¡Ay, Dios mío, qué panorama! Resulta que el Presidente Chaves, contra toda lógica, anda con una aprobación altísima, ¡un 63%! Según el CIEP, es el nivel más alto que ha tenido desde que asumió la silla, diay, parece que algunos le están dando otra oportunidad. Se habla de un resurgimiento, una especie de renacer político, pero aquí en la calle la cosa pinta distinta, ¿saben?
La encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la UCR dejó boquiabiertos a muchos analistas. Después de meses de críticas y controversias, de una caída libre en las encuestas, ahora vemos este dato que parece desafiar todas las expectativas. Han pasado los tiempos de los 52%, de las caras largas y los titulares negativos; ahora estamos viendo otro escenario, con un buen número de gente diciendo ‘sí, creo que va por buen camino’. Algo raro pasa, chunches.
Y ni hablar del salto que dio en poco más de un mes: once puntos porcentuales. ¡Once! Eso sí es subir como espuma, mae. Sumado a eso, la desaprobación cayó a solo un 20%, lo que también es histórico. Parece que la marea está cambiando, aunque hay quien dice que esto es temporal y que vendrá con más sorpresas. Ahora bien, este aumento notable en la aprobación coexiste con una realidad preocupante para todos los costarricenses: la seguridad.
Según el mismo estudio, el 71% de los encuestados siente que la seguridad ha empeorado significativamente en comparación con el año pasado. ¿Se imaginan? Justo cuando Chaves anda con la aprobación por las nubes, la mayoría del país está sintiendo miedo. Es una paradoja, una verdadera qué torta. Bajó del 67% en septiembre, pero aun así, es un número alarmante, te digo. Ni hablar de quienes ven afectada la educación, ya que el 47% considera que ha empeorado.
El CIEP apunta a que este repunte se debe, en gran medida, al auge de lo que llaman “seguidores personalistas”. Gente que valora la figura del líder por encima de cualquier partido político o ideología. Esto significa que a muchos les importa más ver a Chaves en la foto que si está cumpliendo con todos los programas que prometió. Una vara alta, porque implica que la política se está convirtiendo en un circo de personalidades, en vez de resolver los problemas del país.
Pero, analizando más a fondo, encontramos otros datos interesantes. Aunque los “seguidores fieles” –los que apoyan tanto la gestión como las iniciativas– bajaron un poquito, todavía representan un porcentaje importante. Esto sugiere que hay un núcleo duro de votantes que realmente creen en lo que Chaves está haciendo, pese a todo. ¿Será que estos seguidores están ciegos ante la problemática de la seguridad y la educación, o simplemente prefieren darle tiempo al tiempo?
Las cifras de la encuesta, tomadas entre el 6 y el 15 de octubre con un margen de error de ±2.7 puntos porcentuales, nos dan una radiografía bastante clara de la situación actual. 1333 entrevistas telefónicas... Un número considerable, pero siempre hay que tomar estas cosas con pinzas, ¿verdad? Porque al final, la realidad que vivimos día a día puede ser muy distinta de lo que dicen las encuestas.
En fin, el panorama es complejo, diay. Por un lado, tenemos un presidente con una aprobación histórica. Por el otro, un país que vive con miedo y preocupación por la seguridad y la calidad de la educación. ¿Será que este repunte en la popularidad de Chaves es sostenible, o es solo un espejismo que pronto se romperá cuando la realidad golpee más fuerte? ¿Le darían una segunda oportunidad al gobierno para mejorar la seguridad nacional, o consideran que ya se agotaron las opciones?
La encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la UCR dejó boquiabiertos a muchos analistas. Después de meses de críticas y controversias, de una caída libre en las encuestas, ahora vemos este dato que parece desafiar todas las expectativas. Han pasado los tiempos de los 52%, de las caras largas y los titulares negativos; ahora estamos viendo otro escenario, con un buen número de gente diciendo ‘sí, creo que va por buen camino’. Algo raro pasa, chunches.
Y ni hablar del salto que dio en poco más de un mes: once puntos porcentuales. ¡Once! Eso sí es subir como espuma, mae. Sumado a eso, la desaprobación cayó a solo un 20%, lo que también es histórico. Parece que la marea está cambiando, aunque hay quien dice que esto es temporal y que vendrá con más sorpresas. Ahora bien, este aumento notable en la aprobación coexiste con una realidad preocupante para todos los costarricenses: la seguridad.
Según el mismo estudio, el 71% de los encuestados siente que la seguridad ha empeorado significativamente en comparación con el año pasado. ¿Se imaginan? Justo cuando Chaves anda con la aprobación por las nubes, la mayoría del país está sintiendo miedo. Es una paradoja, una verdadera qué torta. Bajó del 67% en septiembre, pero aun así, es un número alarmante, te digo. Ni hablar de quienes ven afectada la educación, ya que el 47% considera que ha empeorado.
El CIEP apunta a que este repunte se debe, en gran medida, al auge de lo que llaman “seguidores personalistas”. Gente que valora la figura del líder por encima de cualquier partido político o ideología. Esto significa que a muchos les importa más ver a Chaves en la foto que si está cumpliendo con todos los programas que prometió. Una vara alta, porque implica que la política se está convirtiendo en un circo de personalidades, en vez de resolver los problemas del país.
Pero, analizando más a fondo, encontramos otros datos interesantes. Aunque los “seguidores fieles” –los que apoyan tanto la gestión como las iniciativas– bajaron un poquito, todavía representan un porcentaje importante. Esto sugiere que hay un núcleo duro de votantes que realmente creen en lo que Chaves está haciendo, pese a todo. ¿Será que estos seguidores están ciegos ante la problemática de la seguridad y la educación, o simplemente prefieren darle tiempo al tiempo?
Las cifras de la encuesta, tomadas entre el 6 y el 15 de octubre con un margen de error de ±2.7 puntos porcentuales, nos dan una radiografía bastante clara de la situación actual. 1333 entrevistas telefónicas... Un número considerable, pero siempre hay que tomar estas cosas con pinzas, ¿verdad? Porque al final, la realidad que vivimos día a día puede ser muy distinta de lo que dicen las encuestas.
En fin, el panorama es complejo, diay. Por un lado, tenemos un presidente con una aprobación histórica. Por el otro, un país que vive con miedo y preocupación por la seguridad y la calidad de la educación. ¿Será que este repunte en la popularidad de Chaves es sostenible, o es solo un espejismo que pronto se romperá cuando la realidad golpee más fuerte? ¿Le darían una segunda oportunidad al gobierno para mejorar la seguridad nacional, o consideran que ya se agotaron las opciones?
