Ay, mae, enero… ¡qué vara! Después de diciembre lleno de navideños, cenas familiares y regalos, la realidad nos golpea como un balde de agua fría. La llamada “cuesta de enero” llegó para recordarnos que el bolsillo no siempre está hinchado como el turrón. Familias enteras se ven apriándose el cinturón, tratando de cuadrar cuentas y buscando cómo llegar a fin de mes sin tener que vender la casa ni pedir prestado a los vecinos.
Según expertos, el problema no es nuevo, pero parece que cada año la cosa se pone más difícil. Con precios disparados, inflación acechando y facturas acumuladas, muchos se encuentran en una situación delicada. Las entradas a clases, los seguros médicos, las reparaciones del carro o la casa, y simplemente cubrir las necesidades básicas, se convierten en un verdadero quebradero de cabeza. Unas cuantas vacas y préstamos que te dejan bien tieso.
Bernardo Barrientos, asesor financiero del Banco Nacional, nos dice que la planificación es la clave para sobrevivir a este vendaval económico. "No se trata de vivir miserablemente todo el mes", explica, "sino de organizarse, priorizar y tomar decisiones responsables". Esto implica anotar todos los ingresos y gastos, identificar compromisos fijos y asignar montos específicos para cubrirlos. En otras palabras, ¡arreglar la casa financiera antes de que se derrumbe!
Pero, ¿cómo evitar caer en la tentación de gastar más de lo que tenemos? Ahí es donde entra en juego el consumo responsable. Antes de comprar cualquier cosa, pregúntate: ¿lo necesito realmente? ¿Puedo encontrar una alternativa más económica? ¿Estoy comprando impulsivamente porque me influenciaron en redes sociales? Esa autoevaluación puede ahorrarte unos cuantos lunitas al final del mes. Además, hay que echarle ojo a esas pequeñas fugas de dinero, esos “gastos hormiga” que parecen inocentes pero que suman una suma considerable al final del día.
Barrientos también sugiere involucrar a toda la familia en el proceso de ahorro. Hablen abiertamente sobre las finanzas, establezcan metas comunes y busquen formas creativas de reducir gastos. Quizás puedan preparar comidas en casa en lugar de comer fuera, cancelar suscripciones que no utilizan o buscar alternativas más económicas para el entretenimiento. Una unión familiar para enfrentar la cuesta es mucho más efectiva que batallar solos.
Y hablando de batallar solos, no olvidemos la importancia de contar con un fondo de emergencia. Destinar un mínimo del 10% de nuestros ingresos a este propósito nos brindará tranquilidad y liquidez ante cualquier eventualidad inesperada. Ya saben, por si se rompe la nevera, te enfermas o aparece algún gasto imprevisto que te haga temblar las rodillas. Ese brete, como dicen por ahí, te salva la vida.
Además, explorar nuevas fuentes de ingreso nunca viene mal. Vender cosas que ya no usas, ofrecer tus servicios freelance o buscar un trabajo temporal pueden ayudarte a complementar tus ingresos y aliviar la presión económica. Hay maes que hacen magia con internet vendiendo artesanías, otros ofrecen clases particulares, las posibilidades son infinitas. Lo importante es ponerle empeño y creatividad.
Así que, ¿qué les parece, compas? ¿Ya comenzaron a implementar estas recomendaciones para afrontar la cuesta de enero con paso firme? ¿Cuál creen que es el consejo más útil para ustedes y sus familias en este momento? ¡Compartan sus experiencias y sugerencias en el foro! Que esto no sea un lamentar, sino un motivarnos mutuamente para salir adelante.
Según expertos, el problema no es nuevo, pero parece que cada año la cosa se pone más difícil. Con precios disparados, inflación acechando y facturas acumuladas, muchos se encuentran en una situación delicada. Las entradas a clases, los seguros médicos, las reparaciones del carro o la casa, y simplemente cubrir las necesidades básicas, se convierten en un verdadero quebradero de cabeza. Unas cuantas vacas y préstamos que te dejan bien tieso.
Bernardo Barrientos, asesor financiero del Banco Nacional, nos dice que la planificación es la clave para sobrevivir a este vendaval económico. "No se trata de vivir miserablemente todo el mes", explica, "sino de organizarse, priorizar y tomar decisiones responsables". Esto implica anotar todos los ingresos y gastos, identificar compromisos fijos y asignar montos específicos para cubrirlos. En otras palabras, ¡arreglar la casa financiera antes de que se derrumbe!
Pero, ¿cómo evitar caer en la tentación de gastar más de lo que tenemos? Ahí es donde entra en juego el consumo responsable. Antes de comprar cualquier cosa, pregúntate: ¿lo necesito realmente? ¿Puedo encontrar una alternativa más económica? ¿Estoy comprando impulsivamente porque me influenciaron en redes sociales? Esa autoevaluación puede ahorrarte unos cuantos lunitas al final del mes. Además, hay que echarle ojo a esas pequeñas fugas de dinero, esos “gastos hormiga” que parecen inocentes pero que suman una suma considerable al final del día.
Barrientos también sugiere involucrar a toda la familia en el proceso de ahorro. Hablen abiertamente sobre las finanzas, establezcan metas comunes y busquen formas creativas de reducir gastos. Quizás puedan preparar comidas en casa en lugar de comer fuera, cancelar suscripciones que no utilizan o buscar alternativas más económicas para el entretenimiento. Una unión familiar para enfrentar la cuesta es mucho más efectiva que batallar solos.
Y hablando de batallar solos, no olvidemos la importancia de contar con un fondo de emergencia. Destinar un mínimo del 10% de nuestros ingresos a este propósito nos brindará tranquilidad y liquidez ante cualquier eventualidad inesperada. Ya saben, por si se rompe la nevera, te enfermas o aparece algún gasto imprevisto que te haga temblar las rodillas. Ese brete, como dicen por ahí, te salva la vida.
Además, explorar nuevas fuentes de ingreso nunca viene mal. Vender cosas que ya no usas, ofrecer tus servicios freelance o buscar un trabajo temporal pueden ayudarte a complementar tus ingresos y aliviar la presión económica. Hay maes que hacen magia con internet vendiendo artesanías, otros ofrecen clases particulares, las posibilidades son infinitas. Lo importante es ponerle empeño y creatividad.
Así que, ¿qué les parece, compas? ¿Ya comenzaron a implementar estas recomendaciones para afrontar la cuesta de enero con paso firme? ¿Cuál creen que es el consejo más útil para ustedes y sus familias en este momento? ¡Compartan sus experiencias y sugerencias en el foro! Que esto no sea un lamentar, sino un motivarnos mutuamente para salir adelante.