¡Aguante! Parece que el dinero ya no fluye tan rápido como antes por nuestras venas financieras. Tanto los créditos en colones como en dólares han frenado su crecimiento, dejando a muchos preguntándose qué significa esto para el bolsillo del tico promedio. Según el informe del Banco Central, la cosa está más tranquila que un jueves de gallo, y eso nos lleva a analizar si este respiro es bueno o malo para la economía del país.
Si revisamos los números, vemos que el crecimiento interanual del crédito al sector privado cayó de un jugoso 7.6% en septiembre del 2024 a un más moderado 5.6% este año. Y ni hablar del dólar, que pasó de un brinco de casi 12% a apenas un 7.4%. ¡Una diferencia considerable, mae! Esto quiere decir que la gente y las empresas están pidiendo prestado menos plata, y ahí hay que ponerle atención.
Lo curioso es que la desaceleración en el crédito en dólares se sintió más en los bancos públicos, donde la cosa bajó aún más. Parece que estos bancos tuvieron que apretar el cinturón más que los privados. Mientras tanto, el Banco Central dice que esta tranquilidad en el crédito en dólares ha ayudado a evitar que la cosa se dolarice demasiado, algo que siempre es bueno para mantenernos fuertes en nuestra moneda nacional.
Pero ¿por qué estamos viendo esto? Pues resulta que el costo de pedir prestado en colones ha ido bajando, haciendo que sea más atractivo optar por nuestra moneda. Además, las expectativas de cómo se moverá el tipo de cambio también juegan un papel importante. Cuando se cree que el dólar va a subir, la gente prefiere el colón, y viceversa. El Banco Central está tratando de mantenerlo todo equilibrado, diay.
Ahora, hablando de dónde va a parar esa plata, parece que la mayoría –casi el 85%– se destina al consumo, la vivienda, los servicios y el comercio. Eso es mucha pasta, compa. Esto, aunque impulse algunos sectores, también puede significar que no haya suficiente dinero para otras áreas importantes como la industria o la agricultura. Hay que darle vueltas a esto, porque a la larga afecta a todos.
Y ojo, porque aunque la morosidad (el atraso en los pagos) sigue siendo baja en general, hay algunas señales que indican que podría aumentar. El indicador de morosidad mayor a 90 días y en cobro judicial sí bajó, pero la mora amplia, que incluye otros tipos de problemas, subió un poquito. Siempre hay que estar ojo avizor para evitar que la cosa se vaya al traste.
Para cerrar, el Banco Central proyecta que tanto el ahorro como el crédito seguirán creciendo este año, pero a un ritmo más lento. Todo esto está relacionado con cómo anda la economía en general y cómo se comporta el ingreso de los hogares. La Ley de Manejo Eficiente de Liquidez del Sector Público también está contribuyendo a que la cosa esté más controlada, buscando evitar sobresaltos y mantener la calma en medio de la tormenta.
Entonces, ¿qué opinas tú, mae? Con este freno en el crecimiento del crédito, ¿crees que vamos hacia una economía más estable o estamos perdiendo oportunidades valiosas para impulsar el desarrollo? ¿Esta desaceleración es una pausa necesaria o deberíamos preocuparnos de que le falte impulso a nuestra querida Costa Rica?
Si revisamos los números, vemos que el crecimiento interanual del crédito al sector privado cayó de un jugoso 7.6% en septiembre del 2024 a un más moderado 5.6% este año. Y ni hablar del dólar, que pasó de un brinco de casi 12% a apenas un 7.4%. ¡Una diferencia considerable, mae! Esto quiere decir que la gente y las empresas están pidiendo prestado menos plata, y ahí hay que ponerle atención.
Lo curioso es que la desaceleración en el crédito en dólares se sintió más en los bancos públicos, donde la cosa bajó aún más. Parece que estos bancos tuvieron que apretar el cinturón más que los privados. Mientras tanto, el Banco Central dice que esta tranquilidad en el crédito en dólares ha ayudado a evitar que la cosa se dolarice demasiado, algo que siempre es bueno para mantenernos fuertes en nuestra moneda nacional.
Pero ¿por qué estamos viendo esto? Pues resulta que el costo de pedir prestado en colones ha ido bajando, haciendo que sea más atractivo optar por nuestra moneda. Además, las expectativas de cómo se moverá el tipo de cambio también juegan un papel importante. Cuando se cree que el dólar va a subir, la gente prefiere el colón, y viceversa. El Banco Central está tratando de mantenerlo todo equilibrado, diay.
Ahora, hablando de dónde va a parar esa plata, parece que la mayoría –casi el 85%– se destina al consumo, la vivienda, los servicios y el comercio. Eso es mucha pasta, compa. Esto, aunque impulse algunos sectores, también puede significar que no haya suficiente dinero para otras áreas importantes como la industria o la agricultura. Hay que darle vueltas a esto, porque a la larga afecta a todos.
Y ojo, porque aunque la morosidad (el atraso en los pagos) sigue siendo baja en general, hay algunas señales que indican que podría aumentar. El indicador de morosidad mayor a 90 días y en cobro judicial sí bajó, pero la mora amplia, que incluye otros tipos de problemas, subió un poquito. Siempre hay que estar ojo avizor para evitar que la cosa se vaya al traste.
Para cerrar, el Banco Central proyecta que tanto el ahorro como el crédito seguirán creciendo este año, pero a un ritmo más lento. Todo esto está relacionado con cómo anda la economía en general y cómo se comporta el ingreso de los hogares. La Ley de Manejo Eficiente de Liquidez del Sector Público también está contribuyendo a que la cosa esté más controlada, buscando evitar sobresaltos y mantener la calma en medio de la tormenta.
Entonces, ¿qué opinas tú, mae? Con este freno en el crecimiento del crédito, ¿crees que vamos hacia una economía más estable o estamos perdiendo oportunidades valiosas para impulsar el desarrollo? ¿Esta desaceleración es una pausa necesaria o deberíamos preocuparnos de que le falte impulso a nuestra querida Costa Rica?