblo Soberano, Laura Fernández defendió su acercamiento con líderes religiosos, argumentando que es parte de su compromiso de defender la vida y la familia. Rememoró tiempos en los que, según ella, los gobiernos anteriores habían relativizado la vida del no nacido y limitado la libertad religiosa. Prometió que, si llega a la Presidencia, trabajará para fortalecer los valores tradicionales y proteger la fe de los costarricenses. Definitivamente, un discurso pensado para atraer el voto religioso.
Ahora, con toda esta movida política, me pregunto: ¿Creen que esta confrontación entre Alvarado y Fernández realmente polarizará aún más al electorado conservador, o finalmente ayudará a definir quién será el verdadero representante de este sector en las próximas elecciones? ¡Démemelo en los comentarios!
Todo empezó con el respaldo de varios pastores a Laura Fernández, quienes firmaron un compromiso para defender la familia, la vida y la fe. Un movimiento que, según Alvarado, es pura estrategia electoral y no refleja el sentir genuino del sector conservador del país. Él dice que es un intento de meterle goles donde duelen.
“Es totalmente falso decir que el sector conservador apoya a Laura Fernández,” declaró Alvarado con vehemencia. “Decir eso es una falta de respeto tremenda hacia todos esos conservadores que saben lo que vale y no se dejan llevar por promesas vacías. Ese compromiso que firmó Laura es con un grupito de pastores, ni siquiera la mayoría, y mucho menos a la mayoría de nosotros.” Claramente, Alvarado no andaba jugando con bromitas.
El candidato de Nueva República enfatizó que su partido lleva años siendo el pilar fundamental del sector conservador. “Gente buena, hay que ponerle pausa. Nueva República siempre ha sido fiel a sus valores, sin medias tintas ni andar con rodeos. Ya sean evangélicos, católicos o de cualquier credo, los conservadores sabemos que podemos confiar en Nueva República. Nuestra lista de diputados es un ejemplo, 100% conservadora, sin excepciones.” Se nota que quiere reafirmar su posición y mostrar músculo político.
Para ilustrar su punto, Alvarado sacó a relucir algunos nombres que aparecen en la lista de diputados de Pueblo Soberano. Citó a Marta Esquivel, exmagistrada de la Sala IV que votó a favor del matrimonio igualitario, y a Nayuri Guadamuz, exministra de Cultura que promovió la marcha LGTBIQ+. “¿De verdad ustedes, conservadores de corazón, quieren ver esto representado en el Congreso?” preguntó retóricamente, buscando conectar con su base de apoyo.
Alvarado también resaltó las acciones que Nueva República ha tomado consistentemente en temas de importancia para el sector conservador, como la derogación de la norma técnica del aborto y su oposición a la agenda progresista en organizaciones internacionales como la ONU, la OEA y la OMS. “No esperamos campañas electorales para defender nuestros principios. Lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo,” afirmó con convicción, dejando claro cuál es su postura.
Y hablando de Pueblo Soberano, Laura Fernández defendió su acercamiento con líderes religiosos, argumentando que es parte de su compromiso de defender la vida y la familia. Rememoró tiempos en los que, según ella, los gobiernos anteriores habían relativizado la vida del no nacido y limitado la libertad religiosa. Prometió que, si llega a la Presidencia, trabajará para fortalecer los valores tradicionales y proteger la fe de los costarricenses. Definitivamente, un discurso pensado para atraer el voto religioso.
Ahora, con toda esta movida política, me pregunto: ¿Creen que esta confrontación entre Alvarado y Fernández realmente polarizará aún más al electorado conservador, o finalmente ayudará a definir quién será el verdadero representante de este sector en las próximas elecciones? ¡Démemelo en los comentarios!