Ay, mae, qué pena… Mahyla Roth, nuestra representante en el Miss Universo, no llegó a las semifinalistas. Se le fue la vaina, digámoslo claro. La ilusión se palpaba en el auditorio del Grupo Moreno en Pavas, donde sus familiares y amigos se congregaron para verla brillar, pero al final, no fue suficiente para pasar de Top 30. Uno esperá que estas cosas no pasen, pero bueno, así es el brete, ¿verdad?
Desde temprano, el ambiente era pura expectativa. Había decoraciones alusivas al certamen, fotos de Mahyla luciendo espectacular y, sobre todo, un cariño enorme hacia ella. Todos creíamos que iba a romperla, que la iba a llevar lejos, pues se veía preparada y con una actitud de primera. Se sentía la energía vibrante, como si fuera el estadio Nacional durante un partido de la selección, ¿me entienden?
Cuando anunciaron las 12 finalistas y no escuchamos su nombre, el silencio inicial pronto se rompió con expresiones de decepción en los rostros de sus padres y su hermano. Imagínate la torta que sintieron, viendo tanto esfuerzo y preparación no traducirse en el resultado esperado. Pero rápido se recuperaron, demostrando que el apoyo familiar va más allá de cualquier corona.
Y hablando de apoyo, la gente presente en el auditorio estalló en aplausos y vítores para Mahyla. Gritos de “¡Vamos, Mahyla!”, “¡Orgullo tico!” resonaban en el ambiente, mostrando el orgullo nacional por su participación. Ese sí fue un momento chivo, demostrarle que la queremos mucho, aunque no haya ganado.
Mientras tanto, en el escenario, las elegidas lucían trajes de gala impresionantes, repletos de pedrería. Desde Malta hasta Filipinas, cada concursante se esforzó por destacar. Se vio a Venezuela, China, Puerto Rico... un desfile de belleza y glamour que cautivó a miles de espectadores alrededor del mundo. Cada una buscando dejar huella en la historia del Miss Universo.
Pero la noche no terminó ahí para Mahyla. En medio de la decepción, recibió una gran sorpresa: ¡fue nombrada Miss Fotogénica! Gracias al voto del público, logró emular el logro de Maribel Guardia, quien también obtuvo ese mismo reconocimiento en 1979 en Acapulco. ¡Qué nivel, reina! Una manera de reconocer su encanto y conexión con el público costarricense. Aunque no ganó la corona, se llevó un lindo recuerdo.
Esta distinción representa un triunfo personal para Mahyla, que mostró su madurez y elegancia a pesar de la adversidad. Demostró que participar en un evento tan importante como el Miss Universo es ya un logro en sí mismo, independientemente de si se gana o no. Lo importante es representar bien al país y mostrar la belleza de Costa Rica al mundo, y eso, mi querida, lo hiciste con creces. Además, tener a Maribel Guardia como referente es un plus, ¿eh?
En fin, la experiencia de Mahyla Roth en el Miss Universo nos deja muchas reflexiones. ¿Será que nuestros representantes necesitan más apoyo y preparación para competir a nivel internacional? ¿Es justo juzgar el éxito de una participante únicamente por ganar la corona, o hay otros factores que debemos valorar? Compartan sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan ustedes sobre esto y qué podemos hacer diferente en futuras participaciones. ¡Díganme qué les pareció toda esta vaina!
Desde temprano, el ambiente era pura expectativa. Había decoraciones alusivas al certamen, fotos de Mahyla luciendo espectacular y, sobre todo, un cariño enorme hacia ella. Todos creíamos que iba a romperla, que la iba a llevar lejos, pues se veía preparada y con una actitud de primera. Se sentía la energía vibrante, como si fuera el estadio Nacional durante un partido de la selección, ¿me entienden?
Cuando anunciaron las 12 finalistas y no escuchamos su nombre, el silencio inicial pronto se rompió con expresiones de decepción en los rostros de sus padres y su hermano. Imagínate la torta que sintieron, viendo tanto esfuerzo y preparación no traducirse en el resultado esperado. Pero rápido se recuperaron, demostrando que el apoyo familiar va más allá de cualquier corona.
Y hablando de apoyo, la gente presente en el auditorio estalló en aplausos y vítores para Mahyla. Gritos de “¡Vamos, Mahyla!”, “¡Orgullo tico!” resonaban en el ambiente, mostrando el orgullo nacional por su participación. Ese sí fue un momento chivo, demostrarle que la queremos mucho, aunque no haya ganado.
Mientras tanto, en el escenario, las elegidas lucían trajes de gala impresionantes, repletos de pedrería. Desde Malta hasta Filipinas, cada concursante se esforzó por destacar. Se vio a Venezuela, China, Puerto Rico... un desfile de belleza y glamour que cautivó a miles de espectadores alrededor del mundo. Cada una buscando dejar huella en la historia del Miss Universo.
Pero la noche no terminó ahí para Mahyla. En medio de la decepción, recibió una gran sorpresa: ¡fue nombrada Miss Fotogénica! Gracias al voto del público, logró emular el logro de Maribel Guardia, quien también obtuvo ese mismo reconocimiento en 1979 en Acapulco. ¡Qué nivel, reina! Una manera de reconocer su encanto y conexión con el público costarricense. Aunque no ganó la corona, se llevó un lindo recuerdo.
Esta distinción representa un triunfo personal para Mahyla, que mostró su madurez y elegancia a pesar de la adversidad. Demostró que participar en un evento tan importante como el Miss Universo es ya un logro en sí mismo, independientemente de si se gana o no. Lo importante es representar bien al país y mostrar la belleza de Costa Rica al mundo, y eso, mi querida, lo hiciste con creces. Además, tener a Maribel Guardia como referente es un plus, ¿eh?
En fin, la experiencia de Mahyla Roth en el Miss Universo nos deja muchas reflexiones. ¿Será que nuestros representantes necesitan más apoyo y preparación para competir a nivel internacional? ¿Es justo juzgar el éxito de una participante únicamente por ganar la corona, o hay otros factores que debemos valorar? Compartan sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan ustedes sobre esto y qué podemos hacer diferente en futuras participaciones. ¡Díganme qué les pareció toda esta vaina!