¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, otra bronca gorda entre el MOPT, la CNFL y la Contraloría. Resulta que la Contraloría les dijo basta a toda esa publicidad que andaban pegando en los postes y vallas del Estado, y ahora tanto Efraín Zeledón como Luis Fernando Andrés se pusieron a defender su jugada con uñas y dientes. Parece que se les infló el ego con esos dineritos que estaban ganando.
Todo empezó porque la Contraloría les mandó parar, dándoles hasta el 28 de noviembre para quitarle esa publicidad que tenían colgada en prácticamente todos lados, gracias a un convenio con Publiex. Al parecer, la Contraloría vio eso como algo turbio, como si estuvieran usando los terrenos del Estado para hacer unos billetes fáciles. Y vaya que no eran pocos, ¡casi ¢108 millones! Eso sí que es un buen chururito, diay.
Ahora, Zeledón y Andrés salen con que no es un simple negocio comercial, sino que es una forma de generar ingresos para la CNFL, y que esto entra dentro de lo que dice el reglamento. Argumentan que así pueden mantener las luces prendidas y que no tienen que andar pidiendo aumentos de tarifas pa’ pagar el brete. ¿Pero quién nos convence a nosotros, mae? Parece que están tratando de escabullirse de la sanción con puras argucias legales.
La cosa es que, según el MOPT y la CNFL, este modelo de negocio con Publiex es una maravilla: generan ingresos, optimizan activos, rentabilizan inversiones públicas y hasta ayudan a los clientes. Dicen que es como magia, que sacan dinero de la chiquita. Pero claro, siempre hay intereses detrás de estas cosas, ¿verdad? Uno se queda pensando si realmente esto beneficia al pueblo o solo a unos cuantos allegaditos.
Por supuesto, Publiex tampoco se quedó callado. Armado Solano, el representante de la empresa, salió a decir que respetan el marco legal costarricense y que van a colaborar con las instituciones. También recordaron que llevan desde 2020 buscando esta oportunidad, que todo estaba bien resuelto y que tienen pólizas de responsabilidad civil por $1.5 millones para cubrir cualquier problema. Parece que están tratando de lavarse las manos diciendo que hicieron todo legalmente, pero huele a moco.
La Contraloría, con toda su calma, dejó claro que estos recursos no suspenden nada. Así que seguirán trabajando en el caso, aunque puede tardar un mes o más en llegar a una conclusión. Mientras tanto, Publiex sigue esperando, con el corazón en la boca, a ver qué decide la Contraloría. Es un momento crucial para ellos, porque si pierden esta batalla, se les puede ir al traste todo el negocio.
Al final, parece que estamos viendo una pelea de gallos entre instituciones públicas y una empresa privada, donde el pueblo es el que sale perjudicado. Se gastan varos millones en abogados, en procesos judiciales, cuando ese dinero podría haberse usado para mejorar los servicios públicos. Es triste ver cómo nos toman el pelo con estas justificaciones rebuscadas y estrategias legales. Este país necesita más transparencia y menos rodeos, diay.
Con todo esto, me pregunto: ¿creen ustedes que el MOPT y la CNFL tienen razón al defender este convenio con Publiex, o la Contraloría hizo bien en ponerles freno? ¿Deberían estar priorizando otros temas, como arreglar las calles llenas de baches o mejorar el sistema eléctrico, en lugar de buscar formas creativas de ganar plata con la publicidad?
	
		
			
		
		
	
				
			Todo empezó porque la Contraloría les mandó parar, dándoles hasta el 28 de noviembre para quitarle esa publicidad que tenían colgada en prácticamente todos lados, gracias a un convenio con Publiex. Al parecer, la Contraloría vio eso como algo turbio, como si estuvieran usando los terrenos del Estado para hacer unos billetes fáciles. Y vaya que no eran pocos, ¡casi ¢108 millones! Eso sí que es un buen chururito, diay.
Ahora, Zeledón y Andrés salen con que no es un simple negocio comercial, sino que es una forma de generar ingresos para la CNFL, y que esto entra dentro de lo que dice el reglamento. Argumentan que así pueden mantener las luces prendidas y que no tienen que andar pidiendo aumentos de tarifas pa’ pagar el brete. ¿Pero quién nos convence a nosotros, mae? Parece que están tratando de escabullirse de la sanción con puras argucias legales.
La cosa es que, según el MOPT y la CNFL, este modelo de negocio con Publiex es una maravilla: generan ingresos, optimizan activos, rentabilizan inversiones públicas y hasta ayudan a los clientes. Dicen que es como magia, que sacan dinero de la chiquita. Pero claro, siempre hay intereses detrás de estas cosas, ¿verdad? Uno se queda pensando si realmente esto beneficia al pueblo o solo a unos cuantos allegaditos.
Por supuesto, Publiex tampoco se quedó callado. Armado Solano, el representante de la empresa, salió a decir que respetan el marco legal costarricense y que van a colaborar con las instituciones. También recordaron que llevan desde 2020 buscando esta oportunidad, que todo estaba bien resuelto y que tienen pólizas de responsabilidad civil por $1.5 millones para cubrir cualquier problema. Parece que están tratando de lavarse las manos diciendo que hicieron todo legalmente, pero huele a moco.
La Contraloría, con toda su calma, dejó claro que estos recursos no suspenden nada. Así que seguirán trabajando en el caso, aunque puede tardar un mes o más en llegar a una conclusión. Mientras tanto, Publiex sigue esperando, con el corazón en la boca, a ver qué decide la Contraloría. Es un momento crucial para ellos, porque si pierden esta batalla, se les puede ir al traste todo el negocio.
Al final, parece que estamos viendo una pelea de gallos entre instituciones públicas y una empresa privada, donde el pueblo es el que sale perjudicado. Se gastan varos millones en abogados, en procesos judiciales, cuando ese dinero podría haberse usado para mejorar los servicios públicos. Es triste ver cómo nos toman el pelo con estas justificaciones rebuscadas y estrategias legales. Este país necesita más transparencia y menos rodeos, diay.
Con todo esto, me pregunto: ¿creen ustedes que el MOPT y la CNFL tienen razón al defender este convenio con Publiex, o la Contraloría hizo bien en ponerles freno? ¿Deberían estar priorizando otros temas, como arreglar las calles llenas de baches o mejorar el sistema eléctrico, en lugar de buscar formas creativas de ganar plata con la publicidad?
 
	 
 
		 
  
 
		 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		