¡Ay, Dios mío! Qué susto nos llevamos todos los ticos con este asunto de Feinzaig y Cascante. Un choque así... te deja helao, diay. Después del revuelo del viernes en Palmares, la espera ha sido angustiosa, pero parece que las cosas empiezan a encaminarse, aunque todavía hay motivos para preocuparse. El PLP soltó un comunicado hoy dando detalles sobre cómo va la recuperación de los dos, y bueno, ahí vamos.
Como ya saben, el accidente ocurrió el viernes pasado, un día lluvioso como suelen ser los de Palmares. El carro se fue contra otra máquina y pum, ahí quedaron Feinzaig y Cascante. El partido había mantenido silencio, obviamente, respetando la privacidad de las familias y dejando trabajar a los médicos. Pero la gente estaba inquieta, preguntándose qué había pasado realmente y cómo estaban nuestros políticos. Se rumoreaba de todo, ¡qué harta vaina!
Ahora sí, entrando en materia: Feinzaig tuvo que pasar por quirófano el sábado a la noche para arreglar esa fractura de esternón que se pegó. Dicen que la cirugía salió bien, que los doctores hicieron un buen trabajo. El reporte oficial dice que está estable, observando y avanzando positivo en el Hospital Metropolitano. Eso da tranquilidad, claro, porque imagínate, el tipo aspirando a la presidencia y encima con esto… ¡ufff!
Pero la verdad es que la mayor preocupación está puesta en Fabián Cascante. Ese hombre, que además era el chofer y compañero de Feinzaig, está peleando por su vida en la UCI del Hospital México. Su estado sigue delicado, dicen que la recuperación va lentita, muy lentita. Todo el mundo le manda mucha fuerza y esperando que se recupere pronto, porque él también merece estar bien. Él es el que iba manejando, pobre hombre, se habrá asustado un montón.
Y hablando de fuerza, ¡qué lindo gesto de la gente que respondió al llamado para donar sangre tipo O+ para Cascante! Ahí demostramos una vez más que somos un pueblo solidario, que nos echamos una mano cuando alguien lo necesita. Ver esas filas afuera de los hospitales, con pura gente dispuesta a ayudar... eso levanta el ánimo en estos momentos difíciles. Las autoridades insistían mucho en la necesidad de sangre O+, pues es un grupo sanguíneo bastante raro, y cuando necesitas ese tipo de transfusión, ¡diay!, te entra el agüeyeo.
Por supuesto, el PLP aprovechó la oportunidad para pedirle a la prensa y a la población respeto por la privacidad de Feinzaig y Cascante, y de sus familiares. Entiendo, tienen derecho a su intimidad, a poder recuperarse en paz sin sentirse acosados por los medios ni por curiosos. Que les den espacio para sanar, porque esto es duro para ellos y para toda su familia. Lo importante ahora es que se concentren en recuperarse bien.
En fin, la cosa pinta un poquito mejor para Feinzaig, pero la incertidumbre persiste por Cascante. Este incidente, además de poner en riesgo la vida de estas personas, también ha generado debate sobre seguridad vial y la responsabilidad de los conductores. Se habla de mejorar las carreteras, de hacer campañas de concientización, de endurecer las sanciones para quienes infringen las normas de tránsito. ¡Claro, siempre después pasa! Pero bueno, esperemos que esto sirva de algo para evitar tragedias similares en el futuro. Es que, a veces, toca que le pase algo a uno para que la gente preste atención, ¿verdad?
Después de todo esto, me queda una gran inquietud: ¿cree usted que este accidente afectará la campaña presidencial o simplemente será recordado como un trágico incidente que marcó una pausa en la contienda electoral? Dejen sus opiniones en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensa el pueblo!
Como ya saben, el accidente ocurrió el viernes pasado, un día lluvioso como suelen ser los de Palmares. El carro se fue contra otra máquina y pum, ahí quedaron Feinzaig y Cascante. El partido había mantenido silencio, obviamente, respetando la privacidad de las familias y dejando trabajar a los médicos. Pero la gente estaba inquieta, preguntándose qué había pasado realmente y cómo estaban nuestros políticos. Se rumoreaba de todo, ¡qué harta vaina!
Ahora sí, entrando en materia: Feinzaig tuvo que pasar por quirófano el sábado a la noche para arreglar esa fractura de esternón que se pegó. Dicen que la cirugía salió bien, que los doctores hicieron un buen trabajo. El reporte oficial dice que está estable, observando y avanzando positivo en el Hospital Metropolitano. Eso da tranquilidad, claro, porque imagínate, el tipo aspirando a la presidencia y encima con esto… ¡ufff!
Pero la verdad es que la mayor preocupación está puesta en Fabián Cascante. Ese hombre, que además era el chofer y compañero de Feinzaig, está peleando por su vida en la UCI del Hospital México. Su estado sigue delicado, dicen que la recuperación va lentita, muy lentita. Todo el mundo le manda mucha fuerza y esperando que se recupere pronto, porque él también merece estar bien. Él es el que iba manejando, pobre hombre, se habrá asustado un montón.
Y hablando de fuerza, ¡qué lindo gesto de la gente que respondió al llamado para donar sangre tipo O+ para Cascante! Ahí demostramos una vez más que somos un pueblo solidario, que nos echamos una mano cuando alguien lo necesita. Ver esas filas afuera de los hospitales, con pura gente dispuesta a ayudar... eso levanta el ánimo en estos momentos difíciles. Las autoridades insistían mucho en la necesidad de sangre O+, pues es un grupo sanguíneo bastante raro, y cuando necesitas ese tipo de transfusión, ¡diay!, te entra el agüeyeo.
Por supuesto, el PLP aprovechó la oportunidad para pedirle a la prensa y a la población respeto por la privacidad de Feinzaig y Cascante, y de sus familiares. Entiendo, tienen derecho a su intimidad, a poder recuperarse en paz sin sentirse acosados por los medios ni por curiosos. Que les den espacio para sanar, porque esto es duro para ellos y para toda su familia. Lo importante ahora es que se concentren en recuperarse bien.
En fin, la cosa pinta un poquito mejor para Feinzaig, pero la incertidumbre persiste por Cascante. Este incidente, además de poner en riesgo la vida de estas personas, también ha generado debate sobre seguridad vial y la responsabilidad de los conductores. Se habla de mejorar las carreteras, de hacer campañas de concientización, de endurecer las sanciones para quienes infringen las normas de tránsito. ¡Claro, siempre después pasa! Pero bueno, esperemos que esto sirva de algo para evitar tragedias similares en el futuro. Es que, a veces, toca que le pase algo a uno para que la gente preste atención, ¿verdad?
Después de todo esto, me queda una gran inquietud: ¿cree usted que este accidente afectará la campaña presidencial o simplemente será recordado como un trágico incidente que marcó una pausa en la contienda electoral? Dejen sus opiniones en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensa el pueblo!
