¡Ay, mi gente! Parece que el INS ya empezó a correr con el marchamo 2026 y la verdad es que algunos ya le agarraron el rollo. Según los datos que soltaron, más de diez mil personas ya pagaron su derecho vehicular, unos ¢1.700 millones acumulados hasta ahora. No nos andamos por ai, eso es bastante plata, ¡pero todavía faltan muchos!
Para ponerle contexto a esto, el INS nos recuerda que hay casi dos millones de vehículos que tienen que sacar el marchamo antes de fin de año. Eso significa que aún queda un buen trecho por recorrer y la presión va a ir creciendo. La cifra de vehículos aumentó un 3% con respecto al año anterior, con más de 58 mil carros nuevos dando vueltas por nuestras carreteras, así que las arcas del Estado necesitan esos billetes.
Y hablando de billetes, la planilla final para este año se estima en ¢335 mil millones. Desglosándolo, el impuesto a la propiedad de los vehículos lleva la mayor parte, casi el 60%. Luego viene el seguro obligatorio, que le sigue de cerca con alrededor de 25%. El resto, pues ahí entre el aporte al Cosevi, timbres, IVA, el CTP, parquímetros, Aresep e incluso algunas infracciones de tránsito. Un brete, diay… ¡Pero así funciona el país!
Si bien es bueno ver que la gente ya está empezando a ponerse al día, también preocupa la morosidad del año pasado, que cerró en un 7,44%. Esto quiere decir que más de 140 mil vehículos quedaron debiendo, y si no se ponen las pilas, podrían tener problemas con la policía de tránsito. Que ni se les ocurra andar con el marchamo vencido, porque el INS no perdona y te pueden llevar el carro al corralito.
Por supuesto, tenemos hasta el 31 de diciembre para regularizar nuestra situación. Pero, ¡ojo!, después de esa fecha empiezan los intereses y las multas. Así que más vale prevenir que lamentar, ¿verdad, mae? Mejor agarrarle el toro por los cuernos y resolverlo pronto, antes de que se nos vaya de las manos. Al final, todos queremos salir tranquilos a pasearnos por nuestras bellezas naturales y disfrutar del clima tico.
Ahora bien, analizando un poco más la situación, parece que la economía tampoco anda tan zafada como quisiéramos. Con tanto incremento en precios y dificultades para llegar a fin de mes, muchas familias se ven obligadas a apretarse el cinturón. Y claro, pagar el marchamo se convierte en un gasto extra que puede ser complicado para algunos. Por eso, el INS debería considerar opciones de facilidades de pago o descuentos para quienes tengan bajos ingresos, para evitar que más gente termine en la lista negra.
En fin, la pelota está en nuestro tejado. Cada propietario de vehículo es responsable de cumplir con sus obligaciones financieras y legales. Si no, corremos el riesgo de quedarnos varados o, peor aún, de afectar la seguridad vial de todos. Porque recuerden, el marchamo no solo es un trámite burocrático, sino una herramienta fundamental para financiar servicios esenciales como la atención médica a víctimas de accidentes de tráfico y el mantenimiento de nuestras carreteras.
Después de analizar toda esta vainera, me pregunto... ¿Ustedes creen que el gobierno debería implementar algún tipo de programa para ayudar a los conductores con dificultades económicas a pagar el marchamo, o cada quien debe buscar la forma de solventarlo por sí mismo?
Para ponerle contexto a esto, el INS nos recuerda que hay casi dos millones de vehículos que tienen que sacar el marchamo antes de fin de año. Eso significa que aún queda un buen trecho por recorrer y la presión va a ir creciendo. La cifra de vehículos aumentó un 3% con respecto al año anterior, con más de 58 mil carros nuevos dando vueltas por nuestras carreteras, así que las arcas del Estado necesitan esos billetes.
Y hablando de billetes, la planilla final para este año se estima en ¢335 mil millones. Desglosándolo, el impuesto a la propiedad de los vehículos lleva la mayor parte, casi el 60%. Luego viene el seguro obligatorio, que le sigue de cerca con alrededor de 25%. El resto, pues ahí entre el aporte al Cosevi, timbres, IVA, el CTP, parquímetros, Aresep e incluso algunas infracciones de tránsito. Un brete, diay… ¡Pero así funciona el país!
Si bien es bueno ver que la gente ya está empezando a ponerse al día, también preocupa la morosidad del año pasado, que cerró en un 7,44%. Esto quiere decir que más de 140 mil vehículos quedaron debiendo, y si no se ponen las pilas, podrían tener problemas con la policía de tránsito. Que ni se les ocurra andar con el marchamo vencido, porque el INS no perdona y te pueden llevar el carro al corralito.
Por supuesto, tenemos hasta el 31 de diciembre para regularizar nuestra situación. Pero, ¡ojo!, después de esa fecha empiezan los intereses y las multas. Así que más vale prevenir que lamentar, ¿verdad, mae? Mejor agarrarle el toro por los cuernos y resolverlo pronto, antes de que se nos vaya de las manos. Al final, todos queremos salir tranquilos a pasearnos por nuestras bellezas naturales y disfrutar del clima tico.
Ahora bien, analizando un poco más la situación, parece que la economía tampoco anda tan zafada como quisiéramos. Con tanto incremento en precios y dificultades para llegar a fin de mes, muchas familias se ven obligadas a apretarse el cinturón. Y claro, pagar el marchamo se convierte en un gasto extra que puede ser complicado para algunos. Por eso, el INS debería considerar opciones de facilidades de pago o descuentos para quienes tengan bajos ingresos, para evitar que más gente termine en la lista negra.
En fin, la pelota está en nuestro tejado. Cada propietario de vehículo es responsable de cumplir con sus obligaciones financieras y legales. Si no, corremos el riesgo de quedarnos varados o, peor aún, de afectar la seguridad vial de todos. Porque recuerden, el marchamo no solo es un trámite burocrático, sino una herramienta fundamental para financiar servicios esenciales como la atención médica a víctimas de accidentes de tráfico y el mantenimiento de nuestras carreteras.
Después de analizar toda esta vainera, me pregunto... ¿Ustedes creen que el gobierno debería implementar algún tipo de programa para ayudar a los conductores con dificultades económicas a pagar el marchamo, o cada quien debe buscar la forma de solventarlo por sí mismo?