¡Ay, Dios mío, qué bronca! El OIJ anda con toda buscando a los responsables de mandar al otro mundo al compañero Geiner Zamora, el subjefe de la policía judicial en Guápiles. Resulta que andan echando candela a 14 propiedades entre Guápiles y Siquirres, ¡más hasta dos celdas en La Reforma! Parece que esto se está poniendo bien bravo, huele a podrido.
Todo empezó el 31 de enero, cuando Geiner entró a comer a un restaurantito en Guápiles y ¡bam!, le abrieron fuego. Según los judiciales, no era un ataque sorpresa, sino que tenían gente vigilándolo adentro del lugar, esperando el momento oportuno. Luego, en febrero, nos dimos cuenta de que el mae estaba fichito, así que confirman que ya no hay carretera pa’ él.
Pero esto no es nuevo, raza. Zamora era un tolete que le ponía mantequilla a los casos, liderando pesquisas contra bandas peligrosas como Los Castrol y hasta contra el mismísimo Diablo, Alejandro Arias Monge. El caso se convirtió en una causa penal 25-000269-0066-PE, y ahora parece que la lista de sospechosos va creciendo, ¡se les está escapando de las manos!
Los judiciales dicen que estos tipos forman parte de una organización dedicada al negocio de la droga, y que precisamente porque Geiner andaba investigando esos asuntos, ¡eso debió haber sido el detonante! Qué pena que así tenga que pasar, un buen policía perdiendo la vida por defender la seguridad del país. Uno se queda pensando si realmente vale la pena arriesgarlo todo…
Y ni hablar de los videos que salieron a la luz. Pues resulta que unos días antes del atentado, unos sujetos estaban tomando fotos de Zamora, ¡sí, sí, fotos! Luego, esas imágenes las compartieron en un chat, seguramente para identificarlo mejor al gatillero. ¡Imagínate la planificación que tuvieron que hacer estos maes! Así no se puede seguir, diay.
Al principio, aparecieron cinco sospechosos en la mira de los judiciales: Azofeifa Ugalde, Coto Vega, Delgado Mora (alias Míster Músculo), y Guadamuz Flores. Pero ahora sumaron a Jorge David Núñez Aguilar, alias Coco Pastilla, que parece ser un jugador importante en este brete. Lo que está claro es que todos trabajaron juntos, coordinados, con apoyo logístico… ¡una verdadera operación militar!
Lo más preocupante es que, recuerden, Geiner y su familia ya habían recibido amenazas desde 2020. Entraron al programa de protección, estuvieron casi un año ahí, pero a final de cuentas no sirvió de mucho. Después volvieron a recibir alertas, pero su caso no se trasladó. ¡Ahora miren cómo terminó! Da rabia pensar que, pese a las señales de peligro, no se tomaron las medidas necesarias para protegerlo. Esto es un reflejo de lo poco que a veces valoramos la vida de nuestros funcionarios públicos.
Así que ahí lo tienen, raza. Una tragedia que sacude a nuestra comunidad, que nos hace cuestionarnos sobre la seguridad de nuestros oficiales y la capacidad de las autoridades para combatir el crimen organizado. ¿Ustedes creen que el Estado debería invertir más recursos en la protección de los funcionarios judiciales, o simplemente estamos condenados a ver cómo estos ataques siguen ocurriendo? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan ustedes!
Todo empezó el 31 de enero, cuando Geiner entró a comer a un restaurantito en Guápiles y ¡bam!, le abrieron fuego. Según los judiciales, no era un ataque sorpresa, sino que tenían gente vigilándolo adentro del lugar, esperando el momento oportuno. Luego, en febrero, nos dimos cuenta de que el mae estaba fichito, así que confirman que ya no hay carretera pa’ él.
Pero esto no es nuevo, raza. Zamora era un tolete que le ponía mantequilla a los casos, liderando pesquisas contra bandas peligrosas como Los Castrol y hasta contra el mismísimo Diablo, Alejandro Arias Monge. El caso se convirtió en una causa penal 25-000269-0066-PE, y ahora parece que la lista de sospechosos va creciendo, ¡se les está escapando de las manos!
Los judiciales dicen que estos tipos forman parte de una organización dedicada al negocio de la droga, y que precisamente porque Geiner andaba investigando esos asuntos, ¡eso debió haber sido el detonante! Qué pena que así tenga que pasar, un buen policía perdiendo la vida por defender la seguridad del país. Uno se queda pensando si realmente vale la pena arriesgarlo todo…
Y ni hablar de los videos que salieron a la luz. Pues resulta que unos días antes del atentado, unos sujetos estaban tomando fotos de Zamora, ¡sí, sí, fotos! Luego, esas imágenes las compartieron en un chat, seguramente para identificarlo mejor al gatillero. ¡Imagínate la planificación que tuvieron que hacer estos maes! Así no se puede seguir, diay.
Al principio, aparecieron cinco sospechosos en la mira de los judiciales: Azofeifa Ugalde, Coto Vega, Delgado Mora (alias Míster Músculo), y Guadamuz Flores. Pero ahora sumaron a Jorge David Núñez Aguilar, alias Coco Pastilla, que parece ser un jugador importante en este brete. Lo que está claro es que todos trabajaron juntos, coordinados, con apoyo logístico… ¡una verdadera operación militar!
Lo más preocupante es que, recuerden, Geiner y su familia ya habían recibido amenazas desde 2020. Entraron al programa de protección, estuvieron casi un año ahí, pero a final de cuentas no sirvió de mucho. Después volvieron a recibir alertas, pero su caso no se trasladó. ¡Ahora miren cómo terminó! Da rabia pensar que, pese a las señales de peligro, no se tomaron las medidas necesarias para protegerlo. Esto es un reflejo de lo poco que a veces valoramos la vida de nuestros funcionarios públicos.
Así que ahí lo tienen, raza. Una tragedia que sacude a nuestra comunidad, que nos hace cuestionarnos sobre la seguridad de nuestros oficiales y la capacidad de las autoridades para combatir el crimen organizado. ¿Ustedes creen que el Estado debería invertir más recursos en la protección de los funcionarios judiciales, o simplemente estamos condenados a ver cómo estos ataques siguen ocurriendo? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan ustedes!