El INA ofrece una oportunidad gratuita y masiva para que 2.400 pescadores y pescadoras actualicen sus certificaciones de zafarrancho, esenciales para la operación segura y legal de embarcaciones en Costa Rica.
En un esfuerzo sin precedentes, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), con el respaldo del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), ha lanzado un programa que permitirá a más de dos mil pescadores y pescadoras renovar sus certificados de zafarrancho. Este certificado es obligatorio para todos aquellos que deseen tripular embarcaciones, ya sean de pequeña, mediana o avanzada escala, y debe renovarse cada cinco años. La iniciativa responde a una necesidad urgente, pues muchas de estas certificaciones están vencidas o próximas a vencer.
El programa tiene un impacto significativo en la comunidad pesquera del país. Las actividades de pesca y navegación son una fuente crucial de ingresos para miles de familias costarricenses. Sin la certificación adecuada, muchos pescadores se encuentran en una situación vulnerable, enfrentando riesgos tanto legales como operacionales. El certificado de zafarrancho no solo acredita que los tripulantes están capacitados para manejar emergencias en alta mar, sino que también garantiza un estándar de seguridad que protege vidas y medios de subsistencia.
Juan Alfaro, Presidente Ejecutivo del INA, destacó la importancia de esta iniciativa no solo para la seguridad, sino también para el desarrollo económico del sector pesquero. "En compromiso con el sector marítimo-pesquero y el desarrollo económico de nuestro país, el INA, junto al MOPT, está facilitando la renovación de los certificados esenciales para la operación segura y legal de las embarcaciones. Con esto, impulsamos la seguridad del sector pesquero, su economía y desarrollo", afirmó Alfaro.
Los talleres se llevarán a cabo en varias localidades del país, iniciando en junio y continuando en septiembre y octubre. En junio se espera atender a 1.200 personas, mientras que las restantes 1.245 recibirán la capacitación a partir de septiembre. Las localidades seleccionadas incluyen el cantón central de Puntarenas, Garabito (Jacó), Quepos, Manzanillo y Paquera en la primera ronda, y más tarde se extenderán a Guanacaste, Limón, la Zona Sur, la Zona Norte y el Pacífico Central.
Para participar, los interesados deben presentar su cédula de identidad y el certificado de zafarrancho vencido o próximo a vencer. Además, se requiere que los participantes estudien previamente una serie de recursos audiovisuales disponibles en la página web del INA. Las fechas y horas específicas de las convocatorias se anunciarán a través de las redes sociales del INA, facilitando así el acceso a la información para todos los pescadores y pescadoras interesados.
Si bien esta iniciativa es un paso positivo, surge la pregunta de si se están abordando todas las necesidades del sector pesquero. La renovación de certificados es crucial, pero ¿qué pasa con otros aspectos como el acceso a equipos de pesca modernos, la sostenibilidad de las prácticas pesqueras y el apoyo financiero para los pequeños pescadores? A menudo, las soluciones gubernamentales tienden a ser fragmentarias, dejando huecos significativos en el apoyo integral que estos trabajadores del mar realmente necesitan.
En un país donde la pesca es una actividad esencial, garantizar la seguridad y la legalidad de las operaciones es fundamental. Sin embargo, para que estos esfuerzos tengan un impacto duradero, deben estar acompañados de políticas más amplias que aborden los desafíos estructurales del sector.
La esperanza es que iniciativas como esta del INA sean el inicio de un compromiso más profundo y sostenido con la comunidad pesquera costarricense, promoviendo no solo su supervivencia, sino también su prosperidad.
En un esfuerzo sin precedentes, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), con el respaldo del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), ha lanzado un programa que permitirá a más de dos mil pescadores y pescadoras renovar sus certificados de zafarrancho. Este certificado es obligatorio para todos aquellos que deseen tripular embarcaciones, ya sean de pequeña, mediana o avanzada escala, y debe renovarse cada cinco años. La iniciativa responde a una necesidad urgente, pues muchas de estas certificaciones están vencidas o próximas a vencer.
El programa tiene un impacto significativo en la comunidad pesquera del país. Las actividades de pesca y navegación son una fuente crucial de ingresos para miles de familias costarricenses. Sin la certificación adecuada, muchos pescadores se encuentran en una situación vulnerable, enfrentando riesgos tanto legales como operacionales. El certificado de zafarrancho no solo acredita que los tripulantes están capacitados para manejar emergencias en alta mar, sino que también garantiza un estándar de seguridad que protege vidas y medios de subsistencia.
Juan Alfaro, Presidente Ejecutivo del INA, destacó la importancia de esta iniciativa no solo para la seguridad, sino también para el desarrollo económico del sector pesquero. "En compromiso con el sector marítimo-pesquero y el desarrollo económico de nuestro país, el INA, junto al MOPT, está facilitando la renovación de los certificados esenciales para la operación segura y legal de las embarcaciones. Con esto, impulsamos la seguridad del sector pesquero, su economía y desarrollo", afirmó Alfaro.
Los talleres se llevarán a cabo en varias localidades del país, iniciando en junio y continuando en septiembre y octubre. En junio se espera atender a 1.200 personas, mientras que las restantes 1.245 recibirán la capacitación a partir de septiembre. Las localidades seleccionadas incluyen el cantón central de Puntarenas, Garabito (Jacó), Quepos, Manzanillo y Paquera en la primera ronda, y más tarde se extenderán a Guanacaste, Limón, la Zona Sur, la Zona Norte y el Pacífico Central.
Para participar, los interesados deben presentar su cédula de identidad y el certificado de zafarrancho vencido o próximo a vencer. Además, se requiere que los participantes estudien previamente una serie de recursos audiovisuales disponibles en la página web del INA. Las fechas y horas específicas de las convocatorias se anunciarán a través de las redes sociales del INA, facilitando así el acceso a la información para todos los pescadores y pescadoras interesados.
Si bien esta iniciativa es un paso positivo, surge la pregunta de si se están abordando todas las necesidades del sector pesquero. La renovación de certificados es crucial, pero ¿qué pasa con otros aspectos como el acceso a equipos de pesca modernos, la sostenibilidad de las prácticas pesqueras y el apoyo financiero para los pequeños pescadores? A menudo, las soluciones gubernamentales tienden a ser fragmentarias, dejando huecos significativos en el apoyo integral que estos trabajadores del mar realmente necesitan.
En un país donde la pesca es una actividad esencial, garantizar la seguridad y la legalidad de las operaciones es fundamental. Sin embargo, para que estos esfuerzos tengan un impacto duradero, deben estar acompañados de políticas más amplias que aborden los desafíos estructurales del sector.
La esperanza es que iniciativas como esta del INA sean el inicio de un compromiso más profundo y sostenido con la comunidad pesquera costarricense, promoviendo no solo su supervivencia, sino también su prosperidad.