Se me ocurre 1, agarrense del asiento y dedíquense a leer con calma.
Esta primera historia, ocurre entre dos maes de 21 y 19 años respectivamente, hmm, yo creía conocer las mañas de este mae más joven que yo, pero poco a poco, encuentro a encuentro; me fui dando cuenta lo excitante que era estar en un cuarto con él, le llamaremos "R" para que se mantenga su anonimato intacto. Entonces yo solía ir a la casa de un viejo conocido, un mae de cuatro años más que yo y con más tiempo libre para las fiestas (en su casa se armaba la parranda casi 24/7 y el hermano menor de él era un zángano también en ese ride, todo lo que cuente como droga, estaba bienvenida) para ese tiempo religiosamente me fumaba 2 a 3 paquetes de cigarros a la semana y lo acompañaba con guaro además de mucha marihuana por la falta de un antidopaje en mi labor y la paga justa en quincena, cualquiera desde el barato hasta el más caro me parecía bien, yo salía del brete tarde y esta era la única choza a la que me cuadraba ir a escuchar música, fumar weed, hablar de todo un poco y porque no, beber como desquiciado. En la casa de este conocido, él tenía una pareja, tímido y frío al principio, pero algo tenía este joven, algo que me atrapaba poco a poco cuando nos quedábamos solos en el cuarto de su ex-pareja, técnicamente quedaron como medio novios, no eran de controlarse el uno al otro, pero este conocido era bastante tóxico por cosas muy estúpidas; más de una ocasión, en su casa se oía el grito al cielo porque su joven ex no podía evitar ser "coqueto" y es que, es difícil no verse atraído, poseía un cuerpo delgado, blanco de piel, ojos negros y una cabellera larga que en su lampiño rostro lo hacían ver demasiado femenino; le gustaba fumar mucho, pero como también fumábamos hierba, el hedor del humo, nunca es relevante. Cuando tuvimos más confianza nos íbamos solos, a comprar mis vicios y él se devolvía hablándome, era mucho más abierto y gentil conmigo que con este conocido, siempre sentí que me tiraba los perros, pero no me animaba a hacer algo, porque no quería perder la amistad con la expareja de el chico ni ocasionar más celos en esa casa ajena.
Por circunstancias de la vida, dejé de juntarme con este conocido, yo siempre he sido introvertido, así que si el orgullo a usted no le da para buscarme, yo no pienso insistirle, ya pasé por ahí y nunca saqué nada de valor, bueno, el joven "R" empezó mandando mensajes, consiguió mi número y pese a mi maldito alcoholismo, siempre que yo perdía este medio de comunicación, él me encontraba de nuevo.
Siempre le agradeceré su lealtad siendo que no me debía nada. En una ocasión, me invitó porque tenía "casa sola" eran pasadas las 10:00am, hacía buen sol y yo estaba en Cartago fumandome un poco de mis hierbas, hablamos poco y él soltó esta oferta, al llegar a su casa, en comienzos muy tímido, pero me hizo sentir cómodo de estar ahí. Me pidió música para el conocer más en su repertorio de Metal, al cabo de menos de 40 minutos, el calor de la habitación y los temas, se iban desviando al aspecto sexual. Acercándose a mí, viéndome acostado en su cama, dejó ver ese blanco y delgado abdomen, aún tengo sueños con esa figura tan bella, mientras el se sienta con sus pantalones puestos sobre mi entrepierna, no pude pide evitarlo, mis bolas se empezaban a calentar, mi cerebro a divagar en pro a besarlo y mi miembro estaba a mil, quitándose sus pantalones y comandando que yo hiciera lo mismo (con cada una de mis prendas) me empezó a mamar y besar la verga, lo hacía con una delicadeza tal, que no podía contener mis gemidos y gruñidos, su casa estaba solay sus vecinos de vacaciones, podía gritar si hubiera querido, pero en general, su destreza de garganta, boca y lengua era magistral, así, después de masturbarme a dos manos, besarme, acariciarme, masajearme y en un todo, devorar ese pene erecto, me corrí y él se comió todo el blanco y caliente fluido, viéndome con malicia y con una sonrisa, me dijo: "Siempre quise hacer esto" después de dejarme saber sus intenciones, me lancé sobre él y comencé a besarlo, con lengua, jugueteando con su pelo, cuello y orejas, como un amante decidido a complacer a una musa, fueron erecciones temperamentales en base al trato de este goloso chico, al terminar la cuarta mamada, se tiró a mi lado con el pecho al aire y su brazo izquierdo abrazándome, me saqué dos cigarrillos y le dimos muerte a la velada a eso de las 4:00pm, después de esto, nos encontrábamos de vez en cuando y casi en una estadística de 60 visitas mías a su casa, o de algún lugar a donde yo lo invitara, nos besábamos y él me satisfacía con su experiencia oral, un placer onírico tal, que fácil en los dos años que el se dedicó a mamarme la verga, ésta última casi se obsesiona con tan dulce y desesperado trato por dejarla explotar con sus contenidos gelatinosos en su cara, pecho, boca, espalda, ojos, pelo, nalgas, ni una parte de "R" quedó sin su respectiva descarga porque en la mayoría de los casos, las situaciones nos daban la.oportunidad de dejarme sin leche con sus ricas habilidades.
Llevo tiempo sin saber de él, pero de su cuerpo, actitud y boca, yo me había enamorado, no soy bueno con cuestiones de noviazgo, no soy celoso, no soy controlador, pero en cuanto a este libre albedrío sexual, soy de apetito voraz, si alguien me hace un 20% de los que "R" hacía, tendría un contrato por larga temporada con mi incansable pene y testículos.