La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) está evaluando la posibilidad de operar a 20 niños con patologías cardiovasculares fuera del país, específicamente en España. Esta medida se debe a la larga lista de espera y la capacidad limitada de realizar estas cirugías en Costa Rica.
Actualmente, el Hospital Nacional de Niños enfrenta un déficit en el número de cirujanos y anestesiólogos especializados en procedimientos cardiovasculares.
El Dr. Jaime Lazo del Hospital Nacional de Niños destacó que hay 95 menores en lista de espera para cirugías cardiovasculares, de los cuales 20 requieren el procedimiento paliativo conocido como cirugía de Fontan. Esta cirugía no restaura completamente la función cardíaca normal, pero permite a los pacientes vivir por más tiempo. Lazo señaló que hay dos hospitales en Barcelona, España, que podrían realizar estas operaciones, cada una con un costo estimado de entre 35,000 y 37,000 euros. En contraste, el costo en Estados Unidos asciende a 189,000 dólares por procedimiento.
En lo que va del año, el Hospital Nacional de Niños ha realizado solo siete cirugías de Fontan. Lazo explicó que el hospital puede realizar hasta 200 procedimientos anuales, pero la falta de personal especializado limita la cantidad de operaciones. En Costa Rica, nacen aproximadamente 550 niños con cardiopatías congénitas cada año, y alrededor de 250 de estos requieren cirugía cardiovascular. De estos, un 30% son casos de emergencia.
La falta de capacidad para atender a todos los pacientes ha llevado a que algunos niños pierdan su oportunidad de ser operados, volviéndose inoperables, y en algunos casos, falleciendo. Otros padres optan por buscar atención en el extranjero por su cuenta.
El Dr. Lazo sugirió que la CCSS considere establecer convenios internacionales o contratar servicios médicos en el extranjero para abordar esta situación. Esta decisión será evaluada por la Gerencia Médica de la CCSS. La medida ha generado diversas opiniones, desde el reconocimiento de la necesidad urgente de intervenciones hasta cuestionamientos sobre la gestión de recursos y la capacidad del sistema de salud costarricense.
El traslado de pacientes para recibir atención médica en el extranjero no es una práctica nueva, pero sí una que implica retos logísticos, financieros y éticos significativos. Además, resalta la necesidad de fortalecer la infraestructura y capacidad del sistema de salud nacional para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
La CCSS se enfrenta a una decisión crucial que no solo impacta la vida de estos 20 niños y sus familias, sino que también pone en el foco la necesidad de reformas estructurales en el sistema de salud costarricense.
La búsqueda de soluciones a corto plazo mediante la atención internacional podría ser una medida paliativa mientras se trabaja en la construcción de una capacidad interna más robusta y autosuficiente.
Actualmente, el Hospital Nacional de Niños enfrenta un déficit en el número de cirujanos y anestesiólogos especializados en procedimientos cardiovasculares.
El Dr. Jaime Lazo del Hospital Nacional de Niños destacó que hay 95 menores en lista de espera para cirugías cardiovasculares, de los cuales 20 requieren el procedimiento paliativo conocido como cirugía de Fontan. Esta cirugía no restaura completamente la función cardíaca normal, pero permite a los pacientes vivir por más tiempo. Lazo señaló que hay dos hospitales en Barcelona, España, que podrían realizar estas operaciones, cada una con un costo estimado de entre 35,000 y 37,000 euros. En contraste, el costo en Estados Unidos asciende a 189,000 dólares por procedimiento.
En lo que va del año, el Hospital Nacional de Niños ha realizado solo siete cirugías de Fontan. Lazo explicó que el hospital puede realizar hasta 200 procedimientos anuales, pero la falta de personal especializado limita la cantidad de operaciones. En Costa Rica, nacen aproximadamente 550 niños con cardiopatías congénitas cada año, y alrededor de 250 de estos requieren cirugía cardiovascular. De estos, un 30% son casos de emergencia.
La falta de capacidad para atender a todos los pacientes ha llevado a que algunos niños pierdan su oportunidad de ser operados, volviéndose inoperables, y en algunos casos, falleciendo. Otros padres optan por buscar atención en el extranjero por su cuenta.
El Dr. Lazo sugirió que la CCSS considere establecer convenios internacionales o contratar servicios médicos en el extranjero para abordar esta situación. Esta decisión será evaluada por la Gerencia Médica de la CCSS. La medida ha generado diversas opiniones, desde el reconocimiento de la necesidad urgente de intervenciones hasta cuestionamientos sobre la gestión de recursos y la capacidad del sistema de salud costarricense.
El traslado de pacientes para recibir atención médica en el extranjero no es una práctica nueva, pero sí una que implica retos logísticos, financieros y éticos significativos. Además, resalta la necesidad de fortalecer la infraestructura y capacidad del sistema de salud nacional para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
La CCSS se enfrenta a una decisión crucial que no solo impacta la vida de estos 20 niños y sus familias, sino que también pone en el foco la necesidad de reformas estructurales en el sistema de salud costarricense.
La búsqueda de soluciones a corto plazo mediante la atención internacional podría ser una medida paliativa mientras se trabaja en la construcción de una capacidad interna más robusta y autosuficiente.