¡Ay, Dios mío, qué bronca! La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), nuestro orgullo nacional, parece estar metida en un brete gordo. La deuda que le tiene el gobierno ya superó los ¢4,2 billones, y eso, mis amigos, no es ningún chamaco. Esto ha encendido todas las alarmas y ha levantado la voz de sindicatos, trabajadores y, claro, de políticos buscando capital político.
Fernando Zamora, el candidato del Partido Nueva Generación (PNG), agarró el toro por los cuernos y salió a decir que esta situación es “moralmente inaceptable”. No se anduvo con rodeos, puso a sudar al gobierno diciendo que necesitan presentar un plan de pago que sea “realista y verificable”. Ya saben, que no sea uno de esos planes bonitos en papel, pero que luego no sirven para nada. Porque, díganlo conmigo, ¿para qué sirve tener promesas si la gente no puede ir al médico?
Y sí, está bien que hablemos de números, pero detrás de esos ¢4,2 billones hay historias de familias que necesitan atención médica urgente, personas esperando cirugías que se han demorado demasiado, y personal sanitario trabajando bajo condiciones extremas porque no tienen los recursos necesarios. ¿Se imaginan la angustia de saber que te pueden negar una consulta por culpa de la burocracia y la falta de fondos?
Zamora, echándole chispa a la cosa, dijo que esto va más allá de un simple problema financiero; es un asunto ético. Que no pagarle a la Caja no es solo dañar la economía, sino también violar el derecho fundamental a la salud. Eso resonó bastante entre los manifestantes que salieron a las calles a defender a la Caja. Se vio gente de todos lados, desde médicos hasta jubilados, gritando que la Caja es sagrada y que no se la van a tocar.
Ahora, claro, algunos dirán que Zamora está usando el tema para hacer campaña, pero la verdad es que la situación es tan grave que cualquier político sensato debería tomar cartas en el asunto. La CCSS es pilar fundamental de nuestra sociedad, es la red de seguridad que nos protege a todos, ricos y pobres. No podemos permitirnos que se derrumbe, porque entonces todos vamos a sufrir las consecuencias.
Pero no todo es negatividad, ¡eh! Zamora propuso abrir un diálogo entre el Poder Ejecutivo, los sindicatos y los sectores productivos. Que se sienten a la mesa a hablar, a buscar soluciones reales, sin importar los colores políticos. Porque esto no es juego de niños, esto es el futuro de la salud de todos los costarricenses. Él dice, y yo creo, que “cuidar la Caja es cuidar a Costa Rica”.
Para ponerle un poco de sabor a la cosa, recordemos que la CCSS nació como parte del espíritu socialdemócrata de don José Figueres Ferrer, cuando decretó la abolición del ejército y destinó esos recursos a mejorar la salud y educación de la población. Hoy, décadas después, vemos cómo ese legado está en peligro. Es hora de despertar y exigir a nuestros gobernantes que cumplan con su responsabilidad de proteger a la Caja y garantizar el acceso a la salud para todos. ¡Que no se les olvide, maes!
En fin, la pelota está en el tejado del gobierno. ¿Cree usted que el plan de pago propuesto por Fernando Zamora es realmente viable, o simplemente es otra promesa electoral más? Déjeme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensa el pueblo sobre este tema que nos concierne a todos. ¡Vamos a armar un debate a todo dar!
Fernando Zamora, el candidato del Partido Nueva Generación (PNG), agarró el toro por los cuernos y salió a decir que esta situación es “moralmente inaceptable”. No se anduvo con rodeos, puso a sudar al gobierno diciendo que necesitan presentar un plan de pago que sea “realista y verificable”. Ya saben, que no sea uno de esos planes bonitos en papel, pero que luego no sirven para nada. Porque, díganlo conmigo, ¿para qué sirve tener promesas si la gente no puede ir al médico?
Y sí, está bien que hablemos de números, pero detrás de esos ¢4,2 billones hay historias de familias que necesitan atención médica urgente, personas esperando cirugías que se han demorado demasiado, y personal sanitario trabajando bajo condiciones extremas porque no tienen los recursos necesarios. ¿Se imaginan la angustia de saber que te pueden negar una consulta por culpa de la burocracia y la falta de fondos?
Zamora, echándole chispa a la cosa, dijo que esto va más allá de un simple problema financiero; es un asunto ético. Que no pagarle a la Caja no es solo dañar la economía, sino también violar el derecho fundamental a la salud. Eso resonó bastante entre los manifestantes que salieron a las calles a defender a la Caja. Se vio gente de todos lados, desde médicos hasta jubilados, gritando que la Caja es sagrada y que no se la van a tocar.
Ahora, claro, algunos dirán que Zamora está usando el tema para hacer campaña, pero la verdad es que la situación es tan grave que cualquier político sensato debería tomar cartas en el asunto. La CCSS es pilar fundamental de nuestra sociedad, es la red de seguridad que nos protege a todos, ricos y pobres. No podemos permitirnos que se derrumbe, porque entonces todos vamos a sufrir las consecuencias.
Pero no todo es negatividad, ¡eh! Zamora propuso abrir un diálogo entre el Poder Ejecutivo, los sindicatos y los sectores productivos. Que se sienten a la mesa a hablar, a buscar soluciones reales, sin importar los colores políticos. Porque esto no es juego de niños, esto es el futuro de la salud de todos los costarricenses. Él dice, y yo creo, que “cuidar la Caja es cuidar a Costa Rica”.
Para ponerle un poco de sabor a la cosa, recordemos que la CCSS nació como parte del espíritu socialdemócrata de don José Figueres Ferrer, cuando decretó la abolición del ejército y destinó esos recursos a mejorar la salud y educación de la población. Hoy, décadas después, vemos cómo ese legado está en peligro. Es hora de despertar y exigir a nuestros gobernantes que cumplan con su responsabilidad de proteger a la Caja y garantizar el acceso a la salud para todos. ¡Que no se les olvide, maes!
En fin, la pelota está en el tejado del gobierno. ¿Cree usted que el plan de pago propuesto por Fernando Zamora es realmente viable, o simplemente es otra promesa electoral más? Déjeme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensa el pueblo sobre este tema que nos concierne a todos. ¡Vamos a armar un debate a todo dar!