¡Paté!, parece que el Comité Olímpico Nacional (CON) nos ha dado una sorpresa bastante chiva. En lugar de repartir las becas de Solidaridad Olímpica a los típicos seis atletas, este año decidieron ampliar la red y darle un empujón a once deportistas costarricenses. Esto significa que hay más caras nuevas con posibilidades reales de clasificar para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, ¡y eso siempre es motivo para celebrar!
La jugada, tal como nos explican desde el CON, busca diversificar las opciones y aumentar las chances de ver nuestra bandera ondear en California dentro de unos años. Normalmente, el programa de Solidaridad Olímpica limita las ayudas a solo seis atletas, pero los directivos del comité vieron una oportunidad de apoyar a un grupo más amplio, apostando por talento emergente y promesas que quizás no habían tenido la visibilidad necesaria.
Y fíjate qué importante es esto, diay. Con los costos que representa entrenar y competir a alto nivel, una beca puede significar la diferencia entre seguir soñando con unas olimpiadas o tener que abandonar. Imagínate estar ahí fuera, esforzándote al máximo, y de repente recibes esa ayuda económica que te permite concentrarte en tu entrenamiento sin tener que preocuparte tanto por cómo llegar a fin de mes. ¡Eso cambia el brete completamente!
Entre los favorecidos encontramos nombres conocidos como Brisa Hennessy, la surfista que ya ha demostrado su valía en el circuito internacional, y Gerald Drummond, uno de nuestros velocistas más destacados. Pero también hay caras nuevas y jóvenes talentos como Maxwell Lacey en lucha libre y Neshy Lee Lindo Álvarez en taekwondo, quienes recibirán este impulso crucial para sus carreras.
Las becas varían en monto, desde los $1.500 que recibirá Brisa Hennessy hasta los $700 destinados a Leinani McGonagle y Maxwell Lacey. Otros atletas, como Andrea Carolina Vargas, Daniela Rojas, Sharon Herrera, Diana Brenes, Sebastián Sancho y Kenneth Tencio, recibirán $750 cada uno. La inversión total del CON asciende a unos $9.150 dólares, una suma considerable, aunque seguramente quedándose corta ante las necesidades de todos los atletas que merecen una mano.
Claro, algunos podrían decir que deberían haber priorizado a los atletas con más experiencia y mayores posibilidades de clasificar. Pero la estrategia del CON es arriesgarse a invertir en el futuro, ensembrechar nuevas generaciones de deportistas que puedan representar a Costa Rica con orgullo en los próximos años. Es una apuesta a largo plazo, buscando crear una base sólida para el deporte nacional.
Ahora bien, me pregunto si esta decisión no será vista como una forma de “salvarle el pellejo” al CON en medio de algunas críticas recientes por la gestión de fondos públicos destinados al deporte. No digo que sea así, pero hay que ser honestos, ¡en estos tiempos todo se analiza con lupa! Habrá que ver si esta iniciativa se traduce realmente en resultados tangibles en las pistas, canchas y olas del mundo.
En fin, chapeu al CON por esta iniciativa, aunque da pena que no puedan hacer más por todos los atletas que se parten el lomo representando a nuestro país. Pero dime, ¿qué piensas tú? ¿Crees que la decisión del CON de ampliar las becas es una estrategia acertada para impulsar el deporte costarricense, o sería preferible enfocarse en apoyar solo a los atletas con mayor potencial de medalla?
La jugada, tal como nos explican desde el CON, busca diversificar las opciones y aumentar las chances de ver nuestra bandera ondear en California dentro de unos años. Normalmente, el programa de Solidaridad Olímpica limita las ayudas a solo seis atletas, pero los directivos del comité vieron una oportunidad de apoyar a un grupo más amplio, apostando por talento emergente y promesas que quizás no habían tenido la visibilidad necesaria.
Y fíjate qué importante es esto, diay. Con los costos que representa entrenar y competir a alto nivel, una beca puede significar la diferencia entre seguir soñando con unas olimpiadas o tener que abandonar. Imagínate estar ahí fuera, esforzándote al máximo, y de repente recibes esa ayuda económica que te permite concentrarte en tu entrenamiento sin tener que preocuparte tanto por cómo llegar a fin de mes. ¡Eso cambia el brete completamente!
Entre los favorecidos encontramos nombres conocidos como Brisa Hennessy, la surfista que ya ha demostrado su valía en el circuito internacional, y Gerald Drummond, uno de nuestros velocistas más destacados. Pero también hay caras nuevas y jóvenes talentos como Maxwell Lacey en lucha libre y Neshy Lee Lindo Álvarez en taekwondo, quienes recibirán este impulso crucial para sus carreras.
Las becas varían en monto, desde los $1.500 que recibirá Brisa Hennessy hasta los $700 destinados a Leinani McGonagle y Maxwell Lacey. Otros atletas, como Andrea Carolina Vargas, Daniela Rojas, Sharon Herrera, Diana Brenes, Sebastián Sancho y Kenneth Tencio, recibirán $750 cada uno. La inversión total del CON asciende a unos $9.150 dólares, una suma considerable, aunque seguramente quedándose corta ante las necesidades de todos los atletas que merecen una mano.
Claro, algunos podrían decir que deberían haber priorizado a los atletas con más experiencia y mayores posibilidades de clasificar. Pero la estrategia del CON es arriesgarse a invertir en el futuro, ensembrechar nuevas generaciones de deportistas que puedan representar a Costa Rica con orgullo en los próximos años. Es una apuesta a largo plazo, buscando crear una base sólida para el deporte nacional.
Ahora bien, me pregunto si esta decisión no será vista como una forma de “salvarle el pellejo” al CON en medio de algunas críticas recientes por la gestión de fondos públicos destinados al deporte. No digo que sea así, pero hay que ser honestos, ¡en estos tiempos todo se analiza con lupa! Habrá que ver si esta iniciativa se traduce realmente en resultados tangibles en las pistas, canchas y olas del mundo.
En fin, chapeu al CON por esta iniciativa, aunque da pena que no puedan hacer más por todos los atletas que se parten el lomo representando a nuestro país. Pero dime, ¿qué piensas tú? ¿Crees que la decisión del CON de ampliar las becas es una estrategia acertada para impulsar el deporte costarricense, o sería preferible enfocarse en apoyar solo a los atletas con mayor potencial de medalla?