¡Ay, Dios mío! Esto sí que es bronca, mi gente. Resulta que andamos con un buen lío en el Hospital México, donde parece que hubo un descuido monumental con el fentanilo y otras sustancias controladas. La Fiscalía y el OIJ ya están metidos de lleno investigando si alguien se mandó un susto para robarse 21 mil dosis de esa pastilla que mata, y ahora toca limpiar todo este embrollo. Pero, ¿quiénes eran los responsables de vigilar todo este brete?
Según fuentes cercanas al caso, el problema no es solo el faltante de fentanilo. También andan revisando si pasó algo raro con la ketamina y otras medicinas fuertes. El fiscal Mauricio Boraschi, bien claro, explicó que quieren saber cómo funciona el sistema ahorita, quiénes tenían los controles y qué onda con esa migración tecnológica que anda dando dolores de cabeza a todo el mundo. “Vamos a tener que hacer un inventario físico para ver qué está pasando con estos productos”, sentenció, poniendo pa’ trás cualquier excusa.
Para colmo, el director del Hospital México, Douglas Montero, salió con que todo fue un “error” humano o de la computadora. ¡Imagínate! Dice que ellos sí estaban cuidando las medicinas, pero el almacén general de la Caja se equivocó al registrar la cantidad de fentanilo que les mandaron. Dicen que recibieron 10.500 unidades, pero ahí en el sistema pusieron 31.500. ¡Un error de más de 20 mil unidades! Qué torta, ¿verdad?
Pero la cosa no termina ahí, mi pana. Lo que más preocupó al fiscal Boraschi es que el Ministerio de Salud mandó una orden sanitaria por este supuesto faltante sin avisarle a la Fiscalía ni a la Policía Judicial. ¡Qué sal! Él considera que, con una sustancia tan peligrosa como el fentanilo, deberían haber puesto las alarmas desde un principio y llamar a las autoridades para investigar. Según él, esto podría poner en peligro la vida de muchas personas si la droga llega a caer en manos equivocadas.
El fiscal Boraschi no se anda con rodeos: “Nos causa muchísima preocupación. Existe un gravísimo riesgo no solo para la salud, sino para la vida de muchas personas. Por lo tanto, hemos ordenado una prioridad especial en esta investigación”. Ya mandaron al OIJ a revisar todas las bodegas, a chequear cómo llegó la medicina al hospital y a averiguar quiénes eran los encargados de todo este proceso. Necesitan saber si todo esto fue un simple error administrativo o si hay algo más turbio detrás.
Ahora, resulta que este problemón surgió justo después de implementar el nuevo sistema ERP-SAP en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Parece que la transición no ha ido como se esperaba y que muchos hospitales están teniendo problemas con sus sistemas de inventario. Algunos dicen que es culpa de la tecnología, otros culpan a la falta de capacitación. Sea cual sea la razón, lo cierto es que este incidente pone en tela de juicio la seguridad de nuestros hospitales y el control de las medicinas que utilizamos para tratar a los enfermos.
Las autoridades aseguran que están haciendo todo lo posible para aclarar este caso lo antes posible y evitar que vuelva a pasar. Están revisando todos los procedimientos, capacitando al personal y buscando soluciones tecnológicas para mejorar el control de las medicinas. Pero la verdad es que este escándalo nos deja una serie de preguntas importantes: ¿Cómo es posible que se hayan perdido 21 mil dosis de fentanilo sin que nadie se diera cuenta? ¿Quiénes eran los responsables de este descuido? ¿Y qué medidas se tomarán para garantizar que esto no vuelva a suceder?
Este caso del fentanilo en el Hospital México nos demuestra que todavía tenemos mucho que mejorar en nuestro sistema de salud. Tenemos que fortalecer los controles, capacitar al personal y buscar tecnologías más seguras y eficientes. Pero lo más importante es que debemos exigir a nuestras autoridades que rindan cuentas y que tomen medidas contundentes para proteger nuestra salud y nuestra seguridad. Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que este faltante de fentanilo es simplemente un error administrativo o hay motivos para sospechar de actos de corrupción dentro del sistema de salud de Costa Rica?
