¡Qué barbaridad, raza! Este caso te pone la piel gallina. Un señor llamado Gómez Gutiérrez, de unos cuarenta y pico aparentes, acaba de recibir la sentencia más cabrona que se le pudo dar: catorce años de pila por acosar a dos nenas, apenas unas cositas de once y doce añitos, usando las redes sociales. ¡Eso sí da escalofríos!
La movida empezó hace casi dos años, en mayo y julio del 2024. El tipo, con la picardía de un coyote, se hizo amigo de estas dos angelitas por Facebook e Instagram. Les prometió tatuajes gratis, ¡una vaina para engancharlas! Pero claro, el plan era mucho peor. Una vez que tenía sus teléfonos y cuentas, empezó a pedirles fotos íntimas. ¡Imagínense el susto y el daño psicológico que esto les debió causar a esas nenas!
Lo que más me huele mal es que, según la información que salió, este mae no se quedó solo con pedir las fotos. Amenazaba a las niñas si no le mandaban más imágenes o si intentaban contarle a alguien lo que estaba pasando. ¡Esto ya es cruzar todas las líneas de decencia! Qué poca vergüenza, diay.
La Fiscalía Adjunta de Género, que viene haciendo un trabajo excelente, presentó pruebas contundentes ante el Tribunal Penal de San José. Demostraron cómo Gómez usaba las plataformas online para manipular y abusar de la confianza de estas menores. Se presentaron chats, capturas de pantalla, todo para dejar clara su culpabilidad. No había manera de darle largas a esta cosa.
Y ahí quedó demostrado, má’ que clarito. El juez no tuvo otra opción que dictarle catorce años de cárcel. Por ahora, va a estar encarcelado durante seis meses mientras se confirma la sentencia, pero eso es lo de menos. Lo importante es que este tipo nunca más podrá acercarse a ninguna niña ni siquiera pensar en hacerle una broma así, ¡mucho menos acosarla!
Este caso nos recuerda, una vez más, lo peligroso que pueden ser las redes sociales si no tenemos cuidado. Los niños y adolescentes son especialmente vulnerables porque todavía están aprendiendo a navegar por estos espacios virtuales. Los padres debemos estar pendientes, enseñarles a proteger su privacidad y a denunciar cualquier comportamiento sospechoso. ¡Es nuestra responsabilidad!
Además, la condena sirve como mensaje claro para otros depredadores online: Costa Rica no tolera este tipo de actos. Las autoridades están trabajando duro para identificar y castigar a quienes abusan de menores a través de internet. Así que, si tienes alguna información que pueda ayudar a resolver otro caso, ¡denuncia! No seas cómplice de esta lacra.
Ahora bien, aquí viene la pregunta para el Foro: ¿Cómo podemos fortalecer la educación digital en nuestras escuelas y hogares para proteger mejor a nuestros hijos de estos peligros online? ¿Qué medidas prácticas creen que deberían implementarse para crear un entorno virtual más seguro para las nuevas generaciones?
La movida empezó hace casi dos años, en mayo y julio del 2024. El tipo, con la picardía de un coyote, se hizo amigo de estas dos angelitas por Facebook e Instagram. Les prometió tatuajes gratis, ¡una vaina para engancharlas! Pero claro, el plan era mucho peor. Una vez que tenía sus teléfonos y cuentas, empezó a pedirles fotos íntimas. ¡Imagínense el susto y el daño psicológico que esto les debió causar a esas nenas!
Lo que más me huele mal es que, según la información que salió, este mae no se quedó solo con pedir las fotos. Amenazaba a las niñas si no le mandaban más imágenes o si intentaban contarle a alguien lo que estaba pasando. ¡Esto ya es cruzar todas las líneas de decencia! Qué poca vergüenza, diay.
La Fiscalía Adjunta de Género, que viene haciendo un trabajo excelente, presentó pruebas contundentes ante el Tribunal Penal de San José. Demostraron cómo Gómez usaba las plataformas online para manipular y abusar de la confianza de estas menores. Se presentaron chats, capturas de pantalla, todo para dejar clara su culpabilidad. No había manera de darle largas a esta cosa.
Y ahí quedó demostrado, má’ que clarito. El juez no tuvo otra opción que dictarle catorce años de cárcel. Por ahora, va a estar encarcelado durante seis meses mientras se confirma la sentencia, pero eso es lo de menos. Lo importante es que este tipo nunca más podrá acercarse a ninguna niña ni siquiera pensar en hacerle una broma así, ¡mucho menos acosarla!
Este caso nos recuerda, una vez más, lo peligroso que pueden ser las redes sociales si no tenemos cuidado. Los niños y adolescentes son especialmente vulnerables porque todavía están aprendiendo a navegar por estos espacios virtuales. Los padres debemos estar pendientes, enseñarles a proteger su privacidad y a denunciar cualquier comportamiento sospechoso. ¡Es nuestra responsabilidad!
Además, la condena sirve como mensaje claro para otros depredadores online: Costa Rica no tolera este tipo de actos. Las autoridades están trabajando duro para identificar y castigar a quienes abusan de menores a través de internet. Así que, si tienes alguna información que pueda ayudar a resolver otro caso, ¡denuncia! No seas cómplice de esta lacra.
Ahora bien, aquí viene la pregunta para el Foro: ¿Cómo podemos fortalecer la educación digital en nuestras escuelas y hogares para proteger mejor a nuestros hijos de estos peligros online? ¿Qué medidas prácticas creen que deberían implementarse para crear un entorno virtual más seguro para las nuevas generaciones?