¡Ay, Dios mío! Esto de Liberia se puso más complicado que encontrar parqueado un carro en el centro durante el Festival. Resulta que la Municipalidad y el MOPT se agarran a pellizcos por un terrenito que precisamente quieren echarle mano para construir un área de salud decente para la gente. Una locura, diay, cuando la necesidad es tanta.
Según parece, el ministro Efraín Zeledón está empecinado en decir que el terreno le pertenece al MOPT, ya que ahí anda plantado un cuartel de ellos. Pero el alcalde José Javier Calvo contraataca, asegurando que es propiedad municipal y que hasta tenían un acuerdo con el exministro Batalla para agilizar la donación a la CCSS. ¡Imagínate el rollo! Parece novela de telenovela, pura jugada de gallitos.
Lo más grave es que desde el MOPT metieron una medida cautelar para frenar todo trámite en el Registro Nacional. Eso dejó a la CCSS con el agua al cuello, especialmente porque ya habían tenido problemas con un terreno anterior que resultó no ser apto para la construcción. Mónica Taylor, la jefa de la CCSS, lo expresó clarito: no pueden estar esperando indefinidamente, porque la salud de la gente no espera. Ya están buscando alternativas por medio de un fideicomiso con el BCR, pero esto se va arrastrando y la situación se complica más día tras día.
Y ni hablar de la Junta de Salud de Liberia, que está furiosa con la situación. Condenaron duramente la actitud tanto del ministro Zeledón como de la presidenta Taylor. Dicen que no han recibido la atención que merecen y que el plantel que defiende el MOPT es “una chatarrera y un charral”. ¡Qué pinta! Uno se imagina el panorama: hacinados en el hospital actual, esperando por una solución que parece que nunca llega.
Carolina Obando, una representante de la Junta, le soltó unas verdades al ministro Zeledón: le preguntó si alguna vez había puesto un pie en ese supuesto “plantel” del MOPT. Le apremió a actuar con buena fe y a defender sus intereses, pero también a considerar la urgencia de la situación. ¡Con razón le salió el veneno! La paciencia de la gente está que reventa con estas cosas.
La verdad, este caso me recuerda a otras muchas batallas burocráticas que tenemos acá en Costa Rica. Siempre hay alguien que quiere ponerle chinches a las cosas, que busca el beneficio propio antes que el bienestar general. Y al final, quien paga caro es la población, que necesita servicios básicos como la salud.
Es que uno se pregunta: ¿hasta cuándo vamos a seguir viendo cómo nuestros hospitales y centros de salud se caen a pedazos mientras los políticos se pelean por terrenos? Con el poco presupuesto que tenemos, deberíamos estar enfocándonos en mejorar la calidad de la atención médica, en comprar equipos nuevos y en capacitar al personal. Pero no, mejor dedicamos tiempo y recursos a disputas territoriales que no tienen ningún sentido.
Ahora, díganme ustedes, ¿creen que la CCSS debería seguir insistiendo en este terreno o sería mejor buscar otra opción aunque implique gastar más dinero? ¿Están cansados de ver estas batallas burocráticas que retrasan proyectos tan importantes para la comunidad?
Según parece, el ministro Efraín Zeledón está empecinado en decir que el terreno le pertenece al MOPT, ya que ahí anda plantado un cuartel de ellos. Pero el alcalde José Javier Calvo contraataca, asegurando que es propiedad municipal y que hasta tenían un acuerdo con el exministro Batalla para agilizar la donación a la CCSS. ¡Imagínate el rollo! Parece novela de telenovela, pura jugada de gallitos.
Lo más grave es que desde el MOPT metieron una medida cautelar para frenar todo trámite en el Registro Nacional. Eso dejó a la CCSS con el agua al cuello, especialmente porque ya habían tenido problemas con un terreno anterior que resultó no ser apto para la construcción. Mónica Taylor, la jefa de la CCSS, lo expresó clarito: no pueden estar esperando indefinidamente, porque la salud de la gente no espera. Ya están buscando alternativas por medio de un fideicomiso con el BCR, pero esto se va arrastrando y la situación se complica más día tras día.
Y ni hablar de la Junta de Salud de Liberia, que está furiosa con la situación. Condenaron duramente la actitud tanto del ministro Zeledón como de la presidenta Taylor. Dicen que no han recibido la atención que merecen y que el plantel que defiende el MOPT es “una chatarrera y un charral”. ¡Qué pinta! Uno se imagina el panorama: hacinados en el hospital actual, esperando por una solución que parece que nunca llega.
Carolina Obando, una representante de la Junta, le soltó unas verdades al ministro Zeledón: le preguntó si alguna vez había puesto un pie en ese supuesto “plantel” del MOPT. Le apremió a actuar con buena fe y a defender sus intereses, pero también a considerar la urgencia de la situación. ¡Con razón le salió el veneno! La paciencia de la gente está que reventa con estas cosas.
La verdad, este caso me recuerda a otras muchas batallas burocráticas que tenemos acá en Costa Rica. Siempre hay alguien que quiere ponerle chinches a las cosas, que busca el beneficio propio antes que el bienestar general. Y al final, quien paga caro es la población, que necesita servicios básicos como la salud.
Es que uno se pregunta: ¿hasta cuándo vamos a seguir viendo cómo nuestros hospitales y centros de salud se caen a pedazos mientras los políticos se pelean por terrenos? Con el poco presupuesto que tenemos, deberíamos estar enfocándonos en mejorar la calidad de la atención médica, en comprar equipos nuevos y en capacitar al personal. Pero no, mejor dedicamos tiempo y recursos a disputas territoriales que no tienen ningún sentido.
Ahora, díganme ustedes, ¿creen que la CCSS debería seguir insistiendo en este terreno o sería mejor buscar otra opción aunque implique gastar más dinero? ¿Están cansados de ver estas batallas burocráticas que retrasan proyectos tan importantes para la comunidad?