¡Ay, Dios mío! Esto del fentanilo se puso más caliente que gallo en petardo. Resulta que el Ministerio de Salud se echó la bronca por el faltante de 21 mil dosis de este químico peligroso, ¡y nadie del Poder Judicial ni se percató hasta que CR Hoy sacó la noticia! Mauricio Boraschi, el fiscal, no se anduvo con rodeos y soltó que esto es un maje, una torta bien grande que debió haberse judicializado desde el principio, ¡aguanta!
Boraschi enfatizó que el fentanilo es una sustancia que pone a cualquiera en aprietos, y que la lentitud en actuar es un riesgo enorme para la salud pública. “Imagínate, si esta sustancia cae en malas manos… ¡qué sal!”, exclamó el fiscal. Ahora, el OIJ y la Fiscalía Adjunta de Narcotráfico están moviéndose a toda marcha para aclarar este lío, tratando de averiguar si realmente hubo una sustracción o si simplemente fueron problemas con el sistema.
Desde el hospital aseguran que pudo ser un fallo técnico, pero Boraschi no anda para medias tintas. Dice que debieron avisarle al Ministerio Público y a la Policía Judicial inmediatamente, especialmente porque ya hay investigaciones abiertas sobre distribución de fentanilo en el mercado negro. Esto está poniendo a todos los presentes, ¡ya verás!
El fiscal adjunto también mencionó la importancia de la trazabilidad de estos fármacos, recordando que la ley obliga a registrar cada movimiento. “Los regentes farmacéuticos, veterinarios... todos tienen la obligación de llevar un control riguroso. De lo contrario, se meten en un brete”, advirtió. Y remató diciendo que van a ir directamente a las bodegas del hospital para hacer un inventario físico completo y verificar lo que está pasando.
Pero la cosa no termina ahí, mi pana. Según Boraschi, la preocupación es aún mayor porque el fentanilo ya ha empezado a aparecer en algunas operaciones policiales. Imagínate, ya hay disponibilidad de esta sustancia en el mercado ilegal. Si confirmamos que hubo una sustracción, ¡esto se va a ir al traste!
Mientras tanto, el Ministerio de Salud ya emitió una orden sanitaria al Hospital México debido a inconsistencias en el inventario. Encontraron diferencias entre lo que figura en el sistema y lo que realmente se ha entregado, ¡una diferencia considerable! Además, hay problemas con la morfina, por una doble carga en el inventario. Todo esto a raíz de la implementación del nuevo sistema ERP-SAP en la CCSS, que parece estar causando más problemas que soluciones.
El OIJ también confirmó que siguen investigando casos de sustracción de ampollas en otros hospitales, aunque aún no han encontrado robos importantes. Michael Soto, director del OIJ, señaló que han detectado seis fallecimientos por consumo abusivo de fentanilo en el primer trimestre de este año, lo cual es motivo de gran preocupación. Están rastreando cada caso para determinar si la sustancia proviene de hospitales o si es adquirida en el mercado ilegal. ¡Un panorama chungo, sin duda!
Con todo este revuelo, me pregunto: ¿Cómo podemos mejorar la seguridad y el control de los medicamentos en los hospitales costarricenses para evitar que situaciones como esta vuelvan a ocurrir? ¿Será que necesitamos una revisión completa de los sistemas de gestión y auditorías más estrictas, o estamos ante una falla sistémica más profunda?
Boraschi enfatizó que el fentanilo es una sustancia que pone a cualquiera en aprietos, y que la lentitud en actuar es un riesgo enorme para la salud pública. “Imagínate, si esta sustancia cae en malas manos… ¡qué sal!”, exclamó el fiscal. Ahora, el OIJ y la Fiscalía Adjunta de Narcotráfico están moviéndose a toda marcha para aclarar este lío, tratando de averiguar si realmente hubo una sustracción o si simplemente fueron problemas con el sistema.
Desde el hospital aseguran que pudo ser un fallo técnico, pero Boraschi no anda para medias tintas. Dice que debieron avisarle al Ministerio Público y a la Policía Judicial inmediatamente, especialmente porque ya hay investigaciones abiertas sobre distribución de fentanilo en el mercado negro. Esto está poniendo a todos los presentes, ¡ya verás!
El fiscal adjunto también mencionó la importancia de la trazabilidad de estos fármacos, recordando que la ley obliga a registrar cada movimiento. “Los regentes farmacéuticos, veterinarios... todos tienen la obligación de llevar un control riguroso. De lo contrario, se meten en un brete”, advirtió. Y remató diciendo que van a ir directamente a las bodegas del hospital para hacer un inventario físico completo y verificar lo que está pasando.
Pero la cosa no termina ahí, mi pana. Según Boraschi, la preocupación es aún mayor porque el fentanilo ya ha empezado a aparecer en algunas operaciones policiales. Imagínate, ya hay disponibilidad de esta sustancia en el mercado ilegal. Si confirmamos que hubo una sustracción, ¡esto se va a ir al traste!
Mientras tanto, el Ministerio de Salud ya emitió una orden sanitaria al Hospital México debido a inconsistencias en el inventario. Encontraron diferencias entre lo que figura en el sistema y lo que realmente se ha entregado, ¡una diferencia considerable! Además, hay problemas con la morfina, por una doble carga en el inventario. Todo esto a raíz de la implementación del nuevo sistema ERP-SAP en la CCSS, que parece estar causando más problemas que soluciones.
El OIJ también confirmó que siguen investigando casos de sustracción de ampollas en otros hospitales, aunque aún no han encontrado robos importantes. Michael Soto, director del OIJ, señaló que han detectado seis fallecimientos por consumo abusivo de fentanilo en el primer trimestre de este año, lo cual es motivo de gran preocupación. Están rastreando cada caso para determinar si la sustancia proviene de hospitales o si es adquirida en el mercado ilegal. ¡Un panorama chungo, sin duda!
Con todo este revuelo, me pregunto: ¿Cómo podemos mejorar la seguridad y el control de los medicamentos en los hospitales costarricenses para evitar que situaciones como esta vuelvan a ocurrir? ¿Será que necesitamos una revisión completa de los sistemas de gestión y auditorías más estrictas, o estamos ante una falla sistémica más profunda?
