¡Duro, duro! La cosa se puso seria en el Pacífico Sur, donde nuestros oficiales están sudando la gota gorda para frenar el avance del narcotráfico. El gobierno, consciente del problema, le dio luz verde al plan “Tridente Sur”, una movida contundente para darle un buen golpe a esas bandas que andan haciendo de las suyas.
Como muchos sabrán, hace tiempo que el corredor marítimo entre Panamá y Costa Rica ha sido una vía preferida por los peces gordos del narcotráfico para meter mercancía ilegal a nuestro país. La combinación de humedales extensos, costas remotas y poca vigilancia histórica ha creado un caldo de cultivo perfecto para este negocio ilícito. Por eso, la iniciativa “Tridente Sur” busca cambiar radicalmente el panorama, con la participación coordinada de varias instituciones clave.
Estamos hablando de un esfuerzo conjunto entre el Servicio Nacional de Guardacostas, el Servicio General de Vigilancia Aérea, la Policía de Fronteras y la Policía de Control de Drogas (PCD). Cada uno aportando su granito de arena, combinando patrullajes marítimos intensificados, vuelos de reconocimiento aéreo constantes y control riguroso de las fronteras terrestres. El objetivo es simple: hacerle la vida imposible a los traficantes y evitar que puedan mover sus productos con tanta facilidad.
Juan Carlos Alvarado, el jefe del Guardacostas, nos comentó que el humedal de Sierpe y Drake se ha convertido en una zona de especial interés. Con 21 millas náuticas, este espacio es prácticamente un laberinto acuático ideal para esconder droga y otras cosas turbias. Según él, los últimos golpes certeros contra las organizaciones criminales en Pavones y Puerto Jiménez confirman que esta área es crucial en la estrategia de los narcos.
Pero no solo se trata de atraparlos en flagrante delito; también se busca confiscar todos sus activos ilegítimos. Después de un juicio justo, el Estado puede tomar posesión de las naves y otros bienes utilizados para transportar droga o combustible. Esto es fundamental para debilitar financieramente a estas organizaciones y evitar que puedan volver a empezar.
Y no crean que solo usan lanchas rápidas con motores potentes. Según fuentes cercanas a la investigación, ahora están utilizando flotillas pesqueras para camuflarse y llegar incluso a tierra firme, buscando lugares discretos para descargar su producto. Esta adaptación constante obliga a las autoridades a estar siempre un paso adelante, innovando en sus tácticas de vigilancia y control.
Javier Moreira, responsable de la Vigilancia Aérea, recalcó la importancia de contar con apoyo desde el cielo. Los aviones permiten cubrir extensiones enormes de terreno rápidamente, detectando movimientos sospechosos y guiando a las unidades terrestres o marítimas hacia la ubicación precisa de posibles objetivos. Dijo textualmente: "el objetivo es claro, la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico en puntos específicos". ¡Así se habla!
Todo esto pinta bien, claro, pero me pregunto si realmente estas medidas serán suficientes para acabar con el problema de raíz. ¿Creem que la coordinación interinstitucional será suficiente o necesitamos invertir más recursos en inteligencia y tecnología para anticiparnos a los movimientos de estos delincuentes? ¿Ustedes qué opinan, compas?
Como muchos sabrán, hace tiempo que el corredor marítimo entre Panamá y Costa Rica ha sido una vía preferida por los peces gordos del narcotráfico para meter mercancía ilegal a nuestro país. La combinación de humedales extensos, costas remotas y poca vigilancia histórica ha creado un caldo de cultivo perfecto para este negocio ilícito. Por eso, la iniciativa “Tridente Sur” busca cambiar radicalmente el panorama, con la participación coordinada de varias instituciones clave.
Estamos hablando de un esfuerzo conjunto entre el Servicio Nacional de Guardacostas, el Servicio General de Vigilancia Aérea, la Policía de Fronteras y la Policía de Control de Drogas (PCD). Cada uno aportando su granito de arena, combinando patrullajes marítimos intensificados, vuelos de reconocimiento aéreo constantes y control riguroso de las fronteras terrestres. El objetivo es simple: hacerle la vida imposible a los traficantes y evitar que puedan mover sus productos con tanta facilidad.
Juan Carlos Alvarado, el jefe del Guardacostas, nos comentó que el humedal de Sierpe y Drake se ha convertido en una zona de especial interés. Con 21 millas náuticas, este espacio es prácticamente un laberinto acuático ideal para esconder droga y otras cosas turbias. Según él, los últimos golpes certeros contra las organizaciones criminales en Pavones y Puerto Jiménez confirman que esta área es crucial en la estrategia de los narcos.
Pero no solo se trata de atraparlos en flagrante delito; también se busca confiscar todos sus activos ilegítimos. Después de un juicio justo, el Estado puede tomar posesión de las naves y otros bienes utilizados para transportar droga o combustible. Esto es fundamental para debilitar financieramente a estas organizaciones y evitar que puedan volver a empezar.
Y no crean que solo usan lanchas rápidas con motores potentes. Según fuentes cercanas a la investigación, ahora están utilizando flotillas pesqueras para camuflarse y llegar incluso a tierra firme, buscando lugares discretos para descargar su producto. Esta adaptación constante obliga a las autoridades a estar siempre un paso adelante, innovando en sus tácticas de vigilancia y control.
Javier Moreira, responsable de la Vigilancia Aérea, recalcó la importancia de contar con apoyo desde el cielo. Los aviones permiten cubrir extensiones enormes de terreno rápidamente, detectando movimientos sospechosos y guiando a las unidades terrestres o marítimas hacia la ubicación precisa de posibles objetivos. Dijo textualmente: "el objetivo es claro, la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico en puntos específicos". ¡Así se habla!
Todo esto pinta bien, claro, pero me pregunto si realmente estas medidas serán suficientes para acabar con el problema de raíz. ¿Creem que la coordinación interinstitucional será suficiente o necesitamos invertir más recursos en inteligencia y tecnología para anticiparnos a los movimientos de estos delincuentes? ¿Ustedes qué opinan, compas?