¡Ay, dios mío! La cosa está más caliente que gallina pochada en este cierre de campaña presidencial. Laura Fernández, la candidata del Partido Pueblo Soberano, soltó la bomba en una entrevista exclusiva con Noticias Columbia: ¡querían echarle droga al carro pa’ tumbarla y evitar que llegue a la Casa Amarilla! Un brete el que está viviendo la señora, entre micrófonos espías, misas canceladas y ahora esta acusación tremenda.
Fernández relató que la información llegó gracias a un preso, un tipo que anda cumpliendo condena en pelones y que, al parecer, tuvo conciencia y dio el dato. Según él, unos delincuentes con historiales criminales pesadísimos estaban planeando plantarle droga en el carro y luego denunciarla al OIJ para meterla caleta. Imagínate la torta que habría sido. ¡Una verdadera jugada baja!
La candidata, visiblemente afectada pero manteniendo la calma, contó que aún no ha recibido ninguna notificación formal del Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Dice que ella puso la denuncia por el tema del micrófono encontrado en su casa de campaña en Pavas, pero hasta ahora ni siquiera le han dado visita. “El OIJ sigue con toda su calma, a su ritmo,” comentó con un deje de sarcasmo, porque obviamente, el tiempo corre y la campaña no espera a nadie.
Y hablando de cámaras, el episodio de la misa en la Basílica de los Ángeles también la tuvo con el corazón en la boca. Reconoció que hubo un malentendido y que ella simplemente quería ofrecer una oración personal por su candidatura y por su familia, pero la filtración de la información arruinó todo. “Me dolió muchísimo que se usara el nombre de La Negrita para fines políticos, yo no permito eso,” afirmó decididamente.
Fernández explicó que habló con el Padre Miguel Adrián, rector de la Basílica, y le pidió que dejara el dinero pagado por la misa como una ofrenda. Luego, fue a misa a otra iglesia, en completo sigilo, buscando conectar con su fe sin generar controversia. Claramente, prefiere mantener esas cosas en privado, después de tanto revuelo.
Pero lo más grave, sin duda, es el presunto plan de sembrarle drogas. Ella insiste en que confía en la mano de Dios y que este incidente confirma su creencia en que fuerzas oscuras están tratando de sabotear su carrera política. Según cuenta, el preso que reportó el complot fue trasladado del sistema penitenciario a la Policía de Control de Drogas y al OIJ para protegerlo y continuar investigando el asunto. Un alivio para Fernández saber que las autoridades están tomando esto en serio, aunque a ella le toca lidiar con la incertidumbre.
Es evidente que la campaña de Laura Fernández ha sido sacudida por estas situaciones. Entre el microfono, la misa y ahora este intento de "sembarle", la señora ha tenido que demostrar temple y resistencia. Muchos se preguntan si estos incidentes fortalecerán su imagen como víctima de una conspiración o si terminarán por dañar su credibilidad. El panorama político está más impredecible que nunca, y cada día surgen nuevas sorpresas.
Ahora, díganme, colegas del Foro: ¿creen que estas acusaciones tienen fundamento? ¿Son parte de una estrategia de desprestigio en contra de Laura Fernández, o hay algo más detrás de todo esto? ¿Cómo creen que impactará esto en las próximas elecciones?
Fernández relató que la información llegó gracias a un preso, un tipo que anda cumpliendo condena en pelones y que, al parecer, tuvo conciencia y dio el dato. Según él, unos delincuentes con historiales criminales pesadísimos estaban planeando plantarle droga en el carro y luego denunciarla al OIJ para meterla caleta. Imagínate la torta que habría sido. ¡Una verdadera jugada baja!
La candidata, visiblemente afectada pero manteniendo la calma, contó que aún no ha recibido ninguna notificación formal del Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Dice que ella puso la denuncia por el tema del micrófono encontrado en su casa de campaña en Pavas, pero hasta ahora ni siquiera le han dado visita. “El OIJ sigue con toda su calma, a su ritmo,” comentó con un deje de sarcasmo, porque obviamente, el tiempo corre y la campaña no espera a nadie.
Y hablando de cámaras, el episodio de la misa en la Basílica de los Ángeles también la tuvo con el corazón en la boca. Reconoció que hubo un malentendido y que ella simplemente quería ofrecer una oración personal por su candidatura y por su familia, pero la filtración de la información arruinó todo. “Me dolió muchísimo que se usara el nombre de La Negrita para fines políticos, yo no permito eso,” afirmó decididamente.
Fernández explicó que habló con el Padre Miguel Adrián, rector de la Basílica, y le pidió que dejara el dinero pagado por la misa como una ofrenda. Luego, fue a misa a otra iglesia, en completo sigilo, buscando conectar con su fe sin generar controversia. Claramente, prefiere mantener esas cosas en privado, después de tanto revuelo.
Pero lo más grave, sin duda, es el presunto plan de sembrarle drogas. Ella insiste en que confía en la mano de Dios y que este incidente confirma su creencia en que fuerzas oscuras están tratando de sabotear su carrera política. Según cuenta, el preso que reportó el complot fue trasladado del sistema penitenciario a la Policía de Control de Drogas y al OIJ para protegerlo y continuar investigando el asunto. Un alivio para Fernández saber que las autoridades están tomando esto en serio, aunque a ella le toca lidiar con la incertidumbre.
Es evidente que la campaña de Laura Fernández ha sido sacudida por estas situaciones. Entre el microfono, la misa y ahora este intento de "sembarle", la señora ha tenido que demostrar temple y resistencia. Muchos se preguntan si estos incidentes fortalecerán su imagen como víctima de una conspiración o si terminarán por dañar su credibilidad. El panorama político está más impredecible que nunca, y cada día surgen nuevas sorpresas.
Ahora, díganme, colegas del Foro: ¿creen que estas acusaciones tienen fundamento? ¿Son parte de una estrategia de desprestigio en contra de Laura Fernández, o hay algo más detrás de todo esto? ¿Cómo creen que impactará esto en las próximas elecciones?