¡Ay, Dios mío! Esto sí que es movida, raza. Resulta que Laura Fernández, la candidata del Pueblo Soberano, anda diciendo que si llega a la Presidencia, el mismísimo Rodrigo Chaves va a ser su ministro de la Presidencia. Imagínate, el que ahora está echándole puro bronca a la Asamblea, de súbito trabajando pa' ella. ¡Qué panorama!
Y ni hablar que esto sale a relucir apenas dos días antes de que la Asamblea decida si le levantan el fuerito a Chaves pa' que le caiga encima la Fiscalía por el caso BCIE-Cariñitos. Si Fernándéz llega y él se convierte en ministro, pues ahí se queda con el fuero, protegido como un chunche nuevo. ¡Una jugada maestra, dirían algunos… o una torta monumental, diría yo!
Fernández, que antes fue ministra con Chaves, quiere venderle la moto de que esto es “continuidad del proyecto de transformación”. Dice que no van a dar marcha atrás con nada de lo que ya se había empezado. Claro, porque como si fuera tan fácil, maese. Uno piensa que entre tanto lío legal y las trabas de la Asamblea, poco o nada se ha avanzado.
Chaves, obviamente, no se quedó callado. Cuando le preguntaron al respecto, soltó un discurso larguísimo, diciendo que era un tema “abstracto” y que doña Laura aún no le había ofrecido ningún puesto. Lejos de aclarar la maraña, el mae terminó complicándola más, hablando de “hipotéticos” y de cosas que no tienen “relevancia”. ¡Parecía más bien que estaba tratando de evitar la pregunta a toda costa!
Además, el presidente también descartó renunciar a su fuero, argumentando que si le quitan el amparo, se abrirá la puerta a otros 120 casos frívolos. Vaya justificación, ¿verdad? Como si justiciera estar metido en un problema así. Parece que prefiere seguir peleando a dedo limpio… o al menos intentándolo.
Y ni hablemos de las críticas a la oposición. Fernández, con su estilo directo, los pintó de “vieja clase política” que frena todas las reformas importantes. Nombró algunas, como la eliminación de las pensiones de lujo, la apertura del mercado eléctrico, la marina en Limón y la Ciudad Gobierno. Pura retórica, claro, buscando votos con promesas que sabemos muy bien que difícilmente se cumplirán.
Dice que necesitan más diputados del Pueblo Soberano para poder impulsar esas reformas en la próxima Asamblea. Porque, aparentemente, los actuales diputados son todos unos saboteadores que no quieren el bienestar del país. Un discurso sencillo, efectivo, pero cargado de polarización. Quién sabe si funcionará, pero la estrategia está clara: dividir para reinar. ¡Eso dicen ellos, claro!
En fin, una semana más en Costa Rica, llena de giros inesperados y declaraciones polémicas. Con todo este revuelo político, uno no sabe dónde meterse. ¿Creen ustedes que este movimiento de Laura Fernández es una jugada estratégica para ganarse el apoyo de la base chavista, o simplemente otra muestra del caos que impera en la política nacional? ¡Déjenme sus opiniones abajo en los comentarios, estoy deseando leerlas!
Y ni hablar que esto sale a relucir apenas dos días antes de que la Asamblea decida si le levantan el fuerito a Chaves pa' que le caiga encima la Fiscalía por el caso BCIE-Cariñitos. Si Fernándéz llega y él se convierte en ministro, pues ahí se queda con el fuero, protegido como un chunche nuevo. ¡Una jugada maestra, dirían algunos… o una torta monumental, diría yo!
Fernández, que antes fue ministra con Chaves, quiere venderle la moto de que esto es “continuidad del proyecto de transformación”. Dice que no van a dar marcha atrás con nada de lo que ya se había empezado. Claro, porque como si fuera tan fácil, maese. Uno piensa que entre tanto lío legal y las trabas de la Asamblea, poco o nada se ha avanzado.
Chaves, obviamente, no se quedó callado. Cuando le preguntaron al respecto, soltó un discurso larguísimo, diciendo que era un tema “abstracto” y que doña Laura aún no le había ofrecido ningún puesto. Lejos de aclarar la maraña, el mae terminó complicándola más, hablando de “hipotéticos” y de cosas que no tienen “relevancia”. ¡Parecía más bien que estaba tratando de evitar la pregunta a toda costa!
Además, el presidente también descartó renunciar a su fuero, argumentando que si le quitan el amparo, se abrirá la puerta a otros 120 casos frívolos. Vaya justificación, ¿verdad? Como si justiciera estar metido en un problema así. Parece que prefiere seguir peleando a dedo limpio… o al menos intentándolo.
Y ni hablemos de las críticas a la oposición. Fernández, con su estilo directo, los pintó de “vieja clase política” que frena todas las reformas importantes. Nombró algunas, como la eliminación de las pensiones de lujo, la apertura del mercado eléctrico, la marina en Limón y la Ciudad Gobierno. Pura retórica, claro, buscando votos con promesas que sabemos muy bien que difícilmente se cumplirán.
Dice que necesitan más diputados del Pueblo Soberano para poder impulsar esas reformas en la próxima Asamblea. Porque, aparentemente, los actuales diputados son todos unos saboteadores que no quieren el bienestar del país. Un discurso sencillo, efectivo, pero cargado de polarización. Quién sabe si funcionará, pero la estrategia está clara: dividir para reinar. ¡Eso dicen ellos, claro!
En fin, una semana más en Costa Rica, llena de giros inesperados y declaraciones polémicas. Con todo este revuelo político, uno no sabe dónde meterse. ¿Creen ustedes que este movimiento de Laura Fernández es una jugada estratégica para ganarse el apoyo de la base chavista, o simplemente otra muestra del caos que impera en la política nacional? ¡Déjenme sus opiniones abajo en los comentarios, estoy deseando leerlas!