¡Ay, Dios mío, qué alivio pa' los chikillos! Resulta que el Hospital Monseñor Sanabria en Puntarenas, que ya saben cómo andan siempre full de pacientes, se puso las pilas y encontró una forma bárbara de quitarle un peso de encima a los peques antes de sus cirugías y procedimientos. Olvídate de esas camillas frías y pasadas; ahora tienen motitos BMW y jueguetes a control remoto listos pa’ ponerle alegría al asunto.
Según cuentan los mandamases del hospital, la idea surgió de un estudio serio hecho en Cambridge, Inglaterra, que demostró que llevar a los niños en autos eléctricos hace que se estresen menos antes de un cateterismo cardiaco. ¡Imagínate! Un estudio en Cambridge, ¡pa’ nosotros! Eso sí que es ponerle atención al detalle y querer mejorar la vida de la gente, aunque sea con un chuche. Al parecer, los doctores vieron ahí la oportunidad de copiar la onda y darle un giro tico al asunto.
La donación vino de la mano de Red Motors, que obsequió dos motocicletas BMW R 1200 RT (¡motocicletas de verdad, má!) y dos carros BMW i4 de juguete para que los niños puedan dar unas vueltas antes de enfrentar el brete de la cirugía. Noelia Alfaro, la encargada de mercadeo de Red Motors, nos dijo que buscan que los nenes encarpollen el momento con una actitud más relajada y contenta. Pues claro, ¿quién necesita estar llorando si puede estar manejando un motito?
El doctor Randall Álvarez, director del hospital, se emocionó hasta las lágrimas explicando que esto representa un cambio radical en la atención pediátrica. Normalmente, los hospitales no son precisamente el lugar favorito de ningún niño, digámoslo así. Pero ahora, gracias a esta donación, esperan que los pequeños vean el hospital como un lugar menos intimidante, donde pueden distraerse y olvidar por un rato el nerviosismo. “Es una forma de poder bajar el estrés y hacer que la experiencia sea mucho más agradable y menos traumática,” añadió el doctor, visiblemente contento.
Y no es la primera vez que el Monseñor Sanabria recurre a estas estrategias creativas. Ya en el 2016 compraron un carrito similar, también con donaciones y rifas. Demuestra que la gente sí quiere echarle una mano y que hay iniciativas bacanas para mejorar la calidad de vida de nuestros niños. ¡Que siga la racha!
Ahora bien, esto no es solo cuestión de tener motitos y jueguetes bonitos. También implica un cambio en la mentalidad de los profesionales de la salud, quienes ahora tienen que entender que los niños necesitan sentirse seguros y cómodos en el hospital. Que entiendan que no son mini adultos y que requieren un trato especial. Uno de los desafíos será capacitar al personal para que use estos recursos de manera efectiva y creen un ambiente más amigable para los niños.
Con alrededor de 134 cirugías pediátricas al año, el impacto de esta donación es enorme. Se espera que esta medida contribuya a reducir significativamente los niveles de ansiedad de los niños y a mejorar su bienestar general. Verás, la salud mental de los niños es tan importante como cualquier otra enfermedad física, y este es un paso adelante en la dirección correcta. Además, les da a los padres la tranquilidad de saber que sus hijos están recibiendo una atención integral y personalizada.
Así que, dime tú, ¿qué te parece esta iniciativa? ¿Crees que otras instituciones de salud deberían tomar ejemplo del Hospital Monseñor Sanabria e implementar medidas similares para mejorar la experiencia de los niños en el hospital? ¡Anímate a compartir tu opinión en el foro!
Según cuentan los mandamases del hospital, la idea surgió de un estudio serio hecho en Cambridge, Inglaterra, que demostró que llevar a los niños en autos eléctricos hace que se estresen menos antes de un cateterismo cardiaco. ¡Imagínate! Un estudio en Cambridge, ¡pa’ nosotros! Eso sí que es ponerle atención al detalle y querer mejorar la vida de la gente, aunque sea con un chuche. Al parecer, los doctores vieron ahí la oportunidad de copiar la onda y darle un giro tico al asunto.
La donación vino de la mano de Red Motors, que obsequió dos motocicletas BMW R 1200 RT (¡motocicletas de verdad, má!) y dos carros BMW i4 de juguete para que los niños puedan dar unas vueltas antes de enfrentar el brete de la cirugía. Noelia Alfaro, la encargada de mercadeo de Red Motors, nos dijo que buscan que los nenes encarpollen el momento con una actitud más relajada y contenta. Pues claro, ¿quién necesita estar llorando si puede estar manejando un motito?
El doctor Randall Álvarez, director del hospital, se emocionó hasta las lágrimas explicando que esto representa un cambio radical en la atención pediátrica. Normalmente, los hospitales no son precisamente el lugar favorito de ningún niño, digámoslo así. Pero ahora, gracias a esta donación, esperan que los pequeños vean el hospital como un lugar menos intimidante, donde pueden distraerse y olvidar por un rato el nerviosismo. “Es una forma de poder bajar el estrés y hacer que la experiencia sea mucho más agradable y menos traumática,” añadió el doctor, visiblemente contento.
Y no es la primera vez que el Monseñor Sanabria recurre a estas estrategias creativas. Ya en el 2016 compraron un carrito similar, también con donaciones y rifas. Demuestra que la gente sí quiere echarle una mano y que hay iniciativas bacanas para mejorar la calidad de vida de nuestros niños. ¡Que siga la racha!
Ahora bien, esto no es solo cuestión de tener motitos y jueguetes bonitos. También implica un cambio en la mentalidad de los profesionales de la salud, quienes ahora tienen que entender que los niños necesitan sentirse seguros y cómodos en el hospital. Que entiendan que no son mini adultos y que requieren un trato especial. Uno de los desafíos será capacitar al personal para que use estos recursos de manera efectiva y creen un ambiente más amigable para los niños.
Con alrededor de 134 cirugías pediátricas al año, el impacto de esta donación es enorme. Se espera que esta medida contribuya a reducir significativamente los niveles de ansiedad de los niños y a mejorar su bienestar general. Verás, la salud mental de los niños es tan importante como cualquier otra enfermedad física, y este es un paso adelante en la dirección correcta. Además, les da a los padres la tranquilidad de saber que sus hijos están recibiendo una atención integral y personalizada.
Así que, dime tú, ¿qué te parece esta iniciativa? ¿Crees que otras instituciones de salud deberían tomar ejemplo del Hospital Monseñor Sanabria e implementar medidas similares para mejorar la experiencia de los niños en el hospital? ¡Anímate a compartir tu opinión en el foro!
