¡Ay, Dios mío, qué sustito nos dio Melissa! El IMN andaba avisando con tiempo, pero a uno siempre le entra el desvelo cuando escuchas que hay tormenta encima. Parecía que íbamos a llevarnos una calada tremenda, con aguaceros a cántaros y viento pa’ dar pena a los árboles, pero afortunadamente parece que la cosa se tranquilizó un poquito. Ya saben, estas tormentas tienen sus estados de ánimo, a veces te dan un abrazo cariñoso y otras te lanzan pedradas.
La verdad es que la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), esa vieja conocida, se anda moviendo y haciendo de las suyas. Según dicen los meteorólogos, Melissa vino a jugar con ella un ratillo, y eso generó toda esta humedad y la posibilidad de fuertes lluvias. Nos recordaron que debemos estar pendientes, porque la ZCIT es impredecible, como el político prometiendo cosas antes de campaña.
Este viernes amanecimos con cielo entre nublado y solecito, pero ya por la tarde la cosa cambió. Lluvias intensas en el Pacífico Sur, especialmente en Puntarenas y Guanacaste, y aguaceros dispersos en el resto del país. Algunos lugares hasta reportaron rayitos y truenos, ¡qué espectáculo!, aunque también un poco atemorizante si estás con el corazón en la boca. En algunas partes del Valle Central apareció la neblina, dándole un toque misterioso al paisaje, como de película de terror barato.
Lo bueno es que, por lo que se ve, la tormenta no causó mayores problemas. No hubo evacuaciones masivas ni deslizamientos de tierra graves. Claro, siempre hay algunos inconvenientes menores: baches que se agrandan, ríos que se desbordan un poquito, y el tráfico, que siempre es un brete, se puso peor por las lluvias. Pero en general, nos salvamos de lo peor. Y eso, mis panas, es motivo para darle gracias a Dios y tomarse un café bien cargadito.
Ahora, hablando de regiones, el Pacífico Sur sigue siendo el área más afectada, así que ahí sí hay que tener cuidado. Las autoridades recomiendan evitar zonas de riesgo, mantenerse informados y no salir de casa a menos que sea estrictamente necesario. También sugieren revisar techos y canaletas, porque nunca se sabe cuándo puede aparecer una sorpresa desagradable. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
Si pensamos en los daños potenciales, realmente podríamos haber estado mucho peor. Recordemos el paso de Otto hace unos años, que dejó estragos terribles en el país. Melissa, comparada con eso, ha sido un paseo dominical. Aunque claro, esto no significa que debamos bajar la guardia. Siempre es importante estar preparados para cualquier eventualidad, porque la naturaleza tiene sus propios planes y nosotros no siempre podemos controlarlos. Al final del día, somos pequeños ante la fuerza de la madre tierra.
Y ahora viene la gran pregunta, mis queridos foreros: ¿Creen que estamos tomando las medidas necesarias para mitigar los efectos del cambio climático en Costa Rica? Porque aunque Melissa haya sido “solo” una tormenta, es evidente que estos fenómenos climáticos extremos van a ir en aumento. ¿Qué deberíamos hacer diferente para protegernos mejor y asegurar un futuro sostenible para nuestros hijos y nietos? ¡Denle duro al debate!
Dejando atrás el clima por un momento, aprovechamos para recordar que este fin de semana largo muchos aprovecharán para visitar a sus seres queridos, disfrutar de la naturaleza y cargar pilas. ¡Que tengan unas excelentes vacaciones y sean precavidos en todo momento! Que no les jale una torta y disfruten de estos días de descanso merecidos, porque después vuelve el brete.
La verdad es que la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), esa vieja conocida, se anda moviendo y haciendo de las suyas. Según dicen los meteorólogos, Melissa vino a jugar con ella un ratillo, y eso generó toda esta humedad y la posibilidad de fuertes lluvias. Nos recordaron que debemos estar pendientes, porque la ZCIT es impredecible, como el político prometiendo cosas antes de campaña.
Este viernes amanecimos con cielo entre nublado y solecito, pero ya por la tarde la cosa cambió. Lluvias intensas en el Pacífico Sur, especialmente en Puntarenas y Guanacaste, y aguaceros dispersos en el resto del país. Algunos lugares hasta reportaron rayitos y truenos, ¡qué espectáculo!, aunque también un poco atemorizante si estás con el corazón en la boca. En algunas partes del Valle Central apareció la neblina, dándole un toque misterioso al paisaje, como de película de terror barato.
Lo bueno es que, por lo que se ve, la tormenta no causó mayores problemas. No hubo evacuaciones masivas ni deslizamientos de tierra graves. Claro, siempre hay algunos inconvenientes menores: baches que se agrandan, ríos que se desbordan un poquito, y el tráfico, que siempre es un brete, se puso peor por las lluvias. Pero en general, nos salvamos de lo peor. Y eso, mis panas, es motivo para darle gracias a Dios y tomarse un café bien cargadito.
Ahora, hablando de regiones, el Pacífico Sur sigue siendo el área más afectada, así que ahí sí hay que tener cuidado. Las autoridades recomiendan evitar zonas de riesgo, mantenerse informados y no salir de casa a menos que sea estrictamente necesario. También sugieren revisar techos y canaletas, porque nunca se sabe cuándo puede aparecer una sorpresa desagradable. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
Si pensamos en los daños potenciales, realmente podríamos haber estado mucho peor. Recordemos el paso de Otto hace unos años, que dejó estragos terribles en el país. Melissa, comparada con eso, ha sido un paseo dominical. Aunque claro, esto no significa que debamos bajar la guardia. Siempre es importante estar preparados para cualquier eventualidad, porque la naturaleza tiene sus propios planes y nosotros no siempre podemos controlarlos. Al final del día, somos pequeños ante la fuerza de la madre tierra.
Y ahora viene la gran pregunta, mis queridos foreros: ¿Creen que estamos tomando las medidas necesarias para mitigar los efectos del cambio climático en Costa Rica? Porque aunque Melissa haya sido “solo” una tormenta, es evidente que estos fenómenos climáticos extremos van a ir en aumento. ¿Qué deberíamos hacer diferente para protegernos mejor y asegurar un futuro sostenible para nuestros hijos y nietos? ¡Denle duro al debate!
Dejando atrás el clima por un momento, aprovechamos para recordar que este fin de semana largo muchos aprovecharán para visitar a sus seres queridos, disfrutar de la naturaleza y cargar pilas. ¡Que tengan unas excelentes vacaciones y sean precavidos en todo momento! Que no les jale una torta y disfruten de estos días de descanso merecidos, porque después vuelve el brete.