¡Aguante! Parece que estamos viendo un giro importante en cómo se manejan los delitos relacionados con drogas acá en Costa Rica. Un nuevo informe revela que la justicia restaurativa, esa onda de resolver los problemas hablando y reparando daños en lugar de meter a la gente directo al bote, está dando frutos bien ricos. Las estadísticas muestran una reducción impresionante en la reincidencia y un ahorro considerable para el país, ¡y eso sí que es pa’ celebrar!
Desde hace unos años, nuestro sistema judicial le ha dado más espacio a esta alternativa, inspirándose en modelos internacionales y adaptándolos a nuestra realidad. La idea es simple, pero efectiva: reunir a la víctima, al que cometió el delito y a la comunidad para encontrar una solución juntos que repare el daño y evite que la persona vuelva a caer en problemas. Imagínate, en lugar de que pase años encerrado, participa en programas de tratamiento, compensa a la víctima y aprende de sus errores.
Según el informe de la Política Sobre Evaluación de Drogas, el Programa de Tratamiento de Drogas bajo Supervisión Judicial (PTDJ), que es clave dentro de la justicia restaurativa, ha logrado tasas de reincidencia de apenas un 4% entre sus participantes durante un periodo de dos años. ¡Eso es una locura comparado con el sistema penitenciario tradicional! Ahí, la reincidencia puede llegar al 34%, demostrando que meter a la gente preso no siempre es la respuesta.
Y no solo es que funcione, sino que también sale mucho más barato. Las autoridades judiciales aseguran que los procesos de justicia restaurativa pueden ser hasta un 86% más económicos que seguir la vía penal ordinaria. ¡Piensen en todas las cosas que podríamos hacer con ese dinero! Mejorar escuelas, hospitales, infraestructura… ¡una chiripa! Hay que darle caña a esto porque vamos ahorrando pa' el futuro.
Pero ojo, que no todo es miel sobre hojuelas. Aunque el programa se ha expandido a 13 de los 15 circuitos judiciales del país, todavía hay huecos en la medición y falta información detallada por sexo. Además, en 2024 se impulsó un protocolo especial para atender a mujeres en situación de vulnerabilidad con delitos menores relacionados con drogas, reconociendo las desigualdades que enfrentan. De hecho, casi la mitad de las mujeres en prisión están ahí por temas de drogas, según datos oficiales. ¡Qué carga!
El año 2022 vimos 90 mujeres recibiendo atención por medio de la justicia restaurativa, y para 2023 esa cifra saltó a 225, con la expectativa de alcanzar las 2030 para finales de este año. Esto demuestra que la estrategia está funcionando, especialmente cuando se enfoca en atender las necesidades específicas de las mujeres. Se está haciendo un esfuerzo por salir adelante, diay, pero hay obstáculos.
El problema ahora es que los presupuestos ajustados están afectando la capacidad de contratar personal especializado y ampliar el alcance del programa. ¡Esto es un verdadero despiche! Justo cuando vemos resultados tan prometedores, nos topamos con trabas burocráticas y falta de recursos. Esperemos que las autoridades le den la importancia que merece a esta iniciativa y le asignen los fondos necesarios para que siga creciendo y beneficiando a toda la sociedad.
Entonces, ¿crees que la justicia restaurativa es el camino correcto para abordar los problemas relacionados con drogas en Costa Rica? ¿Deberíamos invertir más recursos en estos programas o prefieres mantener el enfoque tradicional en el sistema penitenciario? ¡Danos tu opinión en el foro y contemos qué piensas sobre este tema!
Desde hace unos años, nuestro sistema judicial le ha dado más espacio a esta alternativa, inspirándose en modelos internacionales y adaptándolos a nuestra realidad. La idea es simple, pero efectiva: reunir a la víctima, al que cometió el delito y a la comunidad para encontrar una solución juntos que repare el daño y evite que la persona vuelva a caer en problemas. Imagínate, en lugar de que pase años encerrado, participa en programas de tratamiento, compensa a la víctima y aprende de sus errores.
Según el informe de la Política Sobre Evaluación de Drogas, el Programa de Tratamiento de Drogas bajo Supervisión Judicial (PTDJ), que es clave dentro de la justicia restaurativa, ha logrado tasas de reincidencia de apenas un 4% entre sus participantes durante un periodo de dos años. ¡Eso es una locura comparado con el sistema penitenciario tradicional! Ahí, la reincidencia puede llegar al 34%, demostrando que meter a la gente preso no siempre es la respuesta.
Y no solo es que funcione, sino que también sale mucho más barato. Las autoridades judiciales aseguran que los procesos de justicia restaurativa pueden ser hasta un 86% más económicos que seguir la vía penal ordinaria. ¡Piensen en todas las cosas que podríamos hacer con ese dinero! Mejorar escuelas, hospitales, infraestructura… ¡una chiripa! Hay que darle caña a esto porque vamos ahorrando pa' el futuro.
Pero ojo, que no todo es miel sobre hojuelas. Aunque el programa se ha expandido a 13 de los 15 circuitos judiciales del país, todavía hay huecos en la medición y falta información detallada por sexo. Además, en 2024 se impulsó un protocolo especial para atender a mujeres en situación de vulnerabilidad con delitos menores relacionados con drogas, reconociendo las desigualdades que enfrentan. De hecho, casi la mitad de las mujeres en prisión están ahí por temas de drogas, según datos oficiales. ¡Qué carga!
El año 2022 vimos 90 mujeres recibiendo atención por medio de la justicia restaurativa, y para 2023 esa cifra saltó a 225, con la expectativa de alcanzar las 2030 para finales de este año. Esto demuestra que la estrategia está funcionando, especialmente cuando se enfoca en atender las necesidades específicas de las mujeres. Se está haciendo un esfuerzo por salir adelante, diay, pero hay obstáculos.
El problema ahora es que los presupuestos ajustados están afectando la capacidad de contratar personal especializado y ampliar el alcance del programa. ¡Esto es un verdadero despiche! Justo cuando vemos resultados tan prometedores, nos topamos con trabas burocráticas y falta de recursos. Esperemos que las autoridades le den la importancia que merece a esta iniciativa y le asignen los fondos necesarios para que siga creciendo y beneficiando a toda la sociedad.
Entonces, ¿crees que la justicia restaurativa es el camino correcto para abordar los problemas relacionados con drogas en Costa Rica? ¿Deberíamos invertir más recursos en estos programas o prefieres mantener el enfoque tradicional en el sistema penitenciario? ¡Danos tu opinión en el foro y contemos qué piensas sobre este tema!