¡Ay, Dios mío! Parece que el PLN anda con el agua al cuello. Don Álvaro Ramos, el candidato presidencial, tuvo que admitir que el partido está teniendo un brete gordo para conseguir prestamos bancarios, justito a unas semanas de las elecciones. Ya saben, la plata nunca sobra en una campaña, y cuando te empiezan a cerrar las canastas, pues la cosa se pone tensa, chunche.
Resulta que la renovación de estructuras internas y unos problemas legales que arrastran desde hace tiempo, específicamente allá en San Ramón, les han puesto trabas para acceder a créditos. El Banco BCT sí les dio una mano, pero a medias; dicen que el préstamo es menor a lo que esperaban y que lo van revisando conforme va la situación en San Ramón. Uno se queda pensando, ¿será que realmente tienen ese problema tan grande?
Don Álvaro fue claro: tendrán que hacer una campaña más austera, más ahorrativa. Ni modo, toca apretarse el cinturón y buscar alternativas creativas para llegarle al corazón de los votantes. De hecho, este finde intentarán otra vez convocar a la asamblea cantonal en San Ramón. Han tenido que echar varios delegados pa’ lograr el quórum, ¡qué torta!, pero parece que esta vez sí lo consiguen. Imagínense la presión que hay ahí, diay…
Y hablando de presión, también andan preocupados porque la popularidad de la Laura Fernández, la candidata oficialista, ha ido en aumento entre los votantes tradicionales del PLN. Son esos viejitos, los católicos con su educación básica, que siempre han apoyado al PLN. Pero ahora parece que se les está yendo el tino, buscando nuevos rumbos políticos. ¡Qué sal!
Pero Ramos no pierde la calma. Asegura que quieren abrir las puertas del partido a nuevas ideas y a diferentes sectores de la población. Quiere escuchar a todos, incluso a aquellos que antes no tenían voz. Dice que hay liberacionistas desilusionados, pero que los están invitando a regresar al proyecto verdiblanco. “Liberación sigue siendo liberación,” reitera. Ese es el discurso, vamos a ver si funciona en las urnas.
Han renunciado algunos dirigentes, alcaldes que se fueron al lado del oficialismo, pero Ramos minimiza el impacto. Dice que estos son casos aislados, liderazgos locales que buscan “otros rumbos”, pero no un abandono masivo del partido. Aunque uno piensa, ¿será que esto del cambio de bando es solo la punta del iceberg? La verdad, la cosa está moviéndose bastante.
En medio de toda esta incertidumbre económica y política, Ramos hizo un llamado a los indecisos. Les pide que vayan a votar el 1º de febrero, aunque todavía estén dudosos. Temeroso del abstencionismo, enfatizó que es importante ejercer el derecho al voto, incluso si no están seguros de a quién apoyar. “Sigan reflexionando, sigan meditando, pero Voten!”, exclamó desde el balcón verde.
A pesar de estar rezagado en las encuestas, Ramos confía en que la campaña dará un vuelco después de la veda navideña. Cree que, una vez terminado el festejito, su propuesta resonará más fuerte entre los votantes. Insiste en que la verdadera competencia es contra el oficialismo, y que así será hasta el balotaje final. Compa, ¿usted cree que el PLN podrá remontar la situación y darle pelea a la Laura Fernández, o estamos viendo el principio del fin de este partido histórico?
Resulta que la renovación de estructuras internas y unos problemas legales que arrastran desde hace tiempo, específicamente allá en San Ramón, les han puesto trabas para acceder a créditos. El Banco BCT sí les dio una mano, pero a medias; dicen que el préstamo es menor a lo que esperaban y que lo van revisando conforme va la situación en San Ramón. Uno se queda pensando, ¿será que realmente tienen ese problema tan grande?
Don Álvaro fue claro: tendrán que hacer una campaña más austera, más ahorrativa. Ni modo, toca apretarse el cinturón y buscar alternativas creativas para llegarle al corazón de los votantes. De hecho, este finde intentarán otra vez convocar a la asamblea cantonal en San Ramón. Han tenido que echar varios delegados pa’ lograr el quórum, ¡qué torta!, pero parece que esta vez sí lo consiguen. Imagínense la presión que hay ahí, diay…
Y hablando de presión, también andan preocupados porque la popularidad de la Laura Fernández, la candidata oficialista, ha ido en aumento entre los votantes tradicionales del PLN. Son esos viejitos, los católicos con su educación básica, que siempre han apoyado al PLN. Pero ahora parece que se les está yendo el tino, buscando nuevos rumbos políticos. ¡Qué sal!
Pero Ramos no pierde la calma. Asegura que quieren abrir las puertas del partido a nuevas ideas y a diferentes sectores de la población. Quiere escuchar a todos, incluso a aquellos que antes no tenían voz. Dice que hay liberacionistas desilusionados, pero que los están invitando a regresar al proyecto verdiblanco. “Liberación sigue siendo liberación,” reitera. Ese es el discurso, vamos a ver si funciona en las urnas.
Han renunciado algunos dirigentes, alcaldes que se fueron al lado del oficialismo, pero Ramos minimiza el impacto. Dice que estos son casos aislados, liderazgos locales que buscan “otros rumbos”, pero no un abandono masivo del partido. Aunque uno piensa, ¿será que esto del cambio de bando es solo la punta del iceberg? La verdad, la cosa está moviéndose bastante.
En medio de toda esta incertidumbre económica y política, Ramos hizo un llamado a los indecisos. Les pide que vayan a votar el 1º de febrero, aunque todavía estén dudosos. Temeroso del abstencionismo, enfatizó que es importante ejercer el derecho al voto, incluso si no están seguros de a quién apoyar. “Sigan reflexionando, sigan meditando, pero Voten!”, exclamó desde el balcón verde.
A pesar de estar rezagado en las encuestas, Ramos confía en que la campaña dará un vuelco después de la veda navideña. Cree que, una vez terminado el festejito, su propuesta resonará más fuerte entre los votantes. Insiste en que la verdadera competencia es contra el oficialismo, y que así será hasta el balotaje final. Compa, ¿usted cree que el PLN podrá remontar la situación y darle pelea a la Laura Fernández, o estamos viendo el principio del fin de este partido histórico?