¡Ay, Dios mío, qué panorama! La cosa se puso turbia en Quepos, porque resulta que los detectives del OIJ encontraron un montón de pistas sangrientas en la casa donde vivía la pareja de alemanes que apareció enterrada en un terrenito ahí por la montaña. Ya saben, el caso que ha tenido a todos pegaditos a la tele.
Según nos cuentan los allegados, los perritos de la Unidad Canina, Choco y Ambar – esos mae son unos cracks, dicen que no se equivocan nunca – empezaron a dar positivo en varias áreas de la vivienda. Pero lo más fuerte fue que la mayoría de los rastros de sangre estaban concentrados en un cuarto arriba, en el segundo piso. Dicen que ahí mismo, posiblemente, empezó todo el desmadre, el ataque contra los pobres turistas.
Y pa’ rematar, los judiciales tuvieron que hacer pruebas de lofoscopia, esas cosas complicadas pa' buscar huellas dactilares. Imaginen el brete que debió ser, revolviendo cada rincón de la casa buscando alguna pista que les pueda ayudar a atrapar a quien o quiénes hicieron eso. ¡Menudo chin!
Randall Zúñiga, el jefe del OIJ, explicó que el trabajo ha sido durísimo, prácticamente sin parar desde hace más de 24 horas. Lo complicado es que Quepos queda lejos, hay que subir montones para llegar a la zona donde encontraron el cuerpo, casi cuatro horas desde San José. Al parecer, los investigadores llegaron temprano, pero tardaron un rato en conseguir la orden de allanamiento. ¡Pero bueno, así son estas cosas!
Lo que más impacta es que los cuerpos, de un señor de 60 y una dama de 58, aparecieron amarrados y metidos en lo que parecía una bolsa. ¡Imagínate el horror que debieron pasar! Además, parece que intentaron limpiar la escena, lavaron la sangre, aunque dejaron rastros en la cocina que aún estaban mojados. Claramente, alguien quería tapar las penas, pero los perros y los judiciales no le dieron respiro.
Y como si fuera poco, los expertos del OIJ van a aplicar luminol en la casa completa. Pa' eso tienen que cerrar el lugar y esperar que se sequen bien las superficies, pero luego podrán ver dónde salpicó la sangre y reconstruir cómo pasó todo. ¡Una investigación hasta el más mínimo detalle, vamos!
Estos alemanes, aparentemente, eran visitantes frecuentes, tenían acá su segunda casa y pasaban mucho tiempo disfrutando de nuestro país. Ya habrían establecido sus raíces por acá. Por lo que me comentan, todavía no han avisado a sus familiares en Alemania, pero el OIJ ya está en contacto con la embajada para coordinar los trámites necesarios. Espero que puedan recibir la noticia con calma y apoyo, porque es una pena terrible.
En fin, este caso ha levantado muchísima polvareda y ha dejado a todos pensando qué pudo haber pasado. ¿Será que se trató de un asalto que salió mal? ¿O había rencillas personales involucradas? Hay tantas preguntas y tan pocas respuestas claras... ¿Ustedes creen que este caso va a tener un final rápido o seguirá dando de qué hablar por mucho tiempo?
Según nos cuentan los allegados, los perritos de la Unidad Canina, Choco y Ambar – esos mae son unos cracks, dicen que no se equivocan nunca – empezaron a dar positivo en varias áreas de la vivienda. Pero lo más fuerte fue que la mayoría de los rastros de sangre estaban concentrados en un cuarto arriba, en el segundo piso. Dicen que ahí mismo, posiblemente, empezó todo el desmadre, el ataque contra los pobres turistas.
Y pa’ rematar, los judiciales tuvieron que hacer pruebas de lofoscopia, esas cosas complicadas pa' buscar huellas dactilares. Imaginen el brete que debió ser, revolviendo cada rincón de la casa buscando alguna pista que les pueda ayudar a atrapar a quien o quiénes hicieron eso. ¡Menudo chin!
Randall Zúñiga, el jefe del OIJ, explicó que el trabajo ha sido durísimo, prácticamente sin parar desde hace más de 24 horas. Lo complicado es que Quepos queda lejos, hay que subir montones para llegar a la zona donde encontraron el cuerpo, casi cuatro horas desde San José. Al parecer, los investigadores llegaron temprano, pero tardaron un rato en conseguir la orden de allanamiento. ¡Pero bueno, así son estas cosas!
Lo que más impacta es que los cuerpos, de un señor de 60 y una dama de 58, aparecieron amarrados y metidos en lo que parecía una bolsa. ¡Imagínate el horror que debieron pasar! Además, parece que intentaron limpiar la escena, lavaron la sangre, aunque dejaron rastros en la cocina que aún estaban mojados. Claramente, alguien quería tapar las penas, pero los perros y los judiciales no le dieron respiro.
Y como si fuera poco, los expertos del OIJ van a aplicar luminol en la casa completa. Pa' eso tienen que cerrar el lugar y esperar que se sequen bien las superficies, pero luego podrán ver dónde salpicó la sangre y reconstruir cómo pasó todo. ¡Una investigación hasta el más mínimo detalle, vamos!
Estos alemanes, aparentemente, eran visitantes frecuentes, tenían acá su segunda casa y pasaban mucho tiempo disfrutando de nuestro país. Ya habrían establecido sus raíces por acá. Por lo que me comentan, todavía no han avisado a sus familiares en Alemania, pero el OIJ ya está en contacto con la embajada para coordinar los trámites necesarios. Espero que puedan recibir la noticia con calma y apoyo, porque es una pena terrible.
En fin, este caso ha levantado muchísima polvareda y ha dejado a todos pensando qué pudo haber pasado. ¿Será que se trató de un asalto que salió mal? ¿O había rencillas personales involucradas? Hay tantas preguntas y tan pocas respuestas claras... ¿Ustedes creen que este caso va a tener un final rápido o seguirá dando de qué hablar por mucho tiempo?