¡Dey!, ¿quién lo iba a decir? Resulta que la Unión Europea va a mandar observadores a nuestras elecciones del año que viene. Por primera vez en la historia, vamos a tener ojos europeos mirando cómo hacemos las cosas acá en Costa Rica. Imagínate, antes éramos bien independientes en esto de votar, ahora nos andamos vigilando con gente del ‘viejo continente’. Al parecer, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) les abrió las puertas hace unas semanas, firmando unos papeles y tal.
Todo empezó con una carta formal que los diplomáticos europeos nos mandaron, aceptando la invitación que el TSE había hecho. Según dicen, estos señores llegarán en enero para echarle un ojo a todo el brete del proceso electoral: desde cómo preparamos las máquinas hasta cómo contamos los votos. Quieren ver si estamos cumpliendo con todos los requisitos de democracia, esos que siempre firman en sus tratados y papeles bonitos.
Y ojo, que no solo vienen los europeos. El TSE anda buscando que vengan observadores de otros países latinoamericanos también, parece que quieren tener una visión “externa, imparcial e independiente” de cómo funciona nuestra democracia. Vamos, que quieren que nos digan si estamos haciendo bien el trabajo, o si necesitamos darle unos cuantos retoques. Es como llevar el carro al taller para que te digan qué le falta, aunque ya sabes tú mismo que necesita cambio de llanta y ajuste de frenos.
¿Pero cuál es el verdadero propósito de todo esto? Pues dicen que buscan mejorar la organización de las elecciones y resolver cualquier problema que pueda surgir. Claro, porque nosotros somos tan ineptos que no podemos organizar una elección sin la ayuda de extranjeros. A veces pienso que nos gusta que nos digan qué hacer, diay... Pero bueno, quizás tengan razón, quizás necesitemos una mano amiga para evitar que se nos vaya todo al traste.
Recordemos que en las últimas elecciones del 2022 tuvimos 31 observadores internacionales, pero ninguno de la Unión Europea. Esta vez, esperan que la presencia europea aporte una perspectiva diferente y ayude a fortalecer la confianza en el sistema electoral. Además, toda esta movida viene en un momento importante, justo antes de que elijan al nuevo Presidente, los dos Vicepresidentes y a los 57 diputados que van a estar en la Asamblea Legislativa por los próximos seis años. ¡Una responsabilidad tremenda!
Ahora, algunos analistas políticos dicen que esto es una señal de que hay preocupación internacional por la polarización política que tenemos en Costa Rica. Otros aseguran que simplemente queremos seguir demostrando que somos un ejemplo de democracia en América Latina. Yo creo que es un poco de ambas cosas, ¿no creen? Porque sí, somos un país tranquilo y respetuoso, pero también tenemos nuestros problemas y desacuerdos, como cualquier otro lugar del mundo.
Más allá de los discursos oficiales, me da curiosidad ver qué tipo de recomendaciones nos van a dar estos europeos. ¿Van a criticarnos por la lentitud de nuestro sistema judicial? ¿Van a ponernos encima por la corrupción que sigue afectando al país? ¿O simplemente van a felicitar nuestra gallina cuando ponga un huevo? En fin, tendremos que esperar y ver qué dicen al final de todo este proceso.
Con todo esto, me queda una gran duda, pura y dura: ¿esta visita de los observadores europeos será realmente útil para mejorar nuestras elecciones, o simplemente se trata de otra forma de injerencia extranjera en nuestros asuntos internos? ¿Ustedes, qué piensan? Dejen sus opiniones en el foro, ¡me interesa saber qué opina el pueblo!
Todo empezó con una carta formal que los diplomáticos europeos nos mandaron, aceptando la invitación que el TSE había hecho. Según dicen, estos señores llegarán en enero para echarle un ojo a todo el brete del proceso electoral: desde cómo preparamos las máquinas hasta cómo contamos los votos. Quieren ver si estamos cumpliendo con todos los requisitos de democracia, esos que siempre firman en sus tratados y papeles bonitos.
Y ojo, que no solo vienen los europeos. El TSE anda buscando que vengan observadores de otros países latinoamericanos también, parece que quieren tener una visión “externa, imparcial e independiente” de cómo funciona nuestra democracia. Vamos, que quieren que nos digan si estamos haciendo bien el trabajo, o si necesitamos darle unos cuantos retoques. Es como llevar el carro al taller para que te digan qué le falta, aunque ya sabes tú mismo que necesita cambio de llanta y ajuste de frenos.
¿Pero cuál es el verdadero propósito de todo esto? Pues dicen que buscan mejorar la organización de las elecciones y resolver cualquier problema que pueda surgir. Claro, porque nosotros somos tan ineptos que no podemos organizar una elección sin la ayuda de extranjeros. A veces pienso que nos gusta que nos digan qué hacer, diay... Pero bueno, quizás tengan razón, quizás necesitemos una mano amiga para evitar que se nos vaya todo al traste.
Recordemos que en las últimas elecciones del 2022 tuvimos 31 observadores internacionales, pero ninguno de la Unión Europea. Esta vez, esperan que la presencia europea aporte una perspectiva diferente y ayude a fortalecer la confianza en el sistema electoral. Además, toda esta movida viene en un momento importante, justo antes de que elijan al nuevo Presidente, los dos Vicepresidentes y a los 57 diputados que van a estar en la Asamblea Legislativa por los próximos seis años. ¡Una responsabilidad tremenda!
Ahora, algunos analistas políticos dicen que esto es una señal de que hay preocupación internacional por la polarización política que tenemos en Costa Rica. Otros aseguran que simplemente queremos seguir demostrando que somos un ejemplo de democracia en América Latina. Yo creo que es un poco de ambas cosas, ¿no creen? Porque sí, somos un país tranquilo y respetuoso, pero también tenemos nuestros problemas y desacuerdos, como cualquier otro lugar del mundo.
Más allá de los discursos oficiales, me da curiosidad ver qué tipo de recomendaciones nos van a dar estos europeos. ¿Van a criticarnos por la lentitud de nuestro sistema judicial? ¿Van a ponernos encima por la corrupción que sigue afectando al país? ¿O simplemente van a felicitar nuestra gallina cuando ponga un huevo? En fin, tendremos que esperar y ver qué dicen al final de todo este proceso.
Con todo esto, me queda una gran duda, pura y dura: ¿esta visita de los observadores europeos será realmente útil para mejorar nuestras elecciones, o simplemente se trata de otra forma de injerencia extranjera en nuestros asuntos internos? ¿Ustedes, qué piensan? Dejen sus opiniones en el foro, ¡me interesa saber qué opina el pueblo!