Maes, ¿cómo va todo? Diay, aquí pegado al brete y revisando los últimos números que soltó el Banco Central, y la verdad es que la vara me dejó con un sabor de boca agridulce. El titular que todos van a leer es que la economía del país lleva 32 meses seguidos creciendo por encima del 4%, una racha que no se veía desde hace casi veinte años. A simple vista, uno diría: ¡qué nivel! ¡Pura vida! Pero como dicen por ahí, el diablo está en los detalles, y aquí los detalles pintan una Costa Rica de dos velocidades que da un poco de cosa.
El despiche está en la famosa "dualidad económica". Imaginen que la economía tica es un carro con dos motores. Por un lado, tenés el motor de las Zonas Francas (el "régimen especial"), que va a 200 km/h, con un crecimiento del 15,6%. ¡Qué carga! Ahí están los maes que fabrican dispositivos médicos, con un aumento de casi el 50%, y toda la gente de software y tecnología. Son el orgullo de la exportación, la cara bonita que le enseñamos al mundo. Pero luego está el otro motor, el del "régimen definitivo", que somos básicamente el resto de nosotros: la pulpe, el taller, la finca, la soda, la tiendita local. Y ese motor, maes, apenas va echando humo con un crecimiento del 2,2%. Es una diferencia brutal que nos obliga a preguntarnos si de verdad vamos todos en el mismo carro.
Y si nos metemos a ver quiénes la están pulseando más, la cosa se pone peor. El sector construcción, que es un termómetro de cómo va el país y genera un montón de brete, ¡qué sal! Lleva cinco meses seguidos cayendo. Esta vez un -2,3%. O sea, menos casas, menos edificios y menos oportunidades para el mae que pone blocks, el que instala vidrios o el que vende cemento. En el campo la vara tampoco está a cachete. Aunque la piña va bien, cultivos de toda la vida como la papa y el banano están sufriendo, en parte por el clima. Es la realidad del día a día para un montón de gente que no ve ese 4% ni en pintura.
Entonces, ¿de dónde sale ese promedio tan optimista? Principalmente de ese motor súper cargado de las Zonas Francas. La manufactura dentro de ese régimen especial creció un 33,4%. Es una locura, son unos cargas y hay que aplaudirles. El problema es que, mientras ellos fabrican chunches de altísima tecnología, la manufactura para el consumo local (papel, textiles, comida procesada) más bien se encogió un 0,3%. Es el reflejo perfecto de esas dos Costa Ricas: una que compite a nivel mundial y es exitosísima, y otra que lucha por mantenerse a flote en el mercado interno, generando la mayor parte del empleo del país.
Al final, los números son fríos y aguantan lo que les pongan. Es tuanis celebrar que ciertos sectores la están rompiendo, pero no podemos comernos el cuento de que un promedio nos representa a todos. La pregunta del millón que les dejo para que hablemos en el foro es esta: ¿De qué nos sirve un titular tan bueno si en la calle, en el bolsillo de la mayoría, el sentimiento es que la cosa está dura? ¿Ustedes sienten de verdad ese "crecimiento económico" o creen que es una fiesta a la que solo unos pocos están invitados?
El despiche está en la famosa "dualidad económica". Imaginen que la economía tica es un carro con dos motores. Por un lado, tenés el motor de las Zonas Francas (el "régimen especial"), que va a 200 km/h, con un crecimiento del 15,6%. ¡Qué carga! Ahí están los maes que fabrican dispositivos médicos, con un aumento de casi el 50%, y toda la gente de software y tecnología. Son el orgullo de la exportación, la cara bonita que le enseñamos al mundo. Pero luego está el otro motor, el del "régimen definitivo", que somos básicamente el resto de nosotros: la pulpe, el taller, la finca, la soda, la tiendita local. Y ese motor, maes, apenas va echando humo con un crecimiento del 2,2%. Es una diferencia brutal que nos obliga a preguntarnos si de verdad vamos todos en el mismo carro.
Y si nos metemos a ver quiénes la están pulseando más, la cosa se pone peor. El sector construcción, que es un termómetro de cómo va el país y genera un montón de brete, ¡qué sal! Lleva cinco meses seguidos cayendo. Esta vez un -2,3%. O sea, menos casas, menos edificios y menos oportunidades para el mae que pone blocks, el que instala vidrios o el que vende cemento. En el campo la vara tampoco está a cachete. Aunque la piña va bien, cultivos de toda la vida como la papa y el banano están sufriendo, en parte por el clima. Es la realidad del día a día para un montón de gente que no ve ese 4% ni en pintura.
Entonces, ¿de dónde sale ese promedio tan optimista? Principalmente de ese motor súper cargado de las Zonas Francas. La manufactura dentro de ese régimen especial creció un 33,4%. Es una locura, son unos cargas y hay que aplaudirles. El problema es que, mientras ellos fabrican chunches de altísima tecnología, la manufactura para el consumo local (papel, textiles, comida procesada) más bien se encogió un 0,3%. Es el reflejo perfecto de esas dos Costa Ricas: una que compite a nivel mundial y es exitosísima, y otra que lucha por mantenerse a flote en el mercado interno, generando la mayor parte del empleo del país.
Al final, los números son fríos y aguantan lo que les pongan. Es tuanis celebrar que ciertos sectores la están rompiendo, pero no podemos comernos el cuento de que un promedio nos representa a todos. La pregunta del millón que les dejo para que hablemos en el foro es esta: ¿De qué nos sirve un titular tan bueno si en la calle, en el bolsillo de la mayoría, el sentimiento es que la cosa está dura? ¿Ustedes sienten de verdad ese "crecimiento económico" o creen que es una fiesta a la que solo unos pocos están invitados?