¡Ay, Dios mío! Se armó la vaina en la Asamblea Legislativa, ¿eh? Después de mucho parloteo y andar dando vueltas, decidieron no levantarle el fuero a don Rodri, nuestro querido Presidente. 35 a favor, 21 en contra, así quedó el conteo. Pero tranquilos, que esto apenas empieza, porque el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) salió con un comunicado que te pone la piel de gallina.
Lo primero que quiere dejar claro el TSE es que respetan la decisión de los diputados, obvio, tienen que decirlo para no meterse en broncas. Pero ahí le meten, explicando que en estas cosas políticas, a veces hay que considerar otras cositas aparte de lo que dice la ley, como vaya la onda o si les conviene a la hora de la verdad. Como decimos nosotros, 'a veces hay que echar billete pa'l río'.
Y luego, el TSE se jacta de que con toda esta movida, se ha comprobado que ellos sí tienen la autoridad para investigar y sancionar al Presidente por esos señalamientos de beligerancia política. Que no se le olvidé, mae, que ya le abrieron 15 denuncias por andar tirándole piedras al tejado ajeno. ¡Uy, eso no queda bien!
Pero bueno, ¿qué va a pasar ahora que no le quitaron el fuero? Pues temporalmente se suspende el proceso sancionario, como si le pusieran pausa al brete. Pero ojo, que esto se reanudará tan pronto como expire su mandato, el 8 de mayo. Ahí sí, se acabó el juego, y el TSE estará listo para aplicar la ley, ¡sin rodeos ni excusas!
Ahora, algunos se preguntarán: ¿por qué tanto alboroto para levantarle el fuero? Resulta que, para acusar formalmente al Presidente por beligerancia política, el TSE necesita la aprobación de la Asamblea Legislativa. Y para aprobarla, se necesita una votación calificada, o sea, casi unanimidad. Y como sabemos, conseguir eso en Costa Rica es más difícil que encontrar estacionamiento en el Mercado Central los fines de semana.
Y hablando de beligerancia política, ¿qué diablos significa eso? En pocas palabras, es cuando un funcionario público se olvida de que debe ser neutral y empieza a tomar partido abiertamente, usando su puesto para favorecer a unos u otros. Eso está prohibido por la Constitución y la ley, y puede acarrear consecuencias graves, como la destitución del cargo e incluso la inhabilitación para ejercer cualquier función pública durante varios años.
Vamos por los números: si el TSE decide ir a fondo y sancionar al Presidente, podría enfrentarse a una suspensión de funciones que oscilaría entre dos y cuatro años. ¡Imagínate! Un exmandatario sin poder trabajar en ningún lado relacionado con el gobierno. ¡Eso sí que sería una vara que le caería con ganas!
Entonces, vamos al grano: el TSE espera pacientemente a que termine el mandato de Chaves para activar el proceso sancionador. Mientras tanto, el Presidente seguirá manejando los asuntos del país, aunque con la espada de Damocles pendiendo sobre su cabeza. ¿Creen ustedes que el TSE hará justicia al final del camino, o esta será otra novela más en la larga historia de la política nacional? ¡Déjenme saber sus opiniones en los comentarios!
Lo primero que quiere dejar claro el TSE es que respetan la decisión de los diputados, obvio, tienen que decirlo para no meterse en broncas. Pero ahí le meten, explicando que en estas cosas políticas, a veces hay que considerar otras cositas aparte de lo que dice la ley, como vaya la onda o si les conviene a la hora de la verdad. Como decimos nosotros, 'a veces hay que echar billete pa'l río'.
Y luego, el TSE se jacta de que con toda esta movida, se ha comprobado que ellos sí tienen la autoridad para investigar y sancionar al Presidente por esos señalamientos de beligerancia política. Que no se le olvidé, mae, que ya le abrieron 15 denuncias por andar tirándole piedras al tejado ajeno. ¡Uy, eso no queda bien!
Pero bueno, ¿qué va a pasar ahora que no le quitaron el fuero? Pues temporalmente se suspende el proceso sancionario, como si le pusieran pausa al brete. Pero ojo, que esto se reanudará tan pronto como expire su mandato, el 8 de mayo. Ahí sí, se acabó el juego, y el TSE estará listo para aplicar la ley, ¡sin rodeos ni excusas!
Ahora, algunos se preguntarán: ¿por qué tanto alboroto para levantarle el fuero? Resulta que, para acusar formalmente al Presidente por beligerancia política, el TSE necesita la aprobación de la Asamblea Legislativa. Y para aprobarla, se necesita una votación calificada, o sea, casi unanimidad. Y como sabemos, conseguir eso en Costa Rica es más difícil que encontrar estacionamiento en el Mercado Central los fines de semana.
Y hablando de beligerancia política, ¿qué diablos significa eso? En pocas palabras, es cuando un funcionario público se olvida de que debe ser neutral y empieza a tomar partido abiertamente, usando su puesto para favorecer a unos u otros. Eso está prohibido por la Constitución y la ley, y puede acarrear consecuencias graves, como la destitución del cargo e incluso la inhabilitación para ejercer cualquier función pública durante varios años.
Vamos por los números: si el TSE decide ir a fondo y sancionar al Presidente, podría enfrentarse a una suspensión de funciones que oscilaría entre dos y cuatro años. ¡Imagínate! Un exmandatario sin poder trabajar en ningún lado relacionado con el gobierno. ¡Eso sí que sería una vara que le caería con ganas!
Entonces, vamos al grano: el TSE espera pacientemente a que termine el mandato de Chaves para activar el proceso sancionador. Mientras tanto, el Presidente seguirá manejando los asuntos del país, aunque con la espada de Damocles pendiendo sobre su cabeza. ¿Creen ustedes que el TSE hará justicia al final del camino, o esta será otra novela más en la larga historia de la política nacional? ¡Déjenme saber sus opiniones en los comentarios!