Maes, seamos honestos. Cuando uno piensa en ganadería, la imagen que se viene a la jupa es la del típico señor de sombrero, botas de hule y con un grito particular para llamar al ganado, ¿cierto? Pues parece que la UCR se propuso meterle un upgrade de software a esa imagen, y la verdad es que la iniciativa está bastante chiva. Resulta que la gente de la Escuela de Ingeniería de Biosistemas se mandó con un proyecto para llevar la tecnología del siglo XXI al campo, y no, no es para que las vacas tengan TikTok, sino para algo mucho más carga: mejorar la producción de leche y carne de una forma más eficiente y sostenible. La vara es que van a dar talleres gratuitos para pequeños y medianos productores, y el temario suena a futuro.
Hablemos de lo que van a enseñar, porque aquí es donde la cosa se pone tuanis. Van a capacitar a la gente en el uso de biodigestores y monitoreo inteligente. Traducido al español de a pie: el primer chunche es, básicamente, una maravilla que agarra el desecho del ganado (sí, la boñiga) y lo convierte en gas para la misma finca y en abono de altísima calidad. ¡Adiós a la contaminación de ríos y hola a la energía limpia! Y lo del monitoreo inteligente es de otro nivel; imagínense poder saber desde el celular si una vaca está enferma, si tiene estrés o hasta cuándo es el momento óptimo para el ordeño, todo con sensores. Esto no solo mejora la productividad, sino que también garantiza que los animales estén más sanos y tranquilos. ¡Qué nivel el de la UCR montando este brete!
Pero que nadie se confunda, esto no es solo un capricho tecnológico para que las fincas se vean más “cool”. Detrás de todo este despiche de cables y datos hay un corazón social enorme. El proyecto, que tiene el nombre oficial y elegante de ED-3681, está pensado para fortalecer a los que de verdad la pulsean: los productores locales y, ojo a esto, a jóvenes en condición de vulnerabilidad. La idea es transferirles conocimiento técnico que les permita no solo sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo, sino prosperar. Es un gane por todo lado: se produce de forma más limpia, se cuida el bienestar animal, se hace más eficiente el uso de recursos y, de paso, se le da una mano a la economía local. El campo no tiene por qué ser sinónimo de atraso, y esta iniciativa lo demuestra.
Ahora, vamos a lo práctico. Si usted tiene una finquita, conoce a alguien que se dedique a la ganadería o simplemente es un fiebre de la tecnología aplicada al agro, apunte bien. Las capacitaciones van a ser en setiembre y octubre. Específicamente el 5 y 12 de setiembre en la Sede del Atlántico de la UCR y el 17 de octubre en la Ciudad de los Niños, allá en Aguacaliente de Cartago. El horario es de 9:00 a.m. a 1:00 p.m. Y la mejor parte de todas: es de gratis. Eso sí, como todo lo bueno en esta vida, el cupo es limitado a 60 personas, así que si les interesa, más vale que se muevan rápido y llenen el formulario de inscripción. No hay excusa para no aprovechar una oportunidad que está, como decimos aquí, a cachete.
Para cerrar, esta vara que está montando la UCR es mucho más que un par de talleres. Es un statement. Es la academia saliendo de las aulas y metiendo las botas en el barro para solucionar problemas reales. Es entender que el futuro de nuestro país pasa, sí o sí, por un desarrollo que sea tanto económico como ambiental. El equipo detrás de esto es un grupo interdisciplinario que incluye gente de Ingeniería, Desarrollo Sostenible y hasta de Física, o sea, no son ningunos improvisados, es un equipo de cargas. Pero ahora les pregunto a ustedes, maes del foro: Fuera de vacilón, ¿creen que este tipo de iniciativas son la única salida para que nuestros pequeños y medianos productores no terminen siendo devorados por los gigantes de la industria? O diay, ¿es solo una buena intención que se va a quedar en un par de talleres bonitos y nada más?
Hablemos de lo que van a enseñar, porque aquí es donde la cosa se pone tuanis. Van a capacitar a la gente en el uso de biodigestores y monitoreo inteligente. Traducido al español de a pie: el primer chunche es, básicamente, una maravilla que agarra el desecho del ganado (sí, la boñiga) y lo convierte en gas para la misma finca y en abono de altísima calidad. ¡Adiós a la contaminación de ríos y hola a la energía limpia! Y lo del monitoreo inteligente es de otro nivel; imagínense poder saber desde el celular si una vaca está enferma, si tiene estrés o hasta cuándo es el momento óptimo para el ordeño, todo con sensores. Esto no solo mejora la productividad, sino que también garantiza que los animales estén más sanos y tranquilos. ¡Qué nivel el de la UCR montando este brete!
Pero que nadie se confunda, esto no es solo un capricho tecnológico para que las fincas se vean más “cool”. Detrás de todo este despiche de cables y datos hay un corazón social enorme. El proyecto, que tiene el nombre oficial y elegante de ED-3681, está pensado para fortalecer a los que de verdad la pulsean: los productores locales y, ojo a esto, a jóvenes en condición de vulnerabilidad. La idea es transferirles conocimiento técnico que les permita no solo sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo, sino prosperar. Es un gane por todo lado: se produce de forma más limpia, se cuida el bienestar animal, se hace más eficiente el uso de recursos y, de paso, se le da una mano a la economía local. El campo no tiene por qué ser sinónimo de atraso, y esta iniciativa lo demuestra.
Ahora, vamos a lo práctico. Si usted tiene una finquita, conoce a alguien que se dedique a la ganadería o simplemente es un fiebre de la tecnología aplicada al agro, apunte bien. Las capacitaciones van a ser en setiembre y octubre. Específicamente el 5 y 12 de setiembre en la Sede del Atlántico de la UCR y el 17 de octubre en la Ciudad de los Niños, allá en Aguacaliente de Cartago. El horario es de 9:00 a.m. a 1:00 p.m. Y la mejor parte de todas: es de gratis. Eso sí, como todo lo bueno en esta vida, el cupo es limitado a 60 personas, así que si les interesa, más vale que se muevan rápido y llenen el formulario de inscripción. No hay excusa para no aprovechar una oportunidad que está, como decimos aquí, a cachete.
Para cerrar, esta vara que está montando la UCR es mucho más que un par de talleres. Es un statement. Es la academia saliendo de las aulas y metiendo las botas en el barro para solucionar problemas reales. Es entender que el futuro de nuestro país pasa, sí o sí, por un desarrollo que sea tanto económico como ambiental. El equipo detrás de esto es un grupo interdisciplinario que incluye gente de Ingeniería, Desarrollo Sostenible y hasta de Física, o sea, no son ningunos improvisados, es un equipo de cargas. Pero ahora les pregunto a ustedes, maes del foro: Fuera de vacilón, ¿creen que este tipo de iniciativas son la única salida para que nuestros pequeños y medianos productores no terminen siendo devorados por los gigantes de la industria? O diay, ¿es solo una buena intención que se va a quedar en un par de talleres bonitos y nada más?