¡Ay, pata! Quién lo diría, el Partido Acción Ciudadana (PAC) sigue echándole ganas, a pesar de que las encuestas pintan medio feo. Después de varios añitos en pañales políticos, parece que quieren darle una patadita al balón y demostrar que todavía tienen juego. Ottón Solís, el viejísimo lobo marino del PAC, salió a defenderlos con uñas y dientes en la Asamblea Nacional, diciendo que ‘el PAC está vivito y coleando’. ¡Imagínate!, como si fuera un pez resucitado en aguas turbias.
Solís, que ya sabe cómo sacar adelante las cosas desde abajo, recordó sus propias campañas presidenciales. “Nunca estuve más arriba del dos por ciento en septiembre, ¡pero igual di batalla!”, exclamó con la energía de un muchacho. Pa’ él, esto es como cuando le das palo a un árbol seco esperando que dé frutos. Insistió en que la candidata Claudia Dobles está bien posicionada y que hay que agarrarle la espina a la esperanza. Él es pura actitud, ¡ese mae!
Y hablando de Claudia Dobles, ahí anda apoyada por los pesos pesados del partido. Luis Guillermo Solís, el expresidente, no se quedó callado y defendió la alianza con Agenda Ciudadana, argumentando que el PAC siempre ha sido abierto a conversar y buscar acuerdos. Mercedes Peñas, la exprimera dama, también andaba por ahí echando leña al fuego, reafirmando el compromiso del PAC con políticas sociales, porque, díganlo en voz alta, el PAC siempre ha tenido debilidad por el pueblo.
Ahora, no podemos negarle a la realidad, la cosa está difícil. Las últimas mediciones de Enfoques Investigaciones MP no les pintan nada bonito. Laura Fernández, de Pueblo Soberano, va liderando con un 38.24% de intención de voto, seguida por Fabricio Alvarado de Nueva República con un 19.11%. Dobles, con tan solo un 7.35%, se queda rezagada en la fila. ¡Qué sal! Parece que la ciudadanía todavía no se ha convencido de darle otra oportunidad al PAC.
Pero el PAC no se rinde fácil. Están buscando afinar su estrategia de comunicación, porque ahí parece que se han equivocado alguna vez. Solís reconoció que en elecciones pasadas han pecado de no transmitir bien sus logros y su visión. Ahora quieren salir con todo, mostrando al país que todavía tienen propuestas interesantes y soluciones innovadoras. Es como tratar de arreglar un carro viejo, pero con las llantas nuevas y la pintura brillosa.
Además, en el ambiente se respira cierta preocupación por el panorama general. Muchos analistas señalan que la polarización política en Costa Rica está afectando a todos los partidos, incluyendo al PAC. Con Laura Fernández y Fabricio Alvarado dominando las encuestas, el espacio para otros actores se reduce considerablemente. Esto obliga al PAC a definir bien su mensaje y a diferenciarse de sus competidores, porque meterse en esa pelea a ciegas sería, simplemente, irse al traste.
Lo cierto es que el PAC necesita una inyección de vitalidad urgente. Después de los escándalos y las crisis internas de los últimos años, la confianza de la militancia y del electorado se ha visto seriamente golpeada. Reconstruir esa confianza requerirá tiempo, esfuerzo y, sobre todo, resultados tangibles. No basta con promesas vacías; necesitan mostrarle al país que pueden hacer las cosas diferentes y que merecen una segunda oportunidad. A fin de cuentas, ¡todos buscamos un poquito de progreso, chunches!
Así que, luego de analizar la situación, me pregunto: ¿Cree usted que el PAC realmente puede reponerse y volver a tener un papel importante en la política costarricense en 2026, o estamos ante el principio del fin de una época?”,
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Solís, que ya sabe cómo sacar adelante las cosas desde abajo, recordó sus propias campañas presidenciales. “Nunca estuve más arriba del dos por ciento en septiembre, ¡pero igual di batalla!”, exclamó con la energía de un muchacho. Pa’ él, esto es como cuando le das palo a un árbol seco esperando que dé frutos. Insistió en que la candidata Claudia Dobles está bien posicionada y que hay que agarrarle la espina a la esperanza. Él es pura actitud, ¡ese mae!
Y hablando de Claudia Dobles, ahí anda apoyada por los pesos pesados del partido. Luis Guillermo Solís, el expresidente, no se quedó callado y defendió la alianza con Agenda Ciudadana, argumentando que el PAC siempre ha sido abierto a conversar y buscar acuerdos. Mercedes Peñas, la exprimera dama, también andaba por ahí echando leña al fuego, reafirmando el compromiso del PAC con políticas sociales, porque, díganlo en voz alta, el PAC siempre ha tenido debilidad por el pueblo.
Ahora, no podemos negarle a la realidad, la cosa está difícil. Las últimas mediciones de Enfoques Investigaciones MP no les pintan nada bonito. Laura Fernández, de Pueblo Soberano, va liderando con un 38.24% de intención de voto, seguida por Fabricio Alvarado de Nueva República con un 19.11%. Dobles, con tan solo un 7.35%, se queda rezagada en la fila. ¡Qué sal! Parece que la ciudadanía todavía no se ha convencido de darle otra oportunidad al PAC.
Pero el PAC no se rinde fácil. Están buscando afinar su estrategia de comunicación, porque ahí parece que se han equivocado alguna vez. Solís reconoció que en elecciones pasadas han pecado de no transmitir bien sus logros y su visión. Ahora quieren salir con todo, mostrando al país que todavía tienen propuestas interesantes y soluciones innovadoras. Es como tratar de arreglar un carro viejo, pero con las llantas nuevas y la pintura brillosa.
Además, en el ambiente se respira cierta preocupación por el panorama general. Muchos analistas señalan que la polarización política en Costa Rica está afectando a todos los partidos, incluyendo al PAC. Con Laura Fernández y Fabricio Alvarado dominando las encuestas, el espacio para otros actores se reduce considerablemente. Esto obliga al PAC a definir bien su mensaje y a diferenciarse de sus competidores, porque meterse en esa pelea a ciegas sería, simplemente, irse al traste.
Lo cierto es que el PAC necesita una inyección de vitalidad urgente. Después de los escándalos y las crisis internas de los últimos años, la confianza de la militancia y del electorado se ha visto seriamente golpeada. Reconstruir esa confianza requerirá tiempo, esfuerzo y, sobre todo, resultados tangibles. No basta con promesas vacías; necesitan mostrarle al país que pueden hacer las cosas diferentes y que merecen una segunda oportunidad. A fin de cuentas, ¡todos buscamos un poquito de progreso, chunches!
Así que, luego de analizar la situación, me pregunto: ¿Cree usted que el PAC realmente puede reponerse y volver a tener un papel importante en la política costarricense en 2026, o estamos ante el principio del fin de una época?”,
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