¡Imagínate la bronca! Hace unos días les contábamos cómo encontraron a un bebito abandonado en un botadero cerquita del río en Hatillo 4, San José. Un caso que te ponía la piel de gallina, diay. Pues bien, tengo buenas noticias para todos ustedes, porque el pequeñito ya salió del Hospital Nacional de Niños y encontró una familia que va a darle todo el cariño del mundo. ¡Qué alivio!
Después de varios días bajo observación constante en el Hospital de Niños, el recién nacido superó todos los chequeos médicos y recibió el alta. Los doctores dijeron que estaba estable y listo para empezar una nueva etapa, rodeado de amor y cuidado. Este nuevo capítulo se logró gracias a la coordinación perfecta entre el Hospital, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y una familia del Programa de Acogimiento Familiar, quienes estaban listas para recibirlo.
Como les explicaron desde el PANI, en situaciones así, una vez que el pediatra da el visto bueno para que el bebé salga del hospital, se busca inmediatamente una familia de acogida. “Es fundamental darle al niño la atención que necesita y garantizar su derecho a crecer en un ambiente familiar”, nos comentó Rodolfo Meneses, abogado del PANI. Él mismo recalcó que estas familias son evaluadas exhaustivamente, para asegurarse de que sean capaces y estén preparadas para brindarles el apoyo emocional y físico que requieren los pequeños.
Recordemos que el encontronazo ocurrió la semana pasada, cuando agentes de la Fuerza Pública patrullaban la zona. Según el reporte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el bebé, que tenía entre cinco y siete días de nacido, fue hallado en un basurero improvisado en los barrios sureros de la capital. Una situación terrible, ¿verdad?, que demuestra la desesperación y la vulnerabilidad en la que pueden vivir algunos bebés. Lo increíble es que portaba un pañal y la prensa utilizada después del nacimiento, indicando que sí había recibido atención médica inicial, lo cual nos lleva a preguntarnos qué pasó realmente.
La investigación sigue abierta, y el OIJ está trabajando a toda marcha para averiguar dónde nació exactamente el bebé y quiénes son sus padres biológicos. Vladimir Muñoz, subdirector interino del OIJ, enfatizó que los oficiales de la Fuerza Pública actuaron rápidamente al rescatarlo y trasladarlo a un centro médico cercano. Uno de ellos, conmovido por la delicadeza de la situación, hasta lo cargó en su pecho para protegerlo del frío durante el trayecto. ¡Un verdadero acto de humanidad!
Las autoridades han realizado todas las gestiones necesarias para inscribirlo en el Registro Civil, dándole un nombre que refleje esperanza y nuevos comienzos. Se ha especulado mucho sobre cuál sería su nombre, pero eso quedará para otra nota, ¿eh? Lo importante ahora es que tenga un techo seguro, comida en la mesa y, sobre todo, el amor de una familia que lo espera con los brazos abiertos. Que no le pase lo mismo que a otros, que terminan en la calle y nadie los apoya.
Este caso, además de consternarnos, nos invita a reflexionar sobre la importancia de fortalecer las redes de protección infantil en nuestro país. Tenemos que seguir buscando soluciones para evitar que esto vuelva a suceder y ofrecer apoyo a aquellas familias que atraviesan momentos difíciles. Porque, al final del día, todos tenemos la responsabilidad de velar por el bienestar de nuestros niños, que son el futuro de Costa Rica. ¡Y esos maes que abandonan criaturitas, que se revisen!
Ahora, me pregunto... ¿Cuál creen ustedes que debería ser la mayor prioridad para el gobierno en relación con la protección de la infancia en Costa Rica, considerando casos como éste? ¿Deberíamos enfocarnos más en programas de prevención, apoyo a familias vulnerables o en fortalecer la adopción? Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero leerlos.
Después de varios días bajo observación constante en el Hospital de Niños, el recién nacido superó todos los chequeos médicos y recibió el alta. Los doctores dijeron que estaba estable y listo para empezar una nueva etapa, rodeado de amor y cuidado. Este nuevo capítulo se logró gracias a la coordinación perfecta entre el Hospital, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y una familia del Programa de Acogimiento Familiar, quienes estaban listas para recibirlo.
Como les explicaron desde el PANI, en situaciones así, una vez que el pediatra da el visto bueno para que el bebé salga del hospital, se busca inmediatamente una familia de acogida. “Es fundamental darle al niño la atención que necesita y garantizar su derecho a crecer en un ambiente familiar”, nos comentó Rodolfo Meneses, abogado del PANI. Él mismo recalcó que estas familias son evaluadas exhaustivamente, para asegurarse de que sean capaces y estén preparadas para brindarles el apoyo emocional y físico que requieren los pequeños.
Recordemos que el encontronazo ocurrió la semana pasada, cuando agentes de la Fuerza Pública patrullaban la zona. Según el reporte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el bebé, que tenía entre cinco y siete días de nacido, fue hallado en un basurero improvisado en los barrios sureros de la capital. Una situación terrible, ¿verdad?, que demuestra la desesperación y la vulnerabilidad en la que pueden vivir algunos bebés. Lo increíble es que portaba un pañal y la prensa utilizada después del nacimiento, indicando que sí había recibido atención médica inicial, lo cual nos lleva a preguntarnos qué pasó realmente.
La investigación sigue abierta, y el OIJ está trabajando a toda marcha para averiguar dónde nació exactamente el bebé y quiénes son sus padres biológicos. Vladimir Muñoz, subdirector interino del OIJ, enfatizó que los oficiales de la Fuerza Pública actuaron rápidamente al rescatarlo y trasladarlo a un centro médico cercano. Uno de ellos, conmovido por la delicadeza de la situación, hasta lo cargó en su pecho para protegerlo del frío durante el trayecto. ¡Un verdadero acto de humanidad!
Las autoridades han realizado todas las gestiones necesarias para inscribirlo en el Registro Civil, dándole un nombre que refleje esperanza y nuevos comienzos. Se ha especulado mucho sobre cuál sería su nombre, pero eso quedará para otra nota, ¿eh? Lo importante ahora es que tenga un techo seguro, comida en la mesa y, sobre todo, el amor de una familia que lo espera con los brazos abiertos. Que no le pase lo mismo que a otros, que terminan en la calle y nadie los apoya.
Este caso, además de consternarnos, nos invita a reflexionar sobre la importancia de fortalecer las redes de protección infantil en nuestro país. Tenemos que seguir buscando soluciones para evitar que esto vuelva a suceder y ofrecer apoyo a aquellas familias que atraviesan momentos difíciles. Porque, al final del día, todos tenemos la responsabilidad de velar por el bienestar de nuestros niños, que son el futuro de Costa Rica. ¡Y esos maes que abandonan criaturitas, que se revisen!
Ahora, me pregunto... ¿Cuál creen ustedes que debería ser la mayor prioridad para el gobierno en relación con la protección de la infancia en Costa Rica, considerando casos como éste? ¿Deberíamos enfocarnos más en programas de prevención, apoyo a familias vulnerables o en fortalecer la adopción? Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero leerlos.
