¡Dey! Aquí la cosa está que arde. Después de meses de espera y regaños, el MOPT finalmente anunció que le va a meterle mano a la flota de la Policía de Tránsito. ¿De qué se trata? Pues de unas 28 motoconchas y 25 patrullas tipo pickup, pa’ que los oficiales puedan moverse con más eficiencia y darle duro al control de tráfico. Parece bueno, ¿verdad?
Pero esperen un momentito, porque la cosa tiene un detalle salado. Resulta que la Auditoría Interna del Cosevi ya había levantado la ceja hace buen rato, señalando que muchísimos de estos carros andaban sin placas porque sus dueños, sorpresa, ¡tenían multas pendientes! Imagínense la bronca: unos carros nuevos y chivísimos, pero sin poder rodar legalmente por culpa de algunas moras. ¡Qué despiche!
El ministro Efraím Zeledón, tratando de restarle importancia al asunto, dijo que esta compra es parte de un plan más grande para fortalecer la seguridad vial y darle una mejora institucional a la policía. Claro, claro… Pero la gente ya anda comentando que esto huele a chamaco, especialmente considerando que el gobierno ya casi se va y les urge cumplir metas.
La inversión total, ni hablar, es una suma considerable: ¡casi dos millones de dólares! US$919.611 para las motos y $1.214.309 para las patrullas. Todo este dinero sale directo del bolsillo de los contribuyentes, cortesía del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi). Uno se pregunta si con esas pelas no podrían haber arreglado las calles repletas de baches que nos tienen sufriendo, diay.
Según el subdirector de la Policía de Tránsito, Martín Sánchez Agüero, los retrasos en los papeles son solo “trámites administrativos”. Sí, trámites… Como si fuera tan fácil resolver cosas cuando estamos a semanas de fin de año y todos quieren irse de vacaciones. Él afirma que no hay ninguna relación entre las multas pendientes y la compra de los vehículos, pero a muchos eso no les convence mucho, ¿sabrán?
Lo que preocupa a la población es que esta no es la primera vez que vemos este tipo de situaciones. Ya hemos visto cómo el MOPT y el Cosevi se ven envueltos en polémicas por contratos turbios y manejos poco transparentes del dinero público. La confianza ya está por los suelos, mae, y cada vez que salen con anuncios de este tipo, la gente se queda con la duda persistente: ¿dónde va a parar todo ese dinero?
Y hablando de transparencia, las autoridades prometieron tener los vehículos operativos “en los próximos días”, justo antes de que el gobierno se vaya de vacaciones. Suena a prisas, ¿no creen? Se busca encubrir algo, la verdad. Con un vehículo por cada una de las 25 delegaciones del país, la intención parece noble, pero la ejecución deja muchas preguntas abiertas. Veremos si realmente cumplen con lo dicho o si esto se convierte en otro fiasco más.
En fin, parece que el MOPT quiere cerrar el año con una nota positiva, pero la sombra de las multas pendientes y la advertencia de la auditoría siguen planeando sobre todo el asunto. ¿Será que esta iniciativa será realmente efectiva para mejorar la seguridad vial o simplemente una cortina de humo para tapar otras irregularidades? ¡Díganme ustedes, qué opinan? Deberíamos exigir mayor transparencia en estos procesos, ¿no les parece?
Pero esperen un momentito, porque la cosa tiene un detalle salado. Resulta que la Auditoría Interna del Cosevi ya había levantado la ceja hace buen rato, señalando que muchísimos de estos carros andaban sin placas porque sus dueños, sorpresa, ¡tenían multas pendientes! Imagínense la bronca: unos carros nuevos y chivísimos, pero sin poder rodar legalmente por culpa de algunas moras. ¡Qué despiche!
El ministro Efraím Zeledón, tratando de restarle importancia al asunto, dijo que esta compra es parte de un plan más grande para fortalecer la seguridad vial y darle una mejora institucional a la policía. Claro, claro… Pero la gente ya anda comentando que esto huele a chamaco, especialmente considerando que el gobierno ya casi se va y les urge cumplir metas.
La inversión total, ni hablar, es una suma considerable: ¡casi dos millones de dólares! US$919.611 para las motos y $1.214.309 para las patrullas. Todo este dinero sale directo del bolsillo de los contribuyentes, cortesía del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi). Uno se pregunta si con esas pelas no podrían haber arreglado las calles repletas de baches que nos tienen sufriendo, diay.
Según el subdirector de la Policía de Tránsito, Martín Sánchez Agüero, los retrasos en los papeles son solo “trámites administrativos”. Sí, trámites… Como si fuera tan fácil resolver cosas cuando estamos a semanas de fin de año y todos quieren irse de vacaciones. Él afirma que no hay ninguna relación entre las multas pendientes y la compra de los vehículos, pero a muchos eso no les convence mucho, ¿sabrán?
Lo que preocupa a la población es que esta no es la primera vez que vemos este tipo de situaciones. Ya hemos visto cómo el MOPT y el Cosevi se ven envueltos en polémicas por contratos turbios y manejos poco transparentes del dinero público. La confianza ya está por los suelos, mae, y cada vez que salen con anuncios de este tipo, la gente se queda con la duda persistente: ¿dónde va a parar todo ese dinero?
Y hablando de transparencia, las autoridades prometieron tener los vehículos operativos “en los próximos días”, justo antes de que el gobierno se vaya de vacaciones. Suena a prisas, ¿no creen? Se busca encubrir algo, la verdad. Con un vehículo por cada una de las 25 delegaciones del país, la intención parece noble, pero la ejecución deja muchas preguntas abiertas. Veremos si realmente cumplen con lo dicho o si esto se convierte en otro fiasco más.
En fin, parece que el MOPT quiere cerrar el año con una nota positiva, pero la sombra de las multas pendientes y la advertencia de la auditoría siguen planeando sobre todo el asunto. ¿Será que esta iniciativa será realmente efectiva para mejorar la seguridad vial o simplemente una cortina de humo para tapar otras irregularidades? ¡Díganme ustedes, qué opinan? Deberíamos exigir mayor transparencia en estos procesos, ¿no les parece?