¡Aguántense, pura vida fanáticos del cielo! Parece que el universo nos anda mandando señales raras, y esta vez viene en forma de un cometa que más que asombrado, nos tiene confundidos. El 3I/ATLAS, un visita de otros planetas, se ha puesto más brillante de lo normal, y los astrónomos andan raspándose la cabeza tratando de entender qué pasó.
Este chamo, descubierto allá por el mes de julio del 2025 por la red ATLAS en Chile, ya es el tercer objeto interestelar que le da una vuelta a nuestro sistema solar. Recordemos a ‘Oumuamua y 2I/Borisov, que también causaron revuelo. Pero este cometa, mi pana, es distinto. Lo que lo hace especial no es solo que venga de afuera, sino que su brillo se disparó a velocidades que ni en los libros de astronomía aparecen.
Según dicen, y DW lo reportó, el 3I/ATLAS aumentó su luminosidad unas 7,5 veces más rápido de lo que cualquier otro cometa hubiera hecho. Imagínate, parecía que le prendieron fuego de repente cuando estaba cerca del Sol. ¡Qué carga!, porque eso no cuadra con ningún modelo que tengamos ahorita.
Unos científicos del Observatorio Lowell y del Laboratorio de Investigación Naval de Estados Unidos, Qicheng Zhang y Karl Battams, lograron rastrear al cometa gracias a algunos observatorios espaciales como STEREO-A, SOHO y GOES-19. Entre tanto, él seguía haciendo su viaje, dando vueltas al sol.
Y lo peor (o lo mejor, depende cómo lo mires) es que su brillo no solo estaba creciendo rapidísimo, sino ¡al doble de lo esperado! Según sus investigaciones, publicadas en arXiv, la luminosidad del cometa aumentaba en relación a la distancia del Sol de una manera súper extraña, una potencia de 7,5. ¡Eso no lo habían visto nunca!
Zhang y Battams mismos lo admitieron en su publicación: “La razón del rápido aumento de brillo sigue sin estar clara”. ¡Dilemas, dilemas! Porque no saben qué onda con este personaje celestial. Además, las fotos tomadas por satélite muestran que el cometa emite una luz azulada, diferente al color dorado habitual de estos visitantes. Se cree que esto se debe a gases como cianógeno o amoníaco, que se están liberando constantemente.
Pero hay más, mi gente. Otra investigación, usando el telescopio James Webb, descubrió que el cometa ha sido golpeado por rayos cósmicos durante miles de millones de años. Un científico belga, Romain Maggiolo, explicó que estas partículas han cambiado la composición del cometa hasta casi 20 metros de profundidad, transformando monóxido de carbono en dióxido de carbono. ¡Imagínate el brete por el que ha pasado este chunche galáctico!
Ahora, el 3I/ATLAS está viajando a más de 210,000 kilómetros por hora, en línea recta. Dicen que podría ser uno de los objetos más viejos que hemos visto, tal vez formado antes que el mismísimo sistema solar. Entre noviembre y diciembre tendremos la oportunidad de observarlo con telescopios terrestres y, además, la misión JUICE de la Agencia Espacial Europea, camino a Júpiter, lo echará un ojo desde el espacio. Pero los resultados definitivos tendrán que esperar hasta febrero del 2026, ¡qué paciencia necesitamos! Entonces, mi pana... ¿crees tú que este cometa nos trae alguna señal importante, o es simplemente un caso más de fenómenos raros en el universo?
Este chamo, descubierto allá por el mes de julio del 2025 por la red ATLAS en Chile, ya es el tercer objeto interestelar que le da una vuelta a nuestro sistema solar. Recordemos a ‘Oumuamua y 2I/Borisov, que también causaron revuelo. Pero este cometa, mi pana, es distinto. Lo que lo hace especial no es solo que venga de afuera, sino que su brillo se disparó a velocidades que ni en los libros de astronomía aparecen.
Según dicen, y DW lo reportó, el 3I/ATLAS aumentó su luminosidad unas 7,5 veces más rápido de lo que cualquier otro cometa hubiera hecho. Imagínate, parecía que le prendieron fuego de repente cuando estaba cerca del Sol. ¡Qué carga!, porque eso no cuadra con ningún modelo que tengamos ahorita.
Unos científicos del Observatorio Lowell y del Laboratorio de Investigación Naval de Estados Unidos, Qicheng Zhang y Karl Battams, lograron rastrear al cometa gracias a algunos observatorios espaciales como STEREO-A, SOHO y GOES-19. Entre tanto, él seguía haciendo su viaje, dando vueltas al sol.
Y lo peor (o lo mejor, depende cómo lo mires) es que su brillo no solo estaba creciendo rapidísimo, sino ¡al doble de lo esperado! Según sus investigaciones, publicadas en arXiv, la luminosidad del cometa aumentaba en relación a la distancia del Sol de una manera súper extraña, una potencia de 7,5. ¡Eso no lo habían visto nunca!
Zhang y Battams mismos lo admitieron en su publicación: “La razón del rápido aumento de brillo sigue sin estar clara”. ¡Dilemas, dilemas! Porque no saben qué onda con este personaje celestial. Además, las fotos tomadas por satélite muestran que el cometa emite una luz azulada, diferente al color dorado habitual de estos visitantes. Se cree que esto se debe a gases como cianógeno o amoníaco, que se están liberando constantemente.
Pero hay más, mi gente. Otra investigación, usando el telescopio James Webb, descubrió que el cometa ha sido golpeado por rayos cósmicos durante miles de millones de años. Un científico belga, Romain Maggiolo, explicó que estas partículas han cambiado la composición del cometa hasta casi 20 metros de profundidad, transformando monóxido de carbono en dióxido de carbono. ¡Imagínate el brete por el que ha pasado este chunche galáctico!
Ahora, el 3I/ATLAS está viajando a más de 210,000 kilómetros por hora, en línea recta. Dicen que podría ser uno de los objetos más viejos que hemos visto, tal vez formado antes que el mismísimo sistema solar. Entre noviembre y diciembre tendremos la oportunidad de observarlo con telescopios terrestres y, además, la misión JUICE de la Agencia Espacial Europea, camino a Júpiter, lo echará un ojo desde el espacio. Pero los resultados definitivos tendrán que esperar hasta febrero del 2026, ¡qué paciencia necesitamos! Entonces, mi pana... ¿crees tú que este cometa nos trae alguna señal importante, o es simplemente un caso más de fenómenos raros en el universo?
