Ay, Dios mío, qué bronca, mi gente. Anoche se armó un quite tremendo en Miramar de Puntarenas que nos dejó boquiabiertos. Resulta que un pobre tipo, trabajando como buen tico honesto, terminó prensado en una máquina para moler piedra. ¡Imagínate la torta!
Según nos cuentan los compañeros de la Cruz Roja, el llamado llegó pasaditas de las seis y media de la tarde. Al parecer, el mae estaba haciendo su brete, tratando de ganarse la vida honradamente, cuando le agarró una salada y su pierna quedó atrapada entre los rodillos del molino. Uno nunca sabe cuándo te va a tocar meterle pata arriba a algo así.
Los paramédicos, esos héroes siempre listos pa’ cualquier emergencia, tuvieron que desplazar un equipo completo, ¡quince cruzrojistas! Eso demuestra la complejidad de la situación, diay. No era pa’ juegos, el mae andaba bien apretado y necesitaban sacarlo rapidito para llevarlo al hospital.
Lo movilizaron de inmediato al Hospital Monseñor Sanabria, esperando que los doctores pudieran ayudarlo. Ya saben cómo son estos accidentes, pueden salir muy feos si no se actúa a tiempo. Esperamos que el mae se recupere pronto y pueda volver a darle maña a su trabajo.
Ahora, aunque parezca mentira, este tipo de incidentes nos recuerdan la importancia de cuidarnos en el trabajo. Las máquinas son peligrosas, mi pana, y hay que tener mucho cuidado con ellas. De hecho, muchos dicen que deberíamos exigir más controles y medidas de seguridad en todos los lugares de trabajo. Aunque, ¿qué le vamos a hacer? En Costa Rica, a veces toca echar pa’ lante con lo que hay.
Y hablando de cosas que nos hacen pensar, no deja de ser curioso que esta noticia sale justo cuando estamos leyendo tanto sobre el Cártel del Caribe Sur, con sus hoteles de lujo en Guanacaste y sus dineros sospechosos. Se supone que debemos estar preocupados por la seguridad nacional, pero luego pasa esto… uno se pregunta dónde están las prioridades, ¿verdad?
Algunos dirán que son cosas distintas, que un accidente laboral es diferente a una investigación criminal. Pero yo creo que ambas cosas reflejan una realidad: la precariedad de nuestra sociedad, donde algunos tienen todo y otros luchan día a día para sobrevivir. Mientras unos se van de vacaciones a hoteles cinco estrellas, otros terminan prensados en un molino de piedra buscando qué comer. ¡Qué vara!
En fin, esperamos que el mae se mejore pronto y que las autoridades investiguen a fondo lo sucedido. Ahora me pregunto: ¿Deberían endurecer las regulaciones de seguridad en las pequeñas empresas y talleres artesanales en Costa Rica, o es responsabilidad individual de cada trabajador tomar todas las precauciones necesarias?
Según nos cuentan los compañeros de la Cruz Roja, el llamado llegó pasaditas de las seis y media de la tarde. Al parecer, el mae estaba haciendo su brete, tratando de ganarse la vida honradamente, cuando le agarró una salada y su pierna quedó atrapada entre los rodillos del molino. Uno nunca sabe cuándo te va a tocar meterle pata arriba a algo así.
Los paramédicos, esos héroes siempre listos pa’ cualquier emergencia, tuvieron que desplazar un equipo completo, ¡quince cruzrojistas! Eso demuestra la complejidad de la situación, diay. No era pa’ juegos, el mae andaba bien apretado y necesitaban sacarlo rapidito para llevarlo al hospital.
Lo movilizaron de inmediato al Hospital Monseñor Sanabria, esperando que los doctores pudieran ayudarlo. Ya saben cómo son estos accidentes, pueden salir muy feos si no se actúa a tiempo. Esperamos que el mae se recupere pronto y pueda volver a darle maña a su trabajo.
Ahora, aunque parezca mentira, este tipo de incidentes nos recuerdan la importancia de cuidarnos en el trabajo. Las máquinas son peligrosas, mi pana, y hay que tener mucho cuidado con ellas. De hecho, muchos dicen que deberíamos exigir más controles y medidas de seguridad en todos los lugares de trabajo. Aunque, ¿qué le vamos a hacer? En Costa Rica, a veces toca echar pa’ lante con lo que hay.
Y hablando de cosas que nos hacen pensar, no deja de ser curioso que esta noticia sale justo cuando estamos leyendo tanto sobre el Cártel del Caribe Sur, con sus hoteles de lujo en Guanacaste y sus dineros sospechosos. Se supone que debemos estar preocupados por la seguridad nacional, pero luego pasa esto… uno se pregunta dónde están las prioridades, ¿verdad?
Algunos dirán que son cosas distintas, que un accidente laboral es diferente a una investigación criminal. Pero yo creo que ambas cosas reflejan una realidad: la precariedad de nuestra sociedad, donde algunos tienen todo y otros luchan día a día para sobrevivir. Mientras unos se van de vacaciones a hoteles cinco estrellas, otros terminan prensados en un molino de piedra buscando qué comer. ¡Qué vara!
En fin, esperamos que el mae se mejore pronto y que las autoridades investiguen a fondo lo sucedido. Ahora me pregunto: ¿Deberían endurecer las regulaciones de seguridad en las pequeñas empresas y talleres artesanales en Costa Rica, o es responsabilidad individual de cada trabajador tomar todas las precauciones necesarias?