Maes, honestamente, cada vez que uno oye la vara de "inversión millonaria del gobierno", como que se le para la peluca y se pone a la defensiva, ¿verdad? Uno piensa en burocracia, en plata que se pierde en el camino o en proyectos que suenan tuanis en el papel pero que al final no llegan a nada. Pero diay, de vez en cuando sale una noticia que, por lo menos, hace que uno levante una ceja y diga: "Hmm, esto suena interesante". Y la última movida de Japdeva es una de esas. ¡Qué nivel de inversión se acaban de tirar, y directo a un tema que nos quita el sueño a todos: la seguridad.
Vamos al grano, que aquí no estamos para cuentos. La Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), que usualmente asociamos con barcos y contenedores, decidió ponerle bonito y soltar un platal que supera los ₡15.500 millones para la Fuerza Pública. Sí, leyeron bien. ¿Y en qué se va a gastar toda esa harina? Pues, para empezar, en 178 unidades móviles nuevecitas de paquete. O sea, 178 patrullas, "perreras", como quieran llamarles, para que los oficiales dejen de andar en esos chunches que a veces parece que se van a desarmar a media persecución. Además de eso, la inversión también va para construir seis delegaciones policiales nuevas. ¡Seis!
Aquí es donde la vara se pone buena. Uno podría preguntarse, ¿qué hace Japdeva metida en temas de seguridad? Y la respuesta, la verdad, tiene toda la lógica del mundo. La plata no sale de la nada, una buena parte (₡3.300 millones) viene del Fondo para el Desarrollo de Japdeva. La idea es que no se puede tener un desarrollo económico robusto en el Caribe, con puertos funcionando a cachete y atrayendo inversión, si la provincia está hecha un despiche en temas de seguridad. Es una jugada estratégica: fortalecer la seguridad para crear un ambiente más estable y atractivo para el brete y el comercio. El anuncio lo hicieron el presi Chaves y la presidenta de Japdeva, Sucy Wing, dejando claro que es un esfuerzo conjunto para ponerle orden a la casa.
Imagínense por un momento lo que esto significa en la práctica. Una flota renovada de patrullas significa, en teoría, mejor capacidad de respuesta, más presencia policial en las calles y oficiales con mejores herramientas para hacer su trabajo. Para la gente de Limón y de otras zonas calientes, ver una patrulla nueva y bien equipada puede ser una señal de que las cosas van en serio. No es solo un asunto de tener carros bonitos; es un mensaje. Se acabaron las excusas de "es que no hay en qué moverse". ¡Qué tuanis sería que esta inversión de verdad se traduzca en una baja en la delincuencia y más tranquilidad para las familias de la zona!
Claro, aquí es donde entra nuestro sano escepticismo tico. El anuncio es una maravilla, la plata es un montón y las intenciones parecen nobles. Pero del dicho al hecho... ya sabemos el trecho. La verdadera prueba de fuego empieza ahora. ¿Cómo se va a gestionar esa compra? ¿Llegarán los 178 vehículos o se quedarán algunos en el camino? ¿Las nuevas delegaciones estarán bien equipadas y con el personal necesario? La plata está, los chunches se van a comprar, o eso nos dicen. Ahora viene lo bueno: que se usen bien y que de verdad impacten la vida de la gente. Pero diay, ahora les tiro la bola a ustedes, maes. ¿Creen que esta millonada de verdad va a hacer una diferencia palpable en la calle, o es solo un curita para un problema mucho más grande? ¿Qué más se necesita aparte de carros y edificios nuevos? ¡Los leo en los comentarios!
Vamos al grano, que aquí no estamos para cuentos. La Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), que usualmente asociamos con barcos y contenedores, decidió ponerle bonito y soltar un platal que supera los ₡15.500 millones para la Fuerza Pública. Sí, leyeron bien. ¿Y en qué se va a gastar toda esa harina? Pues, para empezar, en 178 unidades móviles nuevecitas de paquete. O sea, 178 patrullas, "perreras", como quieran llamarles, para que los oficiales dejen de andar en esos chunches que a veces parece que se van a desarmar a media persecución. Además de eso, la inversión también va para construir seis delegaciones policiales nuevas. ¡Seis!
Aquí es donde la vara se pone buena. Uno podría preguntarse, ¿qué hace Japdeva metida en temas de seguridad? Y la respuesta, la verdad, tiene toda la lógica del mundo. La plata no sale de la nada, una buena parte (₡3.300 millones) viene del Fondo para el Desarrollo de Japdeva. La idea es que no se puede tener un desarrollo económico robusto en el Caribe, con puertos funcionando a cachete y atrayendo inversión, si la provincia está hecha un despiche en temas de seguridad. Es una jugada estratégica: fortalecer la seguridad para crear un ambiente más estable y atractivo para el brete y el comercio. El anuncio lo hicieron el presi Chaves y la presidenta de Japdeva, Sucy Wing, dejando claro que es un esfuerzo conjunto para ponerle orden a la casa.
Imagínense por un momento lo que esto significa en la práctica. Una flota renovada de patrullas significa, en teoría, mejor capacidad de respuesta, más presencia policial en las calles y oficiales con mejores herramientas para hacer su trabajo. Para la gente de Limón y de otras zonas calientes, ver una patrulla nueva y bien equipada puede ser una señal de que las cosas van en serio. No es solo un asunto de tener carros bonitos; es un mensaje. Se acabaron las excusas de "es que no hay en qué moverse". ¡Qué tuanis sería que esta inversión de verdad se traduzca en una baja en la delincuencia y más tranquilidad para las familias de la zona!
Claro, aquí es donde entra nuestro sano escepticismo tico. El anuncio es una maravilla, la plata es un montón y las intenciones parecen nobles. Pero del dicho al hecho... ya sabemos el trecho. La verdadera prueba de fuego empieza ahora. ¿Cómo se va a gestionar esa compra? ¿Llegarán los 178 vehículos o se quedarán algunos en el camino? ¿Las nuevas delegaciones estarán bien equipadas y con el personal necesario? La plata está, los chunches se van a comprar, o eso nos dicen. Ahora viene lo bueno: que se usen bien y que de verdad impacten la vida de la gente. Pero diay, ahora les tiro la bola a ustedes, maes. ¿Creen que esta millonada de verdad va a hacer una diferencia palpable en la calle, o es solo un curita para un problema mucho más grande? ¿Qué más se necesita aparte de carros y edificios nuevos? ¡Los leo en los comentarios!