¡Ay, Dios mío! Quién iba a decir que llegaríamos a esto, ¿verdad, compas? La tragedia de Hatillo dejó a todos con el alma en vilo y ahora, parece que el Congreso finalmente está moviéndose – aunque con un poco de retraso, digámoslo así. Un proyecto de ley que propone la instalación de ‘Cunas Seguras’ en hospitales promete ser una solución innovadora (y necesaria) para prevenir el abandono infantil, pero también levanta algunas cejas y preguntas interesantes.
Todo comenzó, como ya saben, con el espantoso hallazgo de un bebé abandonado en un lote baldío en Hatillo. Una historia que nos partió el corazón a todos y nos hizo reflexionar sobre la difícil situación que enfrentan muchas mamás, especialmente las jóvenes, quienes a veces ven el abandono como la única salida posible por miedo o falta de apoyo. La diputada Daniela Rojas, del PUSC, tomó la posta y propuso la Ley 25.304, buscando darle un giro a esta problemática tan dolorosa.
La idea central es sencilla pero poderosa: ofrecer un espacio seguro y anónimo donde las madres puedan dejar a sus bebés sin temor a enfrentar consecuencias legales. Estas “Cunas Seguras” serían básicamente incubadoras especiales equipadas con sensores, sistemas de alarma y cierre automático, instaladas en hospitales públicos tanto nacionales como regionales. Es un intento de reducir daños, vamos, darle una alternativa a las mujeres que se encuentran en situaciones límite.
Y no se crean que son unas incubadoras cualquiera, ¡eh! Lejos de eso, tienen la última tecnología. Sensores térmicos y de peso para asegurarse de que el bebé esté bien, alarmas que avisan inmediatamente al personal médico y al PANI, y sistemas de cierre para proteger al chiquito una vez que lo dejan ahí. La diputada Rojas ha recalcado que no se trata de promover el abandono, sino de prevenirlo, asegurándose de que ningún bebé termine sufriendo por ello. ¡Eso sí que es bueno!
Pero aquí viene lo interesante, compas: la ley también protege a la persona que deja al bebé. Con la condición de que el nene no tenga señales de maltrato, la madre o padre queda libre de cargos penales. ¡Imagínense la angustia de tener que tomar una decisión así! Además, le dan un plazo de 30 días para poder cambiar de opinión y reclamar al bebé, siempre bajo los protocolos del PANI y los juzgados de familia. Eso, al menos, da un respiro y permite reconsiderar la situación. Un brete, sin duda alguna.
Muchos se preguntarán, ¿por qué hacer esto? Bueno, la realidad es dura. Hay muchas madres, a menudo adolescentes, que esconden sus embarazos por miedo al rechazo familiar o social, y que no tienen acceso a ninguna red de apoyo. En esos casos extremos, el abandono puede parecer la única opción. Esta ley intenta crear un canal seguro para esas personas, evitando que cometan un delito y, sobre todo, protegiendo la vida del bebé. Es un esfuerzo por armonizar la ley con la realidad que vivimos, ¿me entienden?
Claro, este proyecto ha generado controversia. Algunos critican que podría incentivar el abandono, otros argumentan que hay que fortalecer las políticas de apoyo a las madres gestantes. Pero, sinceramente, creo que estamos frente a una necesidad imperiosa. No podemos seguir esperando que los bebés sean encontrados en basureros o en la calle. Este es un paso adelante, aunque aún quede mucho por hacer para abordar la raíz del problema: la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades para muchas familias costarricenses. Digamos que es una banda de guerra, ¿no?
En fin, este tema está dando muchísimo de qué hablar, y yo quiero saber qué piensan ustedes: ¿creen que las ‘Cunas Seguras’ realmente van a ayudar a prevenir el abandono infantil en Costa Rica, o creen que existen otras medidas más efectivas para apoyar a las madres en riesgo? ¡Dejen sus opiniones en los comentarios!
Todo comenzó, como ya saben, con el espantoso hallazgo de un bebé abandonado en un lote baldío en Hatillo. Una historia que nos partió el corazón a todos y nos hizo reflexionar sobre la difícil situación que enfrentan muchas mamás, especialmente las jóvenes, quienes a veces ven el abandono como la única salida posible por miedo o falta de apoyo. La diputada Daniela Rojas, del PUSC, tomó la posta y propuso la Ley 25.304, buscando darle un giro a esta problemática tan dolorosa.
La idea central es sencilla pero poderosa: ofrecer un espacio seguro y anónimo donde las madres puedan dejar a sus bebés sin temor a enfrentar consecuencias legales. Estas “Cunas Seguras” serían básicamente incubadoras especiales equipadas con sensores, sistemas de alarma y cierre automático, instaladas en hospitales públicos tanto nacionales como regionales. Es un intento de reducir daños, vamos, darle una alternativa a las mujeres que se encuentran en situaciones límite.
Y no se crean que son unas incubadoras cualquiera, ¡eh! Lejos de eso, tienen la última tecnología. Sensores térmicos y de peso para asegurarse de que el bebé esté bien, alarmas que avisan inmediatamente al personal médico y al PANI, y sistemas de cierre para proteger al chiquito una vez que lo dejan ahí. La diputada Rojas ha recalcado que no se trata de promover el abandono, sino de prevenirlo, asegurándose de que ningún bebé termine sufriendo por ello. ¡Eso sí que es bueno!
Pero aquí viene lo interesante, compas: la ley también protege a la persona que deja al bebé. Con la condición de que el nene no tenga señales de maltrato, la madre o padre queda libre de cargos penales. ¡Imagínense la angustia de tener que tomar una decisión así! Además, le dan un plazo de 30 días para poder cambiar de opinión y reclamar al bebé, siempre bajo los protocolos del PANI y los juzgados de familia. Eso, al menos, da un respiro y permite reconsiderar la situación. Un brete, sin duda alguna.
Muchos se preguntarán, ¿por qué hacer esto? Bueno, la realidad es dura. Hay muchas madres, a menudo adolescentes, que esconden sus embarazos por miedo al rechazo familiar o social, y que no tienen acceso a ninguna red de apoyo. En esos casos extremos, el abandono puede parecer la única opción. Esta ley intenta crear un canal seguro para esas personas, evitando que cometan un delito y, sobre todo, protegiendo la vida del bebé. Es un esfuerzo por armonizar la ley con la realidad que vivimos, ¿me entienden?
Claro, este proyecto ha generado controversia. Algunos critican que podría incentivar el abandono, otros argumentan que hay que fortalecer las políticas de apoyo a las madres gestantes. Pero, sinceramente, creo que estamos frente a una necesidad imperiosa. No podemos seguir esperando que los bebés sean encontrados en basureros o en la calle. Este es un paso adelante, aunque aún quede mucho por hacer para abordar la raíz del problema: la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades para muchas familias costarricenses. Digamos que es una banda de guerra, ¿no?
En fin, este tema está dando muchísimo de qué hablar, y yo quiero saber qué piensan ustedes: ¿creen que las ‘Cunas Seguras’ realmente van a ayudar a prevenir el abandono infantil en Costa Rica, o creen que existen otras medidas más efectivas para apoyar a las madres en riesgo? ¡Dejen sus opiniones en los comentarios!