¡Patético, diay! Así se puede describir lo que pasó en la Asamblea Legislativa el lunes pasado con el tema de la inmunidad del Presidente Rodrigo Chaves. Después de meses de tira y afán, de comisiones y debates, al final los diputados no lograron los votos necesarios para dejarlo caer, y el caso de presunta concusión se queda varado por el momento. Una verdadera decepción para muchos, claro, pero quizás, como dirían algunos, 'era de esperarse' viendo cómo se puso el ambiente.
Recordemos que la diputada del PLN, Andrea Álvarez, quien lideró la comisión que recomendó levantar el fuero presidencial, había trabajado duro para presentar un informe sólido, basado en evidencias y argumentos jurídicos. Álvarez y sus compañeros de comisión, Rocío Alfaro (Frente Amplio) y Daniel Vargas (oficialista), jugaron un papel clave en el proceso, buscando analizar la situación con seriedad y responsabilidad. Pero parece que a otros les importó más el juego político que la justicia.
La diputada Álvarez fue bastante clara al respecto en declaraciones posteriores a la votación. Dijo estar en desacuerdo con aquellos colegas que optaron por motivaciones político-electorales en lugar de basarse en fundamentos legales. "En todo el mes que estuvimos sesionando en la comisión, siempre insistí que debíamos irnos por argumentos jurídicos", puntualizó. Esa es la pura verdad, mae. Parece que algunos diputados se dejaron llevar por el miedo a perder votos o a quedar mal con ciertos sectores, sacrificando así la integridad del proceso.
Por otro lado, tuvimos a diputados como Fabricio Alvarado de Nueva República, que argumentaban que levantar la inmunidad a Chaves sería darle una victoria al ‘chavismo’ en las próximas elecciones. ¡Pero qué va!, diay. Eso suena más a excusa barata que a preocupación genuina por el bienestar del país. Meter política en un tema judicial es lo peor que puede pasar, y ahí quedó demostrado. Se nota que algunos quieren montar bronca donde no la hay.
Álvarez también resaltó el esfuerzo realizado por la comisión, enfatizando que se comprometieron a cumplir con la seriedad y responsabilidad que la ciudadanía esperaba. "Lo importante para mí de todo este proceso es que la Asamblea Legislativa y la Comisión especialmente, estuvimos a la altura de lo que la ciudadanía merecía...”, dijo. Se esforzaron, sí señor, pero a veces, aunque hagas todo bien, si los demás no te acompañan, se va todo al traste, ¿no?
Las acusaciones de presión y lobby tampoco faltaron en la jornada. Varios diputados hablaron de intentos de influencia tanto desde Casa Presidencial como por parte de Rodrigo Arias. Andrea Álvarez negó haber participado en esos juegos, afirmando que solo habló con su fracción para explicar el trabajo realizado. ¿Será cierto? Bueno, en la política nacional, las apariencias engañan, y nadie sabe realmente qué pasa entre bambalinas.
Al final, el conteo dejó claro que el apoyo para levantar el fuero no fue suficiente. 34 votos a favor contra 21 en contra. Esto significa que Chaves mantiene su inmunidad y las autoridades judiciales tendrán que esperar hasta que termine su período presidencial para poder avanzar con el caso. Un revés para la justicia, un golpe para la confianza ciudadana y una muestra más de que la política en Costa Rica a veces se arrastra más lento que una tortuga en brea.
Después de este panorama, ¿creen ustedes que la Asamblea Legislativa debería considerar mecanismos para evitar que temas tan importantes como este se vean influenciados por intereses políticos y partidistas? ¿O es inevitable que estos factores jueguen un papel en decisiones judiciales?
Recordemos que la diputada del PLN, Andrea Álvarez, quien lideró la comisión que recomendó levantar el fuero presidencial, había trabajado duro para presentar un informe sólido, basado en evidencias y argumentos jurídicos. Álvarez y sus compañeros de comisión, Rocío Alfaro (Frente Amplio) y Daniel Vargas (oficialista), jugaron un papel clave en el proceso, buscando analizar la situación con seriedad y responsabilidad. Pero parece que a otros les importó más el juego político que la justicia.
La diputada Álvarez fue bastante clara al respecto en declaraciones posteriores a la votación. Dijo estar en desacuerdo con aquellos colegas que optaron por motivaciones político-electorales en lugar de basarse en fundamentos legales. "En todo el mes que estuvimos sesionando en la comisión, siempre insistí que debíamos irnos por argumentos jurídicos", puntualizó. Esa es la pura verdad, mae. Parece que algunos diputados se dejaron llevar por el miedo a perder votos o a quedar mal con ciertos sectores, sacrificando así la integridad del proceso.
Por otro lado, tuvimos a diputados como Fabricio Alvarado de Nueva República, que argumentaban que levantar la inmunidad a Chaves sería darle una victoria al ‘chavismo’ en las próximas elecciones. ¡Pero qué va!, diay. Eso suena más a excusa barata que a preocupación genuina por el bienestar del país. Meter política en un tema judicial es lo peor que puede pasar, y ahí quedó demostrado. Se nota que algunos quieren montar bronca donde no la hay.
Álvarez también resaltó el esfuerzo realizado por la comisión, enfatizando que se comprometieron a cumplir con la seriedad y responsabilidad que la ciudadanía esperaba. "Lo importante para mí de todo este proceso es que la Asamblea Legislativa y la Comisión especialmente, estuvimos a la altura de lo que la ciudadanía merecía...”, dijo. Se esforzaron, sí señor, pero a veces, aunque hagas todo bien, si los demás no te acompañan, se va todo al traste, ¿no?
Las acusaciones de presión y lobby tampoco faltaron en la jornada. Varios diputados hablaron de intentos de influencia tanto desde Casa Presidencial como por parte de Rodrigo Arias. Andrea Álvarez negó haber participado en esos juegos, afirmando que solo habló con su fracción para explicar el trabajo realizado. ¿Será cierto? Bueno, en la política nacional, las apariencias engañan, y nadie sabe realmente qué pasa entre bambalinas.
Al final, el conteo dejó claro que el apoyo para levantar el fuero no fue suficiente. 34 votos a favor contra 21 en contra. Esto significa que Chaves mantiene su inmunidad y las autoridades judiciales tendrán que esperar hasta que termine su período presidencial para poder avanzar con el caso. Un revés para la justicia, un golpe para la confianza ciudadana y una muestra más de que la política en Costa Rica a veces se arrastra más lento que una tortuga en brea.
Después de este panorama, ¿creen ustedes que la Asamblea Legislativa debería considerar mecanismos para evitar que temas tan importantes como este se vean influenciados por intereses políticos y partidistas? ¿O es inevitable que estos factores jueguen un papel en decisiones judiciales?