Bueno, yo diría: Bienvenido al mundo de la antigüedad. La práctica de tomar a los derrotados como botín de guerra y hacer con ellos lo que le plazca no fue algo que nació con el judaísmo. Era práctica común en civlizaciones monoteístas o politeístas.
Los romanos hicieron lo mismo con Cartago. Y la liga de Delos, esa de la democracia Ateniense, pasó por la espada a lo hombres de la pequeña y neutral ciudad estado de Melos.
Y en América los "nobles salvajes" Aztecas practicaban el sacirficio humano y, al igual que los Incas, esclavizaban a otros pueblos. Lo cual explica en gran medida la rápida caída a la llegada de los españoles: éstos últimos tuvieron de aliados a muchos indígeneas hastiados de la opresión y pillaje de las civilizaciones americanas.
Resulta absurdo y notoriamente autocomplaciente estar deplorando suceos y prácticas propias de civilizaciones antiguas y lejanas en el pasado. Más cuanod se es tna ignorante para no distinguir esas diferencias. Estas prácticas han logrado erradicarse en gran medida gracias a la influencia civilizadora de la religión cristiana. Los mismos ateos ilustres e inteligentes como Nietszche lo reconocen, aunque a regañadientes.
Nietszche dice que la religión cristiana "corrompió" al hombre occidental al poner la compasión y la caridad como virtudes fundamentales, en lugr de impulsar el desarrollo del super-hombre.
Y fueron teóogos católcos los que empezaron un sistemático estudio de las leyes de Guerra y el Derecho de Gentes, para al menos "civilizar" un poco los conflictos bélicos. Todo eso lo disfrutamos hoy día, y al parecer, lo damos por sentado sin apreciar lo que costó lograrlo.