Bueno, pues fíjate tú, parece que el panorama político va cambiando poquito a poco. Con estas elecciones acercándose, estamos viendo caras nuevas, gente que no siempre anda en los medios, pero que le pone ganas a la cosa. Algunos dicen que es pura campaña, otros que sí hay esperanza, ¿quién sabe? Pero la verdad es que después de tanto rato de ver las mismas caras, da gusto ver movimiento, diay.
El texto nos dice que una nueva generación está entrando a la arena política, buscando darle un respiro a la ‘II República’, como les gusta llamarle a los viejos burócratas. A ver si estos nuevos tienen el tino de meterle pata, porque la cosa está bastante fea, mae. Estamos hablando de un país cansado de promesas rotas y funcionarios que se llenan los bolsillos mientras la calle se muere de hambre. Se necesita un jarro de agua fría, eso seguro.
No te andemos con rodeos, la situación del país está salada. La inseguridad nos come vivo, la droga se mete en cada rincón, y la policía parece que anda dando vueltas sin rumbo fijo. Y encima, tenemos un Estado que está más descompuesto que un chinche viejo. Falta inversión, falta trabajo digno, falta vivienda… ¡Una torta!, vaya problema nos cayó.
Estos aspirantes hablan de reforma, claro que sí, pero lo que queremos saber es ¿cómo piensan hacerlo? No basta con prometer milagros, necesitan mostrar propuestas concretas. Hay que reformar el Estado, sí, pero también hay que echarle ojo a esos contratos inflados y a toda esa corrupción que nos roba la camisa. Y la educación, ¡qué tal la educación!, ahí sí que tenemos un brete, los niños van perdiendo interés y los maestros andan desanimados. ¡Qué pena!
Hablan de invertir en infraestructura, incluso de un tren rapidito de Paraíso a Grecia. Eso estaría bueno, pero primero hay que arreglar las calles que ya ni se pueden transitar. Y claro, la Constitución también necesita unos retoques, cambiar el sistema de elección de diputados sería un buen comienzo. Porque nomás así, seguimos teniendo legisladores que defienden sus propios intereses, en lugar de los del pueblo. Se necesita una limpieza general, un cambio radical.
Lo importante ahora es que este no sea otro circo político lleno de ataques personales y mentiras baratas. Ya estamos hartos de escuchar a los candidatos criticándose entre ellos, en vez de hablar de soluciones reales. Necesitamos un debate serio, donde se discutan los problemas del país y se presenten propuestas innovadoras. Que digan qué han hecho de bien en sus vidas, porque eso sí importa, ¿no?
Nosotros, los ciudadanos, tenemos que exigir transparencia y rendición de cuentas. No podemos seguir votando por los mismos de siempre, esperando que cambien las cosas mágicamente. Tenemos que investigar a fondo a los candidatos, conocer sus propuestas y elegir a aquellos que realmente tengan el interés del país en el corazón. ¡Aguante Costa Rica!, se necesita un empujoncito pa’l frente.
Ahora dime, ¿crees que estos nuevos liderazgos representan un verdadero cambio para Costa Rica, o será solo otra campaña llena de promesas vacías? ¿Qué medidas específicas crees que deberían implementar para abordar la crisis de inseguridad y mejorar la educación pública? Déjanos tus opiniones en los comentarios, ¡queremos saber qué piensas, mae!
El texto nos dice que una nueva generación está entrando a la arena política, buscando darle un respiro a la ‘II República’, como les gusta llamarle a los viejos burócratas. A ver si estos nuevos tienen el tino de meterle pata, porque la cosa está bastante fea, mae. Estamos hablando de un país cansado de promesas rotas y funcionarios que se llenan los bolsillos mientras la calle se muere de hambre. Se necesita un jarro de agua fría, eso seguro.
No te andemos con rodeos, la situación del país está salada. La inseguridad nos come vivo, la droga se mete en cada rincón, y la policía parece que anda dando vueltas sin rumbo fijo. Y encima, tenemos un Estado que está más descompuesto que un chinche viejo. Falta inversión, falta trabajo digno, falta vivienda… ¡Una torta!, vaya problema nos cayó.
Estos aspirantes hablan de reforma, claro que sí, pero lo que queremos saber es ¿cómo piensan hacerlo? No basta con prometer milagros, necesitan mostrar propuestas concretas. Hay que reformar el Estado, sí, pero también hay que echarle ojo a esos contratos inflados y a toda esa corrupción que nos roba la camisa. Y la educación, ¡qué tal la educación!, ahí sí que tenemos un brete, los niños van perdiendo interés y los maestros andan desanimados. ¡Qué pena!
Hablan de invertir en infraestructura, incluso de un tren rapidito de Paraíso a Grecia. Eso estaría bueno, pero primero hay que arreglar las calles que ya ni se pueden transitar. Y claro, la Constitución también necesita unos retoques, cambiar el sistema de elección de diputados sería un buen comienzo. Porque nomás así, seguimos teniendo legisladores que defienden sus propios intereses, en lugar de los del pueblo. Se necesita una limpieza general, un cambio radical.
Lo importante ahora es que este no sea otro circo político lleno de ataques personales y mentiras baratas. Ya estamos hartos de escuchar a los candidatos criticándose entre ellos, en vez de hablar de soluciones reales. Necesitamos un debate serio, donde se discutan los problemas del país y se presenten propuestas innovadoras. Que digan qué han hecho de bien en sus vidas, porque eso sí importa, ¿no?
Nosotros, los ciudadanos, tenemos que exigir transparencia y rendición de cuentas. No podemos seguir votando por los mismos de siempre, esperando que cambien las cosas mágicamente. Tenemos que investigar a fondo a los candidatos, conocer sus propuestas y elegir a aquellos que realmente tengan el interés del país en el corazón. ¡Aguante Costa Rica!, se necesita un empujoncito pa’l frente.
Ahora dime, ¿crees que estos nuevos liderazgos representan un verdadero cambio para Costa Rica, o será solo otra campaña llena de promesas vacías? ¿Qué medidas específicas crees que deberían implementar para abordar la crisis de inseguridad y mejorar la educación pública? Déjanos tus opiniones en los comentarios, ¡queremos saber qué piensas, mae!