¡Ay, Dios mío, qué cargada de bueno! Resulta que estamos arrasando en el negocio de los servicios, sí señor. No es cuento ni exageración: Costa Rica se ha posicionado como un verdadero líder en la exportación de servicios a nivel global. Ya saben, el brete que tenemos acá, que no dependemos solamente del turismo y la piña, sino que ahora estamos mostrando músculo en otras áreas.
Según un estudio reciente de Procomer – que pa’ qué los voy a contar, siempre ahí echándole ganas – las exportaciones de servicios alcanzaron los $16.114 millones en 2024. ¡Eso representa un 17% del Producto Interno Bruto (PIB)! Y eso no es todo: hemos mantenido un crecimiento anual promedio del 8% durante los últimos cinco años. Imagínense, señores, qué nivel. Esto significa que nuestras empresas están haciendo bien sus tareas y que estamos siendo competitivos a pesar de todas las chinchorritas que nos salen.
Lo que más me chiva es que casi tres cuartas partes del PIB nacional provienen del sector de servicios. Hemos evolucionado, mi gente, hemos madurado. Ya no somos solo un país de playas y volcanes bonitos. Ahora somos un centro neurálgico de innovación, tecnología y talento especializado. Eso sí que es ponerle pata a tierra al desarrollo económico. Y oigan, esto no cayó del cielo, es fruto de mucho esfuerzo y visión a largo plazo.
Y hablando de qué tipo de servicios, resulta que las soluciones para empresas son las que más mueven billete, representando el 42% del total. Le siguen el turismo (34%) y los servicios relacionados con las tecnologías de la información y comunicación (TIC) con un 15%. Pero lo interesante es que las actividades de alta intensidad de conocimientos, esas que requieren cerebro y creatividad, ya representan el 58% de las exportaciones totales. Ahí es donde realmente estamos brillando, mostramos que podemos competir a codazos con los mejores del mundo. ¡Un show!
Laura López, la jefa de Procomer, lo dijo clarito: “Este rendimiento no es casualidad. Es el reflejo de un país que apostó por actividades basadas en el conocimiento”. Y tienen toda la razón. Estamos ofreciendo talento especializado, estabilidad institucional y un ambiente ideal para la innovación. Somos un socio estratégico para las empresas internacionales que buscan crecer y tener impacto. ¡Pa’ que se animen y vengan a invertir aquí!
Pero no crean que solo estamos fuertes en servicios empresariales. También estamos dando la batalla en temas como la ciberseguridad, el análisis de datos y otras áreas de alta tecnología. De hecho, un estudio internacional nos puso en el primer lugar de América Latina por exportación de servicios TIC per cápita. ¡Qué tuanis! Y además ocupamos el segundo lugar en general en Latinoamérica, solo superados por Uruguay. Eso demuestra que vamos por buen camino.
Ahora, no todo es color de rosa, claro. Hay que seguir trabajando duro para mantener este ritmo de crecimiento. Invertir en educación, apoyar a las pequeñas y medianas empresas, facilitar la burocracia... El panorama es prometedor, pero hay que echarle ganas, porque la competencia es dura. Además, el régimen de zonas francas sigue siendo clave para atraer inversión extranjera, así que hay que seguir apoyándolo y modernizándolo. Con esos centros de empleo, seis de cada diez trabajos que se generan están ligados al sector de servicios, generando más de 119 mil empleos formales, y lo mejor es que más del 40% son mujeres. ¡Una tremenda oportunidad para avanzar hacia una sociedad más equitativa!
¿Y ustedes qué opinan, compañeros? ¿Creen que Costa Rica puede mantener este liderazgo en el sector de servicios o estamos viviendo un momento efímero? ¿Qué medidas deberían tomarse para asegurar un futuro próspero y sostenible para esta industria tan vital para nuestra economía?
Según un estudio reciente de Procomer – que pa’ qué los voy a contar, siempre ahí echándole ganas – las exportaciones de servicios alcanzaron los $16.114 millones en 2024. ¡Eso representa un 17% del Producto Interno Bruto (PIB)! Y eso no es todo: hemos mantenido un crecimiento anual promedio del 8% durante los últimos cinco años. Imagínense, señores, qué nivel. Esto significa que nuestras empresas están haciendo bien sus tareas y que estamos siendo competitivos a pesar de todas las chinchorritas que nos salen.
Lo que más me chiva es que casi tres cuartas partes del PIB nacional provienen del sector de servicios. Hemos evolucionado, mi gente, hemos madurado. Ya no somos solo un país de playas y volcanes bonitos. Ahora somos un centro neurálgico de innovación, tecnología y talento especializado. Eso sí que es ponerle pata a tierra al desarrollo económico. Y oigan, esto no cayó del cielo, es fruto de mucho esfuerzo y visión a largo plazo.
Y hablando de qué tipo de servicios, resulta que las soluciones para empresas son las que más mueven billete, representando el 42% del total. Le siguen el turismo (34%) y los servicios relacionados con las tecnologías de la información y comunicación (TIC) con un 15%. Pero lo interesante es que las actividades de alta intensidad de conocimientos, esas que requieren cerebro y creatividad, ya representan el 58% de las exportaciones totales. Ahí es donde realmente estamos brillando, mostramos que podemos competir a codazos con los mejores del mundo. ¡Un show!
Laura López, la jefa de Procomer, lo dijo clarito: “Este rendimiento no es casualidad. Es el reflejo de un país que apostó por actividades basadas en el conocimiento”. Y tienen toda la razón. Estamos ofreciendo talento especializado, estabilidad institucional y un ambiente ideal para la innovación. Somos un socio estratégico para las empresas internacionales que buscan crecer y tener impacto. ¡Pa’ que se animen y vengan a invertir aquí!
Pero no crean que solo estamos fuertes en servicios empresariales. También estamos dando la batalla en temas como la ciberseguridad, el análisis de datos y otras áreas de alta tecnología. De hecho, un estudio internacional nos puso en el primer lugar de América Latina por exportación de servicios TIC per cápita. ¡Qué tuanis! Y además ocupamos el segundo lugar en general en Latinoamérica, solo superados por Uruguay. Eso demuestra que vamos por buen camino.
Ahora, no todo es color de rosa, claro. Hay que seguir trabajando duro para mantener este ritmo de crecimiento. Invertir en educación, apoyar a las pequeñas y medianas empresas, facilitar la burocracia... El panorama es prometedor, pero hay que echarle ganas, porque la competencia es dura. Además, el régimen de zonas francas sigue siendo clave para atraer inversión extranjera, así que hay que seguir apoyándolo y modernizándolo. Con esos centros de empleo, seis de cada diez trabajos que se generan están ligados al sector de servicios, generando más de 119 mil empleos formales, y lo mejor es que más del 40% son mujeres. ¡Una tremenda oportunidad para avanzar hacia una sociedad más equitativa!
¿Y ustedes qué opinan, compañeros? ¿Creen que Costa Rica puede mantener este liderazgo en el sector de servicios o estamos viviendo un momento efímero? ¿Qué medidas deberían tomarse para asegurar un futuro próspero y sostenible para esta industria tan vital para nuestra economía?