Según fuentes cercanas al caso, el problema no es solo el faltante de fentanilo. También andan revisando si pasó algo raro con la ketamina y otras medicinas fuertes. El fiscal Mauricio Boraschi, bien claro, explicó que quieren saber cómo funciona el sistema ahorita, quiénes tenían los controles y qué onda con esa migración tecnológica que anda dando dolores de cabeza a todo el mundo. “Vamos a tener que hacer un inventario físico para ver qué está pasando con estos productos”, sentenció, poniendo pa’ trás cualquier excusa.
Para colmo, el director del Hospital México, Douglas Montero, salió con que todo fue un “error” humano o de la computadora. ¡Imagínate! Dice que ellos sí estaban cuidando las medicinas, pero el almacén general de la Caja se equivocó al registrar la cantidad de fentanilo que les mandaron. Dicen que recibieron 10.500 unidades, pero ahí en el sistema pusieron 31.500. ¡Un error de más de 20 mil unidades! Qué torta, ¿verdad?
Pero la cosa no termina ahí, mi pana. Lo que más preocupó al fiscal Boraschi es que el Ministerio de Salud mandó una orden sanitaria por este supuesto faltante sin avisarle a la Fiscalía ni a la Policía Judicial. ¡Qué sal! Él considera que, con una sustancia tan peligrosa como el fentanilo, deberían haber puesto las alarmas desde un principio y llamar a las autoridades para investigar. Según él, esto podría poner en peligro la vida de muchas personas si la droga llega a caer en manos equivocadas.
El fiscal Boraschi no se anda con rodeos: “Nos causa muchísima preocupación. Existe un gravísimo riesgo no solo para la salud, sino para la vida de muchas personas. Por lo tanto, hemos ordenado una prioridad especial en esta investigación”. Ya mandaron al OIJ a revisar todas las bodegas, a chequear cómo llegó la medicina al hospital y a averiguar quiénes eran los encargados de todo este proceso. Necesitan saber si todo esto fue un simple error administrativo o si hay algo más turbio detrás.
Ahora, resulta que este problemón surgió justo después de implementar el nuevo sistema ERP-SAP en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Parece que la transición no ha ido como se esperaba y que muchos hospitales están teniendo problemas con sus sistemas de inventario. Algunos dicen que es culpa de la tecnología, otros culpan a la falta de capacitación. Sea cual sea la razón, lo cierto es que este incidente pone en tela de juicio la seguridad de nuestros hospitales y el control de las medicinas que utilizamos para tratar a los enfermos.
Las autoridades aseguran que están haciendo todo lo posible para aclarar este caso lo antes posible y evitar que vuelva a pasar. Están revisando todos los procedimientos, capacitando al personal y buscando soluciones tecnológicas para mejorar el control de las medicinas. Pero la verdad es que este escándalo nos deja una serie de preguntas importantes: ¿Cómo es posible que se hayan perdido 21 mil dosis de fentanilo sin que nadie se diera cuenta? ¿Quiénes eran los responsables de este descuido? ¿Y qué medidas se tomarán para garantizar que esto no vuelva a suceder?
Este caso del fentanilo en el Hospital México nos demuestra que todavía tenemos mucho que mejorar en nuestro sistema de salud. Tenemos que fortalecer los controles, capacitar al personal y buscar tecnologías más seguras y eficientes. Pero lo más importante es que debemos exigir a nuestras autoridades que rindan cuentas y que tomen medidas contundentes para proteger nuestra salud y nuestra seguridad. Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que este faltante de fentanilo es simplemente un error administrativo o hay motivos para sospechar de actos de corrupción dentro del sistema de salud de Costa Rica?