¡Ay, Dios mío! Se armó un jaleo de cerebritos en la UNI este lunes. Resulta que los jóvenes costarricenses le dieron duro a la competencia en las Olimpiadas Costarricenses de Ciencias (OLCOCI) y de Química (OLCOQUIM) 2025. El auditorio Cora Ferro Calabrese parecía un centro de control espacial, con tanto geniecillo buscando reconocimiento y demostrando que aquí sí se sabe de ciencia.
El acto, presidido por el viceministro del MICITT, Don Orlando Vega Quesada, y varios otros pesos pesados de la educación y la ciencia, fue una verdadera celebración del talento nuestro. Desde la vicerrectora de Investigación de la UNA hasta la asesora nacional de Química del MEP, todos ahí para aplaudir el esfuerzo de estos muchachos y muchachas que nos representan con orgullo internacional. No me van a mentir, se sentía el aire cargado de esperanza y de un poquito de 'pura vida' científica.
Y hablando de representar al país, varios equipos ya tienen boletos para competencias afuera. Andrea Ebanks Reyes, Pablo Andrés Midence Cortés, Víctor Steven Rojas Méndez y Adrián Daniel Suárez Araujo, del Colegio Científico de Alajuela, van directo a la International Mendeleev Chemistry Olympiad. ¡Imagínense la bronca que van a vivir allá! Mientras tanto, Marvin Herrera Baltodano ya trajo una mención de honor de la Olimpiada Centroamericana y del Caribe de Química, Pablo Midence Cortés se colgó una medalla de bronce, y Luis Diego Rojas Suárez una de plata. ¡Qué ganga!
Luego tenemos a Víctor Steven Rojas Méndez, Dylan Joseph Ramírez Witcher, Andrea Ebanks Reyes y Leonor Isaura Obando Umaña listos para la Olimpiada Iberoamericana de Química, y a Gabriel Herrera Barbosa, Rafael Sancho Dive, Santiago Bulgarelli, Ignacio Jesús Camacho Redondo, Matías Andino Castellanos y Mauricio Chaverri Trelles preparándose para la International Junior Science Olympiad. ¡Una barbaridad de talento nacional! Parece que vamos a estar dando mucho qué hablar en el escenario mundial.
Pero la cosa no termina ahí, porque también hubo premios individuales. Víctor Steven Rojas Méndez y Andrea Carolina Ebanks Reyes, ambos del Colegio Científico de Alajuela, se llevaron la medalla de oro absoluta en la Olimpiada de Química Avanzada. Y Matías Andino Castellanos, del Colegio Saint John Baptist, se coronó campeón en la Olimpiada de Ciencias Avanzada con otra dorada. ¡Tremendo papelón!
Y ni hablar de la jovencísima Samantha Sophia Bonilla Solano, de segundo año del Centro Educativo New Valley, quien hizo historia al ser la estudiante más joven inscrita en la historia de la Olimpiada de Ciencias. Con sus años, ya va dejando atrás a unos cuantos universitarios, ¡es un crack! Esto demuestra que el potencial está latente en todas partes, desde las escuelas más alejadas hasta los colegios más prestigiosos. Lo importante es darle la oportunidad a los niños y jóvenes de demostrar lo que valen.
Las instituciones también fueron reconocidas, y el Colegio Bilingüe Yurusti y el Colegio Científico de Alajuela se alzaron con los primeros lugares en las categorías de Ciencias y Química, respectivamente. Esto reafirma el compromiso de muchas escuelas con la excelencia académica y con el fomento de la curiosidad científica entre sus alumnos. Un brete de esfuerzo y dedicación por parte de maestros, padres y estudiantes.
En fin, este evento es una clara muestra de que Costa Rica tiene un futuro prometedor en materia de ciencia y tecnología si seguimos invirtiendo en educación y apoyando iniciativas como estas. Pero, díganme, ¿creen que realmente estamos haciendo lo suficiente para impulsar la ciencia en nuestro país, o necesitamos darle un empujón más grande? ¿Cuál creen que sería la forma más efectiva de inspirar a la próxima generación de científicos costarricenses?
El acto, presidido por el viceministro del MICITT, Don Orlando Vega Quesada, y varios otros pesos pesados de la educación y la ciencia, fue una verdadera celebración del talento nuestro. Desde la vicerrectora de Investigación de la UNA hasta la asesora nacional de Química del MEP, todos ahí para aplaudir el esfuerzo de estos muchachos y muchachas que nos representan con orgullo internacional. No me van a mentir, se sentía el aire cargado de esperanza y de un poquito de 'pura vida' científica.
Y hablando de representar al país, varios equipos ya tienen boletos para competencias afuera. Andrea Ebanks Reyes, Pablo Andrés Midence Cortés, Víctor Steven Rojas Méndez y Adrián Daniel Suárez Araujo, del Colegio Científico de Alajuela, van directo a la International Mendeleev Chemistry Olympiad. ¡Imagínense la bronca que van a vivir allá! Mientras tanto, Marvin Herrera Baltodano ya trajo una mención de honor de la Olimpiada Centroamericana y del Caribe de Química, Pablo Midence Cortés se colgó una medalla de bronce, y Luis Diego Rojas Suárez una de plata. ¡Qué ganga!
Luego tenemos a Víctor Steven Rojas Méndez, Dylan Joseph Ramírez Witcher, Andrea Ebanks Reyes y Leonor Isaura Obando Umaña listos para la Olimpiada Iberoamericana de Química, y a Gabriel Herrera Barbosa, Rafael Sancho Dive, Santiago Bulgarelli, Ignacio Jesús Camacho Redondo, Matías Andino Castellanos y Mauricio Chaverri Trelles preparándose para la International Junior Science Olympiad. ¡Una barbaridad de talento nacional! Parece que vamos a estar dando mucho qué hablar en el escenario mundial.
Pero la cosa no termina ahí, porque también hubo premios individuales. Víctor Steven Rojas Méndez y Andrea Carolina Ebanks Reyes, ambos del Colegio Científico de Alajuela, se llevaron la medalla de oro absoluta en la Olimpiada de Química Avanzada. Y Matías Andino Castellanos, del Colegio Saint John Baptist, se coronó campeón en la Olimpiada de Ciencias Avanzada con otra dorada. ¡Tremendo papelón!
Y ni hablar de la jovencísima Samantha Sophia Bonilla Solano, de segundo año del Centro Educativo New Valley, quien hizo historia al ser la estudiante más joven inscrita en la historia de la Olimpiada de Ciencias. Con sus años, ya va dejando atrás a unos cuantos universitarios, ¡es un crack! Esto demuestra que el potencial está latente en todas partes, desde las escuelas más alejadas hasta los colegios más prestigiosos. Lo importante es darle la oportunidad a los niños y jóvenes de demostrar lo que valen.
Las instituciones también fueron reconocidas, y el Colegio Bilingüe Yurusti y el Colegio Científico de Alajuela se alzaron con los primeros lugares en las categorías de Ciencias y Química, respectivamente. Esto reafirma el compromiso de muchas escuelas con la excelencia académica y con el fomento de la curiosidad científica entre sus alumnos. Un brete de esfuerzo y dedicación por parte de maestros, padres y estudiantes.
En fin, este evento es una clara muestra de que Costa Rica tiene un futuro prometedor en materia de ciencia y tecnología si seguimos invirtiendo en educación y apoyando iniciativas como estas. Pero, díganme, ¿creen que realmente estamos haciendo lo suficiente para impulsar la ciencia en nuestro país, o necesitamos darle un empujón más grande? ¿Cuál creen que sería la forma más efectiva de inspirar a la próxima generación de científicos costarricenses?