Me da gracia los chiquitos que se emocionan por pequeñas cosas, o no tanto eso, que son tan pero taaaaan ilusos que se comen cualquier cuento.
Sí, pequeño niño, toooooodo el equipito de la Liga es suyo, suyo, suyo, ¡nadie se lo puede quitar! ¡Liga, Liga! Eso si, vaya orine y se acuesta temprano.
Este comentario resume muy bien el ejemplo de miguelillo....